Críticas
La biografía de un personaje
Cantinflas
Sebastián del Amo. México, 2014.
Hacer un filme sobre uno de los comediantes más grandes que ha dado Latinoamérica, admirado por Charles Chaplin y con una extensa filmografía que abarca más de cuatro décadas no es algo simple. Sin embargo, el director mexicano Sebastián de Amo, asume el riesgo en su segundo largometraje Cantinflas (2014). Con su opera prima El fantástico mundo de Juan Orol (2012), el director ya había indagado en esas grandes figuras de la época de oro del cine mexicano, trampolín para continuar su búsqueda evocadora y romántica en la intimidad de los protagonistas cinematográficos de toda una época.
Mario Moreno fue un actor y comediante mexicano, sumamente reconocido por haber encarnado con el personaje de vida, Cantinflas, parte de la identidad cultural mexicana. Siendo de origen humilde, Moreno tomó de sus experiencias entre las clases populares los dichos y andares que lo convertirían en el «peladito» más famoso de México. Muchos lo llamaban el Charles Chaplin mexicano, logró la proeza de insertar un nuevo verbo en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el «cantinflear» y sostuvo una exitosa carrera que lo convierte en una figura imprescindible en la historia del cine mexicano.
El filme es una pieza de realización excelente con muy buen trabajo de posproducción. Refrescante, en gran medida debido a que, aunque no es extremadamente novedosa puede presumir de ser bastante auténtica y de haber salvado con estilo tamaña tarea. Una biopic articulada sobre dos líneas de tiempo que transcurren paralelas en el guion, aunque están alejadas por varios años en el tiempo histórico: la creación del personaje de Mario Moreno y la lucha del productor Mike Todd por realizar el filme La vuelta al mundo en 80 días,de Michael Anderson y John Farrow (1956). Ambos relatos van desplegando sus conflictos hasta unirse hacia el final del filme, debido a que es esta cinta la que haría ganar a Cantinflas el Globo de Oro de ese año como mejor actor de comedia o película musical. El único premio cinematográfico que ganaría en su vida como intérprete, antes de los simbólicos Ariel de Oro y Ariel especial.
Narrada en tono complaciente, el filme es definitivamente el homenaje de un gran admirador del actor y por ello la visión que proyecta es todo el tiempo de admiración ferviente por el personaje. Es un filme mayormente de inclinación positivista y que asume de la historia los elementos que más se prestan a este sentir, como la hermosa historia de amor entre Valentina y Mario, su perfil políticamente revolucionario, su inclinación hacia los desfavorecidos, incluso cuando su situación económica la alejaba de ellos, y su lucha por imponer su vocación de improvisador y comediante libre y original, frente al interés creciente de productoras y cineastas. Por el otro lado, también se presenta a Mike Todd como un productor soñador y empecinado, que busca por todo el mundo a los grandes actores que quería para su película, proponiéndole acuerdos absurdos y creyendo fervientemente en su proyecto.
En términos generales, Cantinflas es una biopic sobre el personaje -en el nombre queda claro- y no sobre Mario Moreno. Actor cuya vida no fue tan idílica como nos muestra la película. Quedan fuera esas zonas oscuras que tiene toda historia personal, como sus infidelidades y la paternidad lograda a través de ellas, los problemas con su hijo, el terrible pleito con su última amante y el debate aun irresuelto sobre su fortuna y los derechos de sus películas. Es una biografía estilizada y sumamente cautelosa, ya que, como diría Oscar Jaenada, el protagonista, en una entrevista: no es fácil hacer de Cantinflas, siendo mexicano.
Más allá de este idealismo biográfico, el filme de Sebastián del Amo puede presumir de ser una hermosa fábula que rinde homenaje al cine de una forma similar a su proyecto anterior. Para esta ocasión vuelve a llevar a la pantalla a múltiples estrellas cinematográficas –María Félix, Charles Chaplin, Emilio «Indio» Fernández, Dolores del Río, Kirk Douglas, Marlon Brando, etcétera- en un ejercicio más de remedo estilístico que de parecido formal. Y vuelve a implementar una creativa e intensa fotografía, que es uno de los grandes logros de la dupla del Amo-Hidalgo. La iluminación expresiva y evocadora de algunos grandes géneros, hermosas sobreimpresiones, como la del surgimiento definitivo del personaje de Cantinflas, en donde Mario, ayudado por un vestuario viejo y raído, sorprende a Valentina con su caracterización, el excelente manejo de la cámara y la lograda técnica colorista de posproducción confirman el buen hacer del fotógrafo Carlos Hidalgo.
Desde sus comienzos, Sebastián del Amo, abrió una caja de pandora temática para el cine latinoamericano. Con su Juan Orol tan parecido al Ed Wood de Tim Burton, en su perfil de personaje absurdo y torpe en sus peripecias cinematográficas -y sin dudas, en la misma línea estética, aunque se auxilie del empleo el color-, comienza un filón temático único y original. La historia del cine latinoamericano, en ocasiones olvidado o soslayado, frente a la monumental historia del cine universal, se revela como una fuente de inspiración repleta de personalidades pintorescas merecedoras de tener su minuto de fama actual.
Trailer:
Ficha técnica:
Cantinflas , México, 2014.Dirección: Sebastián del Amo
Guion: Edui Tijerina, Sebastián del Amo
Producción: Kenio Films / Pantelion Films
Fotografía: Carlos Hidalgo
Música: Roque Baños
Reparto: Óscar Jaenada, Michael Imperioli, Ilse Salas, Luis Gerardo Méndez, Ximena González Rubio, Javier Gurruchaga, Ana Layevska, Gabriela de la Garza, Teresa Ruiz, Rodrigo Murray, Bárbara Mori, Diana Lein, Joaquín Cosío, Julian Sedgwick, Mario Zaragoza, Carlos Aragón, entre otros.