Críticas
Vulnerabilidades al desnudo
Confianza
Otros títulos: Confidence.
Bizalom. István Szabó. Hungría, 1980.
Filme ambientado en la Hungría ocupada por los nazis, nos ofrece un retrato en tonos fríos que resaltan exteriores asociados a la desolación de un pueblo oprimido en sus más profundos sentimientos. Se nota la mano de Lajos Koltai, director de fotografía habitual en las películas de István Szabó.
Estamos frente a la radiografía de un introspectivo drama sentimental, que en todo momento intenta desestabilizar a sus protagonistas.
Janos y Kata se conocen en una pensión para refugiados. Deben pasar desapercibidos frente al enemigo nazi. Pueden ser capturados debido a la participación e indirecta vinculación a movimientos de izquierda. La convivencia despertará sentimientos que expondrán sus vidas a riesgos que deberán afrontar.
Una exploración psicológica que nos habla de un primer grado de vulnerabilidad humana bajo condiciones bélicas. Un atentado a las raíces, que hace necesario aferrarse a certezas afectivas; más allá de intención alguna, las barreras morales se desploman sin previo aviso. El miedo es obstáculo que fluctúa entre los personajes.
La narración es gradual en la introducción de circunstancias, un guion y un montaje que llevan de la mano al espectador paso a paso a través de un encuentro afectivo que, a pesar del breve tiempo transcurrido, es depositado en la escena como algo delicado y natural. La desconfianza se va degradando, aunque nunca termina de desaparecer: es extraída de actos explícitos, pero permanece en la conciencia del protagonista, funciona como ayuda memoria. Un par de breves flashbacks son responsables de darnos a entender, algo que nadie debe saber y que sobreviene como intento defensivo, para sucumbir ante la fuerza de emociones imprescindibles a la supervivencia psíquica.
Szabó es inteligente en el planteamiento de un drama de ambivalencias morales, que solo son tales en apariencia, aunque persisten de manera insistente, lo cual no obsta a la distancia del espectador, que rápidamente logra comprender las posiciones en juego. Hay una repetida dinámica de acción-reacción. Nos sitúa frente a lo previsible como un juego y delata el mutuo interés por los sentimientos del otro. La variedad de primeros planos conjuntos, como apuesta a la intensidad de los afectos, nos permite captar la asociación física, que desmiente a la palabra, antes que ésta se desmienta a sí misma. La inseguridad campea, se necesitan permanentes muestras de cercanía, los abrazos en primer plano lo ratificarán. Las contradicciones se resuelven desde gestos corporales, como aval de realidad para dos seres inseguros. La cámara registra los avatares de una pareja, que comprende la necesidad de calor humano en tiempos difíciles.
La experiencia es útil para el autodescubrimiento, sobre todo de la mujer, en una época donde su rol se juega desde la subordinación. Kata se encuentra en medio de una situación que la desplaza hacia el lugar de alguien que no merece confianza, por a la “ineptitud” propia de su género: para su marido es como un “osito de peluche”. Es la escena que nos permite sondear la diferencia, así como tambié, lo hace un flashback donde la esposa de Janos despliega un monólogo bajo un primer plano. Los protagonistas responden ante hechos, y se delatan más allá de sus palabras. Sabemos de su posición afectiva en los respectivos triángulos. Existe un orden de prioridades, que el guion establece para tratar ambas situaciones particulares, es lo que nos permite un camino organizado hacia la comprensión de lo que sucede en las mentes de los protagonistas.
La incipiente crisis de Kata es amortiguada por el enamoramiento, como fenómeno defensivo ante el atentado contra la identidad y su valor personal. La circunstancia de Janos no es menos apremiante, pero en este camino, la iniciativa la lleva ella. En su caso, la inseguridad está instalada como fenómeno permanente; Szabó nos explica su origen desde un flashback que nos señala la mayor reserva en la expresión emocional. Mientras Kata es dada a conocer desde acciones, Janos lo es desde recuerdos; el mundo real versus un mundo mental, que, aunque tal, no carece de verosimilitud.
Szabó elige dos fórmulas diferentes para acercarse a la psicología de los personajes. A la realidad de Kata se accede desde el suceso porque ella es expresiva, y por tanto, muestra lo que siente mediante el contacto físico en primeros planos o planos medios; Janos es cuidadoso de su privacidad, le viene mejor el recurso del flashback o de la expresión de su voz interior, porque se siente más seguro ocultando información. Más allá del disimulo, que la circunstancia propone, la cámara selecciona la mejor forma de acercarse a los personajes para plasmar su identidad.
El guion acierta en la metáfora: dos seres insatisfechos, más allá de la imposición de la circunstancia actual. Sus relaciones se expresan por comparación a la vivencia; la presencia de los cónyuges se expone, en términos de una necesidad unilateral develada por la guerra. Cae la moral como manto encubridor, es sometida a la realidad de la carencia, en medio de hechos concretos que despiertan el deseo y la necesidad de ser amado. Las resistencias sucumben, y lo humano se transparenta hasta exhibir un grado de realidad que vuelve imposible la contención del impulso. ¿Qué podría suceder con ellos bajo otro marco? No lo sabemos, pero nos queda claro que manda el presente, es allí, donde el afecto se vuelve el bien más preciado.
La confianza se moviliza en dos planos. La cordura y el riesgo de vida son motivadores, aunque nada se asegure. Entre el deseo y los enojos, el tiempo va transcurriendo hacia un desenlace que paga el precio por los recaudos tomados. El relato se vuelve un desencuentro, entre reencuentros que pretenden devolver a los protagonistas su vida social.
Una historia narrada a ritmo pausado, en una batalla que primero es por la discreción y luego por la seguridad, de un amor femeninamente idealizado y masculinamente temido. Lo obsesivo de un pasado condicionante, al que accedemos en un interminable goteo, que jamás termina de completarse.
Trascendente retrato psicológico a cargo de un maestro del cine húngaro.
Ficha técnica:
Confianza / Confidence (Bizalom), Hungría, 1980.Dirección: István Szabó
Duración: 105 minutos
Guion: István Szabó, Erika Szántó
Producción: Mafilm, Objektiv Studio
Fotografía: Lajos Koltai
Reparto: Ildikó Bánsági, Péter Andorai, Oszkárné Gombik, Károly Csáki, Ildikó Kishonti, Lajos Balázsovits, Tamás Dunai, Zoltán Bezerédy