Críticas

Enredos en la Gran Manzana

Día de lluvia en Nueva York

A Rainy Day in New York. Woody Allen. EUA, 2019.

Detrás de estas líneas se encuentra un auténtico enamorado del cine de Woody Allen. Pero que nadie tema. Con una carrera profesional de unas cincuenta películas (pocos directores pueden decir algo así), hay material de sobra para analizar al director de una forma crítica y objetiva. Pese a que algunos ya lo consideran un director retirado que solo hace retales de sus mejores obras, otros lo han desprestigiado por causas ajenas a la profesión. Lamentablemente, su vida privada no pasa inadvertida en Hollywood y sus proyectos están sufriendo para ver la luz. Sin ir más lejos, la película que nos ocupa hoy, Día de lluvia en Nueva York (A Rainy Day in New York, 2019), sigue congelada en Estados Unidos por Amazon Studios debido al proceso judicial que libra contra el director. Dicho de otro modo; qué paradójico resulta que una película titulada “Día de lluvia de Nueva York” no pueda verse en Nueva York. Supongo que en estos casos hay que tirar de cierta ironía y recordar a todos que Allen siempre ha sido más respetado y aclamado en Europa que en casa. Debido a esto, él mismo respondió con la siguiente frase: “Los subtítulos deben ser realmente buenos”. Allen en estado puro. Con esta nueva película, el director regresa a su idílica ciudad, aquella que hizo tan famosa en Manhattan (1979), convirtiendo la Gran Manzana en una protagonista más en sus historias. Si a John Ford lo identificamos por los áridos desiertos, las montañas rocosas y el cielo azul, a Woody Allen lo hacemos por los rascacielos, los taxis, los paseos en los parques, la lluvia…Todo esto, mezclado entre personajes con problemas sentimentales, existenciales o psicológicos, ha conseguido crear un cine único y característico que podría describirse, a grandes rasgos, como los traumas y problemas de los seres humanos en la sociedades modernas.

Gatsby Welles (Timothée Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) son los dos protagonistas enamorados  y encarnados en el alter ego del director, dos universitarios que deciden pasar un día en Nueva York, aprovechando que Ashleigh tiene que hacer una entrevista a un director en horas bajas, Roland Pollard (Liev Schreiber). La idea es tomar unos veinte minutos de entrevista y después dedicarse todo el día para ellos: ver la ciudad, comer, pasear e ir a algún museo, pero en el momento en el que ponen el pie en Nueva York, la electrizante y azarosa corriente de sus calles les llevará a marcarse un camino totalmente distinto al programado. Por un lado, Ashleigh conoce a un atractivo actor llamado Francisco Vega, del cual se dejará seducir fácilmente, llevada por sus impulsos, ingenuidad y alguna que otra copa de más. Por lo que respecta a Gatsby, se topará accidentalmente con Chan, la hermana pequeña de un antiguo lío suyo que le ayudará a saber lo que siente por Ashleigh y, a su misma vez, irá descubriendo a una chica con la que tiene más cosas en común de lo que parece a simple vista.

Podría describirse como una historia de enredos sentimental, divertida, triste y nostálgica. La historia de amor empieza como un río que baja con fuerza, al unísono, y que poco a poco se van creando dos vertientes que hacen que cada vez se separen más y más debido a los acontecimientos que el azar pone en el camino de los dos jóvenes; Ashleigh está tan entusiasmada por la entrevista a su director que pierde la noción del tiempo y se deja llevar. Gatsby, sin embargo, es más racional, pero al conocer a Chan descubre que puede hacer los planes que tenía previstos. Es precisamente en ese momento cuando se bifurca la historia en dos, donde flojean ciertos mecanismos en los que antes Allen solía resolver con bastante eficiencia. Las historias “secundarias” son intermitentes y parecen poco estructuradas; la historia de la infidelidad del ayudante del director cuando ve a su mujer entrar en un hotel con otro hombre no es más que anecdótico, pues no tiene más relevancia que la aventura que Ashleigh está viviendo y que no sirve para una reflexión futura de ninguno de los personajes. Al igual que la historia que vive Gatsby con su hermano y su problema para casarse con su actual pareja. En ambos casos, esos personajes sirven únicamente para enredar más la historia, ya sea con tintes cómicos o trágicos, pero no desembocan en nada relevante. Lo que más echo en falta aquí es la profundidad filosófica y psicológica a la que tan acostumbrados nos tiene el realizador. Entre plano y plano hay momentos, destellos de ese gran cine, como uno de los planos finales, en el que Gatsby toca el piano mientras Ashleigh reaparece por la puerta del bar y la pantalla queda dividida debido al bastidor. La cámara se coloca justo en el medio para dar a entender que ha habido una fractura sentimental entre ambos, la imagen está apoyada por una melodía melancólica de Gatsby. Lo que acontece segundos más tarde Allen nos lo ha contado visual y musicalmente. Pese a todo, no hay en ningún momento esa sensación de estar viendo a un Woody Allen superior, todo resulta demasiado liviano, ligero, como nos tiene acostumbrados últimamente.

Hablar del cine de Woody Allen es hablar siempre de lo mismo. Su cine son variaciones sobre un mismo tema. Algunas veces le salen mejor, otras, no tanto. Esta película se queda en el limbo de su carrera, es decir, como tantas otras, no es de las mejores pero tampoco es de las peores que hemos podido ver. La fotografía de Storaro, la destacable actuación de Elle Fanning  y ciertos momentos salvan la película. Creo que fue Akira Kurosawa quien dijo que las mejores películas de un director son aquellas que se hacen cuando ya tienes una edad considerable, supongo que debido a la experiencia del oficio tanto como de la vida. Parece ser que Allen le lleva la contraria, pues sus obras maestras podrían estar bien bien entre su primer tramo de carrera, (exceptuando algunas otras). Sin embargo, no me arrepiento de pagar una entrada por alguien tan incorregible como este autor que parece imperturbable al tiempo.

 

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Ficha técnica:

Día de lluvia en Nueva York (A Rainy Day in New York),  EUA, 2019.

Dirección: Woody Allen
Duración: 92 min. minutos
Guion: Woody Allen
Producción: Gravier Productions / Perdido Productions
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones, Will Rogers, Taylor Black, Kathryn Leigh Scott, Kelly Rohrbach, Edward James Hyland, Natasha Romanova, Suki Waterhouse, Griffin Newman, Claudette Lalí, Jacob Berger, Elijah Boothe, Dylan Prince, Olivia Boreham-Wing, Liz Celeste, Catherine LeFrere, Tyler Weaks, Chris Banks, Gurdeep Singh, Suzanne Smith, Geoff Schuppert, Deniz Demirer, George Aloi, Cole Matson, Marko Caka, Shannone Holt

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