Críticas
El regreso del mercenario bocazas
Deadpool 2
David Leitch. EUA, 2018.
Segundo asalto para el Mercenario Bocazas. Era inevitable el regreso del lenguaraz antihéroe tras la sorpresa provocada con el estreno de la primera entrega de sus aventuras. Tanto público como crítica respondieron con bastante complicidad ante el despliegue de ingenio algo bruto de la propuesta. Añadimos a la pócima el estimable resultado de taquilla, y la línea recta hasta la segunda parte estaba asegurada. Deadpool 2 llega a las pantallas con la intención de romper las reglas del cine de superhéroes, siguiendo el camino marcado por Tim Miller en la película original.
Deadpool 2 ofrece los mismos ingredientes que hicieron de su predecesora toda una sorpresa. Chistes subidos de decibelios, violencia explícita cargada de humor negro y el carisma del enmascarado más macarra que se ha paseado por la pantalla del cine. Mezcla con intuición el ingenioso uso de los diálogos, el chispeante ritmo de comedia brutal, con momentos dramáticos que dan contenido al filme. Deadpool tiene en su espíritu mucho de más difícil todavía, y en ciertos momentos de la película consigue ese efecto. Pero está muy lejos en resultado de su antecesora. Hay un problema de base con la propuesta de David Leitch: ya nos han contado el chiste.
En cierto modo, Deadpool es una simplificación de las reglas establecidas en la primera parte. Esto no es malo, y juega con una linealidad en su guion que facilita explotar las virtudes de la película como espectáculo de acción. Si en la primera parte había cierta astucia al hacer girar gran parte de la película sobre la escena inicial, a base de precisos flashbacks, Deadpool 2 apuesta por apretar el acelerador desde el minuto uno y ofrecer delirantes escenas de ruido y explosiones de la mejor esencia palomitera. Por suerte, no se queda ahí. Cada vez que abre la boca el bueno de Wade, es imposible que ocultemos la sonrisa como espectadores. Estamos esperando con impaciencia que suelte por esa boca el enésimo chascarrillo, la incontable barbaridad, el giro lleno de ingenio que descoloque las expectativas.
Si el carisma incendiario de este gamberro enmascarado ya nos gana, el plantel de secundarios acrecienta el valor del personaje principal. Aunque sean tratados a cañonazos por el particular sentido del humor de la película, lo cierto es que Wade sería mucho mas aburrido si no existiesen esta genial comparsa, que humaniza a alguien tan desquiciado como el protagonista. En ese sentido, especial atención a otro antihéroe que parece que ha venido para quedarse en el universo mutante: Cable, interpretado con aspereza por Josh Brolin, que encaja como un guante en estos papeles de tipo duro y curtido.
Aunque el protagonista claro de la función es, de nuevo, Ryan Reynolds. La capacidad que tiene de hacer suyo el carácter de Wade Wilson, la genial habilidad para reírse de sí mismo, permite al actor repartir hacia todos los lados. Nadie se libra de la socarronería de Deadpool, gracias al humor autorreferencial y libre de complejos. El dramatismo habitual del cine de superhéroes desaparece de un plumazo para señalar con el dedo las muchas debilidades del género, haciendo sangre de los clichés y los lugares comunes. No hay nada sagrado en este despliegue despiadado de mala uva.
Estas son las virtudes de Deadpool 2, pero, como decía al principio, la perspectiva global de la propuesta me deja menos satisfecho que el visionado de la anterior entrega. Digamos que hay cierto cambio de intenciones respecto a la película de Tim Miller. El director consiguió encontrar petróleo del concepto por el que nadie apostaba en serio, del presupuesto casi irrisorio que se manejaba en aquella producción si se compara con las gigantescas millonadas corrientes en el género. David Leitch viene con la seguridad del éxito de Deadpool, pero con la lección aprendida. Es un magnífico ejemplo de orden y acierto en la organización de las numerosas escenas de acción, de eso no cabe duda, pero falta algo de alma en el resultado final. Falta algo de la artesanía gamberra de Miller, y sobresale la sensación de producto prefabricado y perfectamente medido, muy lejos del descaro y frescura que rodeaba a Deadpool.
A pesar de esto, Deadpool 2 es un espectáculo de primer orden. Divertida, salvaje en algunos momentos, cómplice con el espectador en la naturaleza de enorme chiste privado compartido por millones de personas dispuestas a perder el filtro con la sonrisa puesta. No es complaciente a la pérdida de chispa, y las escenas de mamporros son exageradas, casi rozando la parodia de los explosivos espectáculos de pirotecnia que protagonizan el cine palomitero de hoy. Leitch sabe perfectamente qué clase de película maneja y resuelve con soltura el desafío de la anarquía controlada que rodea al personaje protagonista.
Como extra, Deadpool 2 no se disuelve en el chiste fácil o el afán escandalizador. Ademas, resulta que ofrece el entrañable camino de redención de dos tipos en apariencia antagónicos, pero con muchos puntos en común. Cable y Deadpool son héroes a su pesar, por encima de sus expeditivos métodos. Sobre héroes, sobre el auténtico significado de esa palabra, habla esta película. Sobre todo, que ningún héroe está solo, por muy tarado que esté de la cabeza. Resulta que hay mensaje entre tanto chiste y derramamiento de sangre.
Risas aseguradas, entretenimiento garantizado y, para finalizar, la sensación de que no está todo dicho en el cine de superhéroes, que la calidad no está reñida con el concepto de tipo enmascarado. Seguramente, tendremos más Deadpool. A ver como nos sorprenden.
Por cierto, no se pierdan la escena tras los créditos. Es la demostración de que Reynolds tiene en sí mismo su chiste favorito.
Tráiler:
Ficha técnica:
Deadpool 2 , EUA, 2018.Dirección: David Leitch
Duración: 111 minutos
Guion: Rhett Reese, Paul Wernick, Ryan Reynolds
Producción: Marvel Entertainment / 20th Century-Fox / Donners' Company / Kinberg Genre
Fotografía: Jonathan Sela
Música: Tyler Bates
Reparto: Ryan Reynolds, Josh Brolin, Zazie Beetz, Morena Baccarin, Julian Dennison, T.J. Miller, Karan Soni, Brianna Hildebrand, Leslie Uggams, Jack Kesy, Eddie Marsan, Lewis Tan, Bill Skarsgård, Brad Pitt, Rob Delaney, Terry Crews, Shiori Kutsuna, Hayley Sales, Luke Roessler, Scott Vickaryous, Tanis Dolman, Nikolai Witschl, Andréa Vawda