Críticas
Esencia femenina
Dos mujeres
Otros títulos: El reencuentro.
Sage Femme . Martin Provost. Francia , 2017.
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ¿podrá esto aplicarse a cualquier herida por más profunda que esta sea? O ¿será simplemente que este dicho tan común se refiere tan solo a la capacidad de olvidar los agravios, pero es imposible aplicarlo cuando ya se trata de alcanzar un perdón profundo y sincero?
Dos mujeres (Sage Femme), una conmovedora película escrita y dirigida por Martin Provost (Violette, 2013; Sèraphine, 2008), nos presenta una historia plagada de estas reflexiones, tan comunes en el cine, pero tan interesantes para repensarlas una y otra vez. En ella, una herida del pasado es reabierta para intentar sanarla por completo, y nosotros, como espectadores, asistimos a este proceso.
De tal forma que la culpa, el resentimiento y la compasión son emociones que Provost retrata a través de personajes sumamente humanos y auténticos, con defectos y virtudes, con manías y obsesiones, con fortalezas y debilidades. Dos mujeres en su madurez, enfrentando a los fantasmas de su pasado, de cara a su futuro cambiante e incierto, con cada vez menos oportunidades.
Claire (Catherine Frot) trabaja como partera, con una gran vocación, así como un enorme amor por su profesión y por los pequeñitos a los que diariamente ayuda a nacer; sin embargo, el hospital donde ejerce desea modernizar su ala de maternidad, por lo que los antiguos procedimientos, que consideran rudimentarios, serán suplidos por unos nuevos y más avanzados, así que ella no sabe si continuar ahí o hacerse a un lado. Por otra parte, Beatrice (Catherine Deneuve), la mujer por la que su padre dejó a su madre, y que más adelante lo abandonó, ha regresado para preguntar por él y para convivir con ella, con el fin de sosegar tanto su culpa como su soledad.
La conflictiva convivencia entre ellas, sus diálogos intensos, sus discusiones y confesiones son el alimento de un argumento que toca al público con su franqueza y sencillez, así como por su grado de emotividad, cargada, a su vez, de un humor honesto y ligero, por tratar, además, temas trascendentales, como el valor de la vida y la inminencia de la muerte, de una forma bella y sutil.
Ambas actrices logran unas interpretaciones extraordinarias: en ellas se encuentra el mayor logro de la película, porque alcanzan el perfecto balance entre sus dos personalidades, no solo distintas, sino completamente opuestas, lo que resulta un tanto cómico y encantador. Catherine Deneuve (El nuevo Nuevo Testamento, 2015; Riviera francesa, 2014; 8 mujeres, 2002), a sus setenta y cuatro años, brilla aún por su personalidad, belleza y, sobre todo, elegancia en la pantalla, representando a una mujer mandona, un tanto insolente e irreverente, y a la vez juguetona y con ganas de vivir y divertirse; se la pasa dándose vuelo en los placeres mundanos -como comer, fumar y beber-, e incluso apostando en el póker para poder mantener su ritmo de vida. Por su parte, Catherine Frot (Marguerite, 2015; La cambiadora de páginas, 2006), está ideal en el papel de una mujer seria, confiable y humana, que por su parte, no bebe y se cuida en extremo de lo que come, tan entregada a su trabajo y a su hijo, que no tiene tiempo ni humor para divertirse ni buscar una pareja, y que además no ha perdonado a Beatrice por el abandono a su padre.
Dos mujeres nos habla de lo femenino, del instinto y la dignidad para enfrentar los cambios que vienen con la edad y la madurez. Podemos apreciar que, definitivamente, el cine de Provost, en general, ha demostrado una capacidad enorme para abordar la temática femenina, ya que logra intuir con maestría el carácter y la forma de ser y sentir de las mujeres; además consigue develar sus miedos más profundos y sus constantes preocupaciones. Se encuentra entre aquellos directores que, como Ingmar Bergman (Sonata de Otoño, 1978) o Pedro Almodóvar (Todo sobre mi madre, 1999), comprenden claramente la problemática femenina y la saben plasmar con sensibilidad en sus historias y transmitirla a través de sus personajes.
Asimismo, Provost cristaliza, por medio de secuencias sumamente cuidadas, y a través de las emotivas escenas de los partos atendidos por Claire, la ley de la vida, en la que se muestran los aspectos extraordinarios del nacimiento. No obstante, la contundencia del paso implacable del tiempo hace que vida y muerte converjan en la historia, de modo tal que su absoluta inminencia consigue sacudir hondamente al espectador.
Dos mujeres es una historia en la que aparentemente no ocurre mucho, con un ritmo pausado y contenido, y es que no son los grandes sucesos o una acción desbordada lo que llega a atrapar al espectador, sino su sencillez y su dosis de verdad y de cotidianidad. Su naturalidad para mostrar aquellos pequeños detalles, que son los que, en definitiva, componen la vida diaria. Pero, por sobre todo, gusta por saber traducir en planos, imágenes y escenas, emociones como la nostalgia, el recuerdo, el agradecimiento y, especialmente, la capacidad de amar y perdonar.
Tráiler:
Ficha técnica:
Dos mujeres / El reencuentro (Sage Femme ), Francia , 2017.Dirección: Martin Provost
Duración: 117 minutos
Guion: Martin Provost
Fotografía: Yves Cape
Música: Grégoire Hetzel
Reparto: Catherine Frot, Catherine Deneuve, Olivier Gourmet, Quentin Dolmaire, Mylène Demongeot, Pauline Etienne, Audrey Dana, Marie Paquim
Comparto totalmente la visión de la película, sin embargo no, alcanzo a interpretar una de las secuencias finales: la barca desaparecida y, al parecer, hundida junto al huerto. ¿que simboliza?. ¿Quizá la desaparición de Beatrice?
Yo me he preguntado lo mismo