Críticas
América, y su extraña fascinación con Bonnie y Clyde
The Bling Ring
Otros títulos: Adoro la fama.
Sofia Coppola. EUA, 2013.
Hablar de Sofía Coppola, o en este caso de una de sus películas, es un trabajo que requiere de cierta minuciosidad por parte del espectador. Evaluar su filmografía y agregar un trabajo nuevo a la lista termina siendo una experiencia ardua, similar a la que se obtiene al desglosar las obras de Quentin Tarantino. ¿Por qué? En el caso de este último, es fácil apreciar un estilo que simpatiza temáticamente con premisas e ideales similares, como por ejemplo, las constantes referencias a personajes obsesionados con la venganza. En el caso de Coppola, se trata de la soledad y el aislamiento, la invariable búsqueda de la verdad a través de la exploración del alma humana. El reto en estos casos es descubrir cómo cada cineasta, a través de sus nuevas propuestas, alcanza el éxito o el fracaso en su intento de renovarse, aun cuando los lugares comunes en sus obras permanecen intactos. Estas filmografías funcionan como sagas, y cada añadido se convierte en una secuela espiritual que horada en nuevas concepciones y significados de lo previamente planteado. The Bling Ring no es una excepción, y aunque podría funcionar como una placentera comedia negra para el espectador común, es además la contraparte de Somewhere, en un rincón del corazón (2010), ganadora en dicho año del León de Oro en el Festival de Venecia.
Basada en un artículo publicado en el año 2010 por la revista Vanity Fair, llamado The Suspects Wore Loboutines, por Nancy Jo Sales, narra la historia de un grupo de adolescentes fascinados con las celebridades que usan Internet para rastrear las moradas de sus ídolos y robar sus casas. La líder del grupo es Rebecca (Katie Chang), pero la película es narrada en su mayor parte desde la perspectiva de Marc (Israel Broussard), su nuevo amigo. Marc es un personaje vacuo, que se deja influenciar con facilidad por los demás y cuyas costumbres están condicionadas por un instinto de rebeldía que no termina de aflorar completamente. Es él quien descubre dónde se encuentran las mansiones de celebridades como Paris Hilton u Orlando Bloom, y lo hace a través de una sencilla búsqueda en Google. Luego, la pandilla (apodada por los medios “Bling Ring”) se dirige al lugar, permanece en la morada por un tiempo alarmante, no usa máscaras, no tiene cuidado con las huellas dactilares y roba todo lo que desea sin que nadie lo note, un método rudimentario pero efectivo. Parece absurdo que la privacidad de estas personas sea tan fácil de violentar, pero ¿quién puede afirmar hoy que la privacidad sigue existiendo con la proliferación de las redes sociales e Internet? La obsesión por vivir una vida que no es la propia es un tema recurrente en The Bling Ring, y aunque no se puede catalogar de original, Coppola ha creado una obra muy sugerente que no se molesta en tomar posiciones respecto a la moralidad de los involucrados.
Es su cuarta película lidiando con el tema del absurdo culto a la fama por parte de la sociedad, ciclo iniciado con Perdidos en Tokio (Lost In Translation, 2003), seguido por María Antonieta (Marie Antoniette, 2006), y llevado posteriormente a una reflexión más sutil y menos específica en Somewhere. Las similitudes están ahí, pero si en las anteriores el punto de vista partía desde seres humanos recluidos, indiferentes a su entorno a pesar de la mitificación de las masas, acá parte desde un grupo de personas “comunes”, ajenas a la popularidad mediática. Son renegados que anhelan alcanzar una vida idealista reflejada por la televisión; usan la ropa de sus ídolos y visitan los lugares que ellos frecuentan, pero el vacío de la superficialidad persiste. Estos jóvenes antihéroes poseen la misma languidez existencial de la que hacía alarde Johnny Marco en Somewhere, y del mismo escepticismo que arropaba a Bob Harris en Perdidos en Tokio. La perspectiva de la historia deja claro que hay una crítica hacia América y su extraña fascinación con Bonnie y Clyde, donde poco importa la forma en que se alcanza el éxito, siempre y cuando se llegue a él. Es un comentario hacia la obsesiva capacidad de la actual generación por anhelar la popularidad masiva, pero también es un ensayo que analiza la frivolidad del actual Star System, pues si bien es cierto que estos chicos explotaron los recursos de estas celebridades… ¿Hasta qué punto las celebridades les explotaron a ellos?
Coppola compone sus imágenes de una forma minimalista, y vuelve a colaborar con su director de fotografía en Somewhere, Harris Savides, que falleció poco después de finalizada la producción del filme. El desarrollo y evolución psicológica de los personajes es tratado sin apuros, como es costumbre en las películas de la directora, complementado por actuaciones convincentes y diálogos cortantes llenos de la clase de humor que se podría esperar de Coppola: oscuro y reflexivo. Emma Watson en especial destaca como Nikki, una de las chicas más privilegiadas de la pandilla cuya filosofía de vida está basada en el éxito literario El Secreto, una sátira completa hacia el fenómeno del consumismo, tratándose de un personaje materialista y superficial cuyas acciones no concuerdan con sus palabras, una alienación originada al absorber costumbres sin entenderlas por completo. Hay similitudes en este aspecto con Spring Breakers (2013), de Harmony Korine, que refleja cómo parte de la actual cultura pop intenta alcanzar una conexión espiritual consigo misma, a través de una supuesta libertad prefabricada.
De ritmo pausado y con un montaje paralelo que le da oportunidad a cada personaje de exponer sus inquietudes, Coppola otorga su propio estilo a un suceso del cual ya se ha hablado antes, mezclando la energía con la cual se aproximó a María Antonieta y la inflexiva pasividad de Somewhere. Vale la pena verla y apreciarla como una obra menor que complementa sus anteriores trabajos. Es un filme bien hecho que a veces se siente vacío, pero ¿no sería ese un método de transmitir el absurdo significado de la fama? Si en Somewhere por lo menos existía alguna promesa de redención, acá solo es posible sumergirse en una espiral decadente que, irónicamente, posee recompensa. Hay mucha tela de dónde cortar, pero evaluada sin su compañera espiritual se siente incompleta. Es un filme que funciona en varios niveles, pero sin duda será más placentero para los seguidores de la directora… o para aquellos que adoran la fama.
Tráiler:
Ficha técnica:
The Bling Ring / Adoro la fama , EUA, 2013.Dirección: Sofia Coppola
Guion: Sofia Coppola
Producción: American Zoetrope / NALA Films / Pathé Distribution
Fotografía: Christopher Blauvelt, Harris Savides
Música: Brian Reitzell
Reparto: Israel Broussard, Katie Chang, Emma Watson, Leslie Mann, Taissa Farmiga, Erin Daniels, Nina Siemaszko, Gavin Rossdale, Stacy Edwards, Maika Monroe, Claire Julien, Joe Nieves, Halston Sage, Paris Hilton