Festival de Cine Rotterdam 2015 (Sección Cortometrajes)

En la misma línea que el resto de secciones de largometrajes, se plantea la sección de Cortos del Festival de Rotterdam. Propuestas arriesgadas, innovadoras, rompedoras con las reglas habituales impuestas por la industria. Durante esta 44° edición se han podido ver 76 estrenos mundiales, 37 estrenos internacionales y 16 estrenos europeos.

Estas cifras muestran la buena salud de la que goza el Festival, pero no solo por el número de estrenos mundiales que es capaz de aportar en su haber, sino también por la calidad de las mismas.

Veinte eran los cortos que optaron al mejor premio en su categoría en la pasada edición. Así, los tres ganadores fueron los cortometrajes Things, de Ben Rivers, La fiévre, de Safia Benhaim y Greetings to the ancestors, de Ben Rusell. El galardón tenía una dotación económica de 3.000 euros para cada uno de ellos y, además, se les hizo entrega de una cámara de video digital profesional Canon.

El jurado estuvo compuesto por Beatrice Gibson, directora de cine afincada en Londres; Xanders Karskens, que estudió historia del arte en la Universidad de Amsterdam y escribe sobre teoría del arte desde 2006, y Koyo Yamashita, invitado en numerosos festivales, director artístico del Image Forum Festival y programador del Theatre Image Forum en Shibuya, Tokyo.                                                                                                                                         

El jurado seleccionó la cinta Our Body, de Dane Komljen, coproducida entre Alemania y Serbia, para competir en la categoría de mejor cortometraje de los premios del cine europeo (EFA).

En cuanto a las tres propuestas ganadoras que nos ocupan, Things, de Ben Rivers, un habitual del festival, es una cinta en la que se muestran imágenes inconexas, que nada tienen que ver entre sí. Pretende ser una especie de diario que su director ha estructurado a lo largo de las cuatro estaciones del año. Se trata de un sugerente experimento, que utiliza desde material fotográfico, hasta imágenes realizadas por ordenador (en el último episodio), en el que destacan varias de las propuestas realizadas.

La segunda, La Fiévre, de Safia Behaim,  probablemente la mejor de las tres, con un arranque fascinante por la recreación del estado febril que sufre una chica durante una noche, que se termina topando, en medio de ese estado con el espíritu de una mujer que regresa después de un largo exilio político. Con ellas viajaremos a Marruecos para recuperar un hogar y una infancia olvidada. Los recuerdos y el conflicto político se mezclarán entre todas las alucinaciones que inundan este cortometraje.

Por último, Greetings to the Ancestors, de Ben Rusell, supone el final de la trilogía «El jardín de las delicias» y recrea los sueños de los habitantes de una región de Sudáfrica. Para ello, Ben Rusell suele partir de un mismo punto con la cámara, mientras la voz en off lo narra, para terminar encontrando al personaje, mientras la cámara se acerca a él, en el interior de una cabaña. Se trata del cortometraje más flojo de los tres.

En este caso, el premio del jurado fue otorgado «por su enfoque complejo de cine etnográfico, su sensual psicodelia, su auto-reflexión y por su intrincado tejido de la voz en el paisaje«.

El enlace completo de los ganadores de los Canon Tiger Awards en la categoría de cortometrajes, aquí.