Críticas
Entre mundos fantásticos y reales
Cómo entrenar a tu dragón 3
Otros títulos: How To Train Your Dragon 3.
How To Train Your Dragon. The Hidden World. Dean DeBlois. EUA, 2018.
Fui a ver Cómo entrenar a tu dragón 3 invitado por mis nietos, sin mayores expectativas. Me encontré con una película de animación en 3D, llena de curiosas aventuras escenificadas en fantásticos lugares, bien distintos a los que estamos acostumbrados en nuestros países de América Latina. Es esta la tercera entrega de una serie producida por DreamWorks, basada en una historia escrita por Cressida Cowell. He visto que todavía permanece en las carteleras de las salas locales, tan acostumbradas al paso fugaz de las producciones, incluso cuando se trata de algunas que son de buena calidad. Pienso que ello tiene que ver con su muy buena calidad como película de animación.
Un aspecto a destacar en la historia, naturalmente, es lo referido a los dragones. Se los presenta como unos seres muy identificados con los humanos, quienes disfrutan de su lealtad, de sus servicios y de sus capacidades como medios de transporte en la paz y en la guerra. A cambio de ello, son tratados con cariño y domesticados, como si se tratara de amistosos caballos voladores. Es espectacular el trabajo de diseño que se hace en estas producciones, creando seres de gran variedad de formas y de colores, se deslizan por el espacio con gracia extrema, gesticulan y dejan ver sentimientos, transmitiendo empatía a los espectadores. Es impactante la magia del cine, que nos lleva a identificarnos con mundos enteramente irreales e imposibles, como si los estuviéramos tocando y viviendo. Más sorprendente, todavía, si caemos en cuenta de que se trata de animaciones, que, aunque sean extremadamente realistas y perfectas, bien sabemos que son artilugios imaginativos.
¿En qué se entrena a un dragón y quién entrena a los dragones? En estos mundos imaginarios los dragones sufren una amenaza terrible, que seguramente es un preludio de su inevitable extinción. Existe un grupo humano que los quiere esclavizar, que los quiere reducir a una existencia de jaulas y de encerramientos; sus antagonistas son los miembros de otro grupo humano que los cuida, que los libera, que disfruta de su lealtad y de su servicio y que los quiere educar. De ello ya han tratado las dos películas anteriores de esta saga. En este último episodio los humanos protectores se han dado cuenta de que hay que viajar hacia las míticas tierras originales en las cuales los dragones son seres libres, alejados de las amenazas y de las protecciones humanas. Por ello deben entrenar a sus dragones (y entrenarse a sí mismos) y dirigirse con ellos hacia allá, escapando tanto de las amenazas de los humanos esclavistas, como de la superpoblación que se ha generado cuando se juntan, en tierras estrechas, humanos y dragones.
Pero el entrenamiento especial es el del enamoramiento. El personaje-dragón principal recibe toda una serie de efectivas lecciones en las artes de la conquista amorosa, cuando aparece en el panorama una hermosa criatura, la dragona Furia Nocturna. Su estilizado cuerpo, de color blanco, se mueve ágilmente por el espacio, y los dos protagonizan danzas amorosas al son de una música genuinamente espectacular.
Además del asunto de los dragones, se encuentran en la película resonancias de diversos temas que vale la pena mencionar. Buena parte del filme y, especialmente, las escenas finales son un canto, un poema a la familia, a ese conjunto humano (y animal) que se transmite de generación en generación, que se basa en el enamoramiento, en las comunicaciones y en los valores que se enseñan con las palabras y con el ejemplo. A los animales (los dragones) se concede notable protagonismo, idealizándolos como seres inteligentes, aunque necesitados de protección en cuanto vivan en medio de los humanos, pero autosuficientes y quizás no tan inteligentes cuando viven en algún lugar lejano, donde el hombre no penetra. De alguna manera, se plantea acá el tema de las mascotas y las complejas situaciones en que va penetrando la humanidad, a medida que se idealiza a estas criaturas, que se van humanizando y adquiriendo con ello, condiciones cada vez más dependientes y entrelazadas con las del ser humano.
Subyace en la película una proclamación de los antiguos valores y costumbres precristianos de los europeos, reflejada en los pueblos vikingos que la protagonizan, que, de una parte, aparecen como respetuosos habitantes, practicantes de tradiciones y de valores, encantados con la naturaleza y con los animales, que con facilidad llegan a una tierra nueva, que les enamora y que colonizan respetuosamente; y, que, por otra parte, son guerreros y navegantes, que conquistan y atacan sin piedad.
Hay en el filme ecos de las situaciones de sobrepoblación y acoso ambiental que experimenta la tierra, que se deducen fácilmente de los inicios del filme, en el cual deciden los vikingos protectores de los dragones que la isla Berk en que viven ya no da para más, que es necesario viajar y descubrir otros mundos y plantear nuevos escenarios. Resaltaría también la curiosa combinación de superhéroe y de limitado físico que muestra el protagonista, Hipo Horrendo Abadejo III, capaz de las hazañas más increíbles, a pesar de que una de sus dos piernas es de palo. De esa condición dependerá al final su triunfo sobre sus violentos enemigos.
Finalmente, es esta otra de esas sagas que ha ido creando el cine, llevándonos a mundos fantásticos donde no solamente vivimos realidades novedosas, sino que reflexionamos también sobre las realidades actuales.
Trailer
Ficha técnica:
Cómo entrenar a tu dragón 3 / How To Train Your Dragon 3 (How To Train Your Dragon. The Hidden World), EUA, 2018.Dirección: Dean DeBlois
Duración: 104 minutos
Guion: Dean DeBlois, basada en Cómo entrenar a tu dragón, de Cressida Cowell
Producción: Bonnie Arnold
Fotografía: Gil Zimmerman
Música: John Powell
Reparto: Voces de Jay Baruchel (Álvaro De Juan, Eleazar Gómez), Cate Blanchett (Ana García Olivares, Rebeca Patiño), Craig Ferguson (Julio Lorenzo, Héctor Lee), América Ferrera (Laura Pastor, Leyla Rangel), Gerard Butler (José Luis Ángulo, Idzi Dutkiewicz), Christopher Mintz-Plasse (Germán Mozo, Ricardo Bautista), F. Murray Abraham (Melendi, Ricardo Tejedo)