Críticas

Cuando la curiosidad mató a la libertad

Citizenfour

Laura Poitras. EUA, 2014.

Cartel de la película CitizenfourTengo un amigo que es un voyeur irredento. Le gusta observar a la gente cuando pasea, descansa en un banco o goza de una cerveza al calor del verano. Se fija en su forma de andar, en sus gestos o en cómo juegan los hijos con sus padres, tampoco es muy selectivo. A veces me cuenta que hace un ejercicio de ensoñación e imagina como pueden ser sus vidas, sus amistades o su día a día. Nada que en mayor o menor medida no nos atraiga al resto, confiésenlo. Ese gusanillo curioso reside en el interior de todos nosotros y, a menos que se convierta en una boa constrictora, su relación simbiótica nos beneficia. Sin ir más lejos, la cinefilia también goza de ese punto voyeurista aceptado socialmente.

Cuando se cruza esa frontera íntima, al observado se le arrebata un poquito de su misterio, en el mejor de los casos, lo que en ocasiones extremas deriva en verdaderas violaciones de su privacidad. Sin embargo, cuando es el Estado el que orquesta el seguimiento, lo que se tambalea es la propia libertad. Ejemplos encontramos, como práctica habitual, en los regímenes totalitarios. Y si ya, rizando el rizo, el que espía es un Estado democrático auspiciado por otros con similares principios, nos encontramos ante un paradigma distópico nunca antes imaginado.

Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados en enero de 2013, firmados por ‘Citizenfour’, en el que el sujeto oculto tras este seudónimo afirmaba tener pruebas de la vigilancia ilegal efectuada a los ciudadanos de Estados Unidos y otros cuantos países. Tras cinco meses de contacto, Poitras, en compañía de otros periodistas, volaba hacia Hong Kong para lo que sería el primer contacto con Edward Snowden, consultor tecnológico que trabajó para la CIA y la NSA.

Citizenfour, fotogramaNarrado en un tono fundamentalmente periodístico, el documental que toma el alias de Snowden como título trata de dar luz a afirmaciones y sospechas lanzadas por el propio protagonista que hacen tambalear hasta los mismísimos cimientos de los estados democráticos. Parece, en ocasiones, que el espectador de este relato vive, junto a su directora, una historia de espías y cine negro en pleno siglo veintiuno. Mensajes cifrados, agencias de inteligencia, quedadas clandestinas, seguimientos a periodistas… Elementos de un cóctel ficticio que resulta ser terriblemente real y de plena actualidad, pese a la maraña informativa.

Poitras aporta, además de su propia persona y su cámara, que no es poco en este caso, elementos puramente informativos a la cinta, desde su voz en off hasta varias entrevistas que persiguen ordenar y completar la amalgama de datos que inunda el metraje. Puede que haya momentos muy técnicos, informáticamente hablando, pero este detalle obligado por la naturaleza del asunto a tratar no logra que nos alejemos de lo esencial. En este sentido recuerda a otro documental de ‘revelación’ como Inside Job (Charles Ferguson, 2010).

Citizenfour, la películaLos conspiranoicos más recalcitrantes encontrarán en el filme argumentos de sobra para alimentar sus sospechas, pero también aquellas mentes que dejan brotar la crítica sin tanta obstinación se verán desolados ante lo que ven en la pantalla. Por momentos es fácil que la mente vuele hacia autores y obras de ficción casi olvidadas. Ni Orwell o Brasil de Terry Gilliam son tan aterradoramente reales.

A pesar de tan espinoso argumento, que afecta fundamentalmente a la primera potencia mundial, Estados Unidos, no ha sido obstáculo para que la película obtuviera el Oscar al mejor documental, amén de otros tantos premios, incluido el Bafta.

Documento imprescindible, nunca mejor dicho, el que Poitras expone, aunque de difícil digestión. Para sobrellevar asunto tan controvertido, y en principio tan inabarcable, solo me consuela pensar en el sabio Marx, Groucho para más señas, y su «paren el mundo que yo me bajo».

Tráiler:

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Ficha técnica:

Citizenfour ,  EUA, 2014.

Dirección: Laura Poitras
Producción: Praxis Edward Snowden, Jacob Appelbaum, Julian Assange, William Binney, Glenn Greenwald, Ewen MacAskill, Lindsay Mills, Laura Poitras, Jeremy Scahill Films
Fotografía: Kirsten Johnson, Trevor Paglen, Laura Poitras, Katy Scoggin
Reparto:

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