Críticas
Retratos de la humanidad
Cafarnaúm
Otros títulos: Cafarnaúm, la ciudad olvidada.
Capharnaüm. Nadine Labaki. Líbano, 2018.
Un niño que lucha ante las adversidades e injusticias de este mundo, con una mirada cargada de inocencia y de ternura, ha sido una fórmula infalible para atrapar la atención del espectador a lo largo de la historia del cine, ya que su sola presencia en la película es poderosa en su capacidad de conmover y afectar a quien la ve.
Cafarnaúm, tercer largometraje de la directora libanesa Nadine Labaki (Caramelo, 2007), no es la excepción a la regla, porque la historia que narra, escrita por ella misma, basada en un argumento de su coguionista Jihad Hojeily, es la de un pequeño en busca de su supervivencia, enfrentando calamidades una y otra vez, al cuidado además de un indefenso bebé, lo que sin duda se vuelve más dramático, mostrando un mundo despiadado, cruel y muy doloroso.
El filme comienza con un juicio, en el que vemos a un chico de doce años, Zain (Zain Al Rafeea), quien demanda a sus padres por haberle dado la vida, ante la sorpresa de todos los presentes. En ese momento, con un flashback se nos narra el porqué de la acusación, introduciendo al espectador en el seno de su deteriorada familia, la que pasa penurias y pobreza, en la que los hijos, Zain y sus hermanos menores, resultan los más afectados.
Zain Al Rafeea es un refugiado sirio que se instaló con su familia en Líbano en 2013, que trabajó como cargador en un supermercado desde los diez años y fue descubierto en 2016 en plena calle por la directora, cuando hacía un casting para su película. Así es como, sin experiencia como actor, este pequeño hace una interpretación verdaderamente extraordinaria. Podemos apreciar cómo por sus ojos pasan todo tipo de emociones, desde la tristeza más profunda hasta la madurez, pasando por la decepción y la intuición acerca de la maldad humana. Al igual que otros niños del cine, Zain debe crecer antes de tiempo, ser un adulto responsable a su corta edad, sobrevivir en las infernales calles de los arrabales de Beirut, en las que la despiadada ley de la selva es la que reina.
Habrá quien diga que es demasiado, que lo que plantea es quizá exagerado, utilizando el recurso del personaje infantil para enganchar al público, sin embargo, el relato está tan bien engranado, con un manejo acertado de la edición y la construcción narrativa, y el hallazgo de este niño es tan afortunado, que uno no puede sino dejarse llevar y envolverse en la penosa situación del protagonista con el que se encariña desde el primer instante. Por otro lado, y tristemente, lo que Labaki quiere plantear es que la realidad, en todo caso, es incluso más dura que lo que vemos en pantalla; ella, que vive en Líbano, es testigo de esta realidad, y la presenta tal y como es, aunque sea dolorosa de ver, a la manera en que lo hiciera Rossellini o Vittorio de Sica en sus filmes neorrealistas.
También ellos apelaban a las emociones, a través de personajes infantiles. En Alemania, año cero (Rossellini, 1948), podemos ver a un niño que recibe un mundo deshecho y hostil, tras la Segunda Guerra Mundial, y tiene que jugar, contrabandear y salir adelante de entre los escombros de un Berlín destruido. Y podemos ver que su final es, por cierto, desesperanzador y sin miras a un futuro mejor. Labaki, por su parte, a pesar de su mirada pesimista, busca al final dejar un viso de esperanza y un voto de confianza en la condición humana, que a veces puede dar muestras de bondad.
Cafarnaúm es un antiguo poblado pesquero de la Galilea, en Israel, conocido por los cristianos como “la ciudad de Jesús”. Por otro lado, la palabra Cafarnaúm proviene del latín y significa ‘desorden’ o ‘caos’. Ese es el mundo que Nadine Labaki quiere mostrar al espectador que lo mira desde la comodidad de su butaca y se indigna porque ya se le pasó la mano. No obstante, el mundo caótico que nos muestra, tal vez, se haya quedado corto y, en realidad, son muchos los niños que como Zain son los receptores de las injusticias humanas, son los que, sin pedirlo, llegaron al mundo a luchar por mantenerse en él, son quienes tendrían que ser los más protegidos, pero resultan ser los que salen más lastimados.
Muchas son las denuncias que se hacen en este melodrama social, que golpean fuertemente al espectador, quien al salir del cine no puede más que pensar que la humanidad está en deuda con sus niños. Labaki busca levantar la voz de quienes por su edad no son escuchados, y lo hace a través de una fórmula ya probada y que funciona en el cine, como medio artístico que interpela a las emociones del espectador; intenta, de tal forma, contar una de las tantas historias que ocurren a diario en nuestro planeta, y elige el bello rostro de Zain para narrarla.
Tráiler:
Ficha técnica:
Cafarnaúm / Cafarnaúm, la ciudad olvidada (Capharnaüm), Líbano, 2018.Dirección: Nadine Labaki
Duración: 126 minutos
Guion: Nadine Labaki (Historia: Labaki Jihad Hojeily)
Fotografía: Christopher Aoun
Música: Khaled Mouzanar
Reparto: Zain Al Rafeea, Yordanos Shiferaw, Boluwatife Treasure Bankole, Kawthar Al Haddad, Fadi Kamel Youssef, Cedra Izam, Alaa Chouchnieh, Nour el Husseini, Elias Khoury, Nadine Labaki
gracias pude hacer la tarea gracias a ustedes
Me atrapo , me encanto , me indigno ,