Críticas
Las representaciones fantásticas y el arte de contar extrañas historias
Doctor Strange
Scott Derrickson. EUA, 2016.
Doctor Strange es una película bastante bien hecha e interesante. No se trata de una más en la serie de exitosas películas de Marvel Studios, en las cuales una amplia diversidad de superhéroes se ve involucrada en impetuosas y destructivas batallas para salvar el mundo. En ellas es difícil asignar al origen de tales personajes una secuencia de eventos que tenga cierta connotación creíble o algún contacto con la realidad. En general, aparecen simplemente seres extraordinarios, resultantes de las mentes imaginativas de los creadores, una curiosa mezcla de lo humano y de lo imposiblemente fantástico. En cambio, el Stephen Strange de Doctor Strange surge en su vida cinematográfica como un ser bastante creíble, un prestigioso neurocirujano con un ego monumental y un registro perfecto de aciertos en sus luchas contra graves dolencias cerebrales y cerebroespinales. Todo va muy bien para este personaje, relativamente solitario y excéntrico, hasta que sufre un grave accidente que afecta lo más preciado para él: sus manos de artista científico del quirófano, esas que se atrevían a hacer movimientos de extrema precisión en intervenciones cerebrales sin la ayuda la de instrumentación automática de rigor. Atrapado y frustrado, se vuelve emocional, pierde su racionalidad y llega, incluso, a despreciar a su colega y compañera de amores ocasionales, que le quiere con paciencia y con ternura.
En estas circunstancias iniciales, la película ya muestra su calidad. Nos acerca al complejo mundo de la cirugía altamente especializada y nos convertimos en espectadores que observan sin pestañear, con asombro, esos desafíos del que tiene la vida de los demás entre sus manos, viviendo cada día en la antesala del heroísmo o del fracaso. Recordamos esa venerada tradición de películas y de series de TV en las cuales la vida de los hospitales, los médicos y las enfermeras es melodrama puro, cargado de emociones y de decisiones vitales. En este caso, la actuación es perfecta, quedando los dos personajes centrales muy bien definidos.
Entonces todo cambia de tono y la película se torna en un emocionante viaje personal del protagonista por los misterios del esoterismo oriental, en el cual experimenta profundas transformaciones que rompen sus creencias y despiertan su conciencia a otros universos imposibles de creer para su orgullosa mente científica y racional. Como era de esperar, la película aprovecha toda una variedad de imágenes que ya son bien conocidas en la cultura occidental y en el mundo del cine, incluyendo el del género de los superhéroes (Batman Begins, Christopher Nolan, 2005), como la del entrenamiento espiritual y mental a cargo de maestros iluminados, el conocimiento y estudio de textos y fórmulas antiguas, el desarrollo de habilidades para desprenderse del cuerpo y emprender viajes astrales. Lo novedoso acá es el absolutamente extraordinario empleo de efectos visuales, que son de una creatividad, de un colorido, de un dinamismo y de una capacidad de producir sorpresas, que supera cualquier expectativa. Aún siendo espectaculares estos efectos, el correspondiente arte digital y el diseño, lo es todavía más la actuación de Benedict Cumberbatch, que expresa con toda integralidad una mezcla de emociones, pensamientos y sentimientos en completa sintonía con la avalancha de colores y de imágenes que irrumpen en la vida y en los aprendizajes del Dr. Strange.
Esta es una jornada que nos arrastra también, que de cierta forma nos inquieta y nos hace pensar que quizás tales mundos y tales potencias de la mente evolucionada no son mera fantasía. Entonces penetran en nosotros. Perdemos objetividad, empezamos a participar, a sentir, a desear, a considerar que también estamos siendo entrenados para nuevas visiones. Es un sentimiento similar al que se genera en algunas de las escenas de contacto espiritual y de sentir que ofrece Avatar (Cameron, 2009). Pienso que este es un enfoque valioso, pues da un sustento profundo a la calidad de hombre guerrero que no simplemente sufre aventuras y disfruta de sus poderes para luchar y vencer. Acá hay espacio para el nuevo mundo que se va insinuando, el de la mente creadora de realidades que superan a las del cuerpo.
Eventualmente, se va ajustando el filme a su naturaleza de historia de superhéroes, adquiriendo otras tonalidades igualmente sorprendentes. Pareciera difícil crear nuevas formas de combates y de armas, dado el extenso catálogo que muestra el género. Sin embargo, se desarrollan esquemas nuevos, basados en movimientos alucinantes de los espacios arquitectónicos, que se abren, que se cierran, que forman todo tipo de bucles. En vez de recurrir a los conocidos recursos de destruir edificios, de experimentar persecuciones y daños masivos de carros y de infraestructura ciudadana, se generan ajustes y desajustes en las fachadas, en las calles, en bloques enteros de la gran ciudad, todo con base en enfrentamientos mentales entre los distintos superpersonajes.
El tema de la vida y de la muerte está siempre presente en la trama y se aprovecha muy bien para contar nuevas historias y para redondear la vida del Doctor Strange convertido en héroe. Este es, ante todo, un inteligente neurocirujano acostumbrado a vencer la muerte, quien ahora se ve sujeto a las imposibilidades asociadas con ella y que a todos corresponde aceptar. A no ser que haga pactos con el lado oscuro del universo, una posibilidad inesperada que siempre está disponible y tentadora para el que desarrolla poderes. Especialmente, si se tienen experiencias de universos paralelos como las que aparecen con frecuencia en la cinta.
De nuevo el séptimo arte se confunde con la magia, con la hechicería, con las experiencias de lo imposible, y Marvel probablemente ha descubierto una nueva cantera en ese mundo del comics, que tan fértil ha sido para el del cine. Mundo que juega con poderosos dobles vínculos entre el arte del dibujo y las representaciones fantásticas, y el arte de contar extrañas historias.
Tráiler (vale la pena visualizar las dos versiones):
Ficha técnica:
Doctor Strange , EUA, 2016.Dirección: Scott Derrickson
Guion: Jon Spaihts, Scott Derrickson, C. Robert Cargill. Basada en “Strange Tales” de Stan Lee y Steve Ditko
Producción: Kevin Feige
Fotografía: Ben Davis
Música: Michael Giacchino
Reparto: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Benedict Wong, Rachel McAdams, Benjamin Bratt, Mads Mikkelsen,Tilda Swinton
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