Críticas
La comedia y el drama de los equilibrios
El buen patrón
Fernando León de Aranoa. España, 2021.
Estamos ante una magnífica película, destacados actores, tema inquietante, literalmente lleno de balances y de equilibrios entre perturbadores extremos. Transcurre en los terrenos físicos, emocionales y mentales de una empresa fabricante de básculas y balanzas, cuyo dueño, protagonizado en forma magistral por Javier Bardem, está obsesionado por mantenerlo todo bajo control, equilibrando aquí y allá con su personalidad afable e interesada, con su interminable energía que todo lo alcanza. Su atención se dirige en buena parte al aspecto estético, a lo que los demás pueden observar, que en este caso tiene que ver con la visita de unos jueces que deben dar el concepto que haría ganadora a la empresa de un premio a la excelencia.
Pero no es solo eso. En medio de los continuos y agobiantes conflictos humanos, productivos, comerciales, de logística que hay que resolver en una empresa que debe distinguirse por la precisión y la calidad, el dueño, que tiene una rica personalidad y que no conoce de límites, se involucra también y permite que sus propios enredos se confundan con los de la empresa, dando lugar a un conjunto de historias y de escenas verdaderamente entretenidos, mezcla bien balanceada también, de comedia y de drama.
Es fácil ver en el filme una crítica y una cierta denuncia a las relaciones entre los dueños de las empresas y sus empleados. Bajo esta óptica, se trata de desnudar el conflicto subyacente entre la administración (es decir, los dueños y sus representantes) y los demás integrantes del sistema. Por un lado, los que mandan, hablan un lenguaje de armonía laboral y empresarial, que se basa no solamente en realidades que hay que elogiar, sino también, y este caso, en formas variadas de cosmética laboral: discursos, reuniones, preocupación por la calidad y el bienestar, atención esmerada, espacios amplios y limpios. Por el otro, bullen las contradicciones de todo tipo: problemas de entregas, tensiones en el sistema de mando, relaciones inapropiadas entre las personas, cinismo, protestas, despidos y abusos.
Pero mirando con mayor profundidad y con cierta identificación con las realidades que se describen, este buen patrón es en verdad uno que se preocupa por estar presente aquí y allá, a base de su magnetismo personal, en general basado en buenas intenciones y buenas prácticas, que da lugar a acertadas decisiones que contribuyen a mantener el delicado balance de la empresa. Hasta aquí juzgando, los sentimientos del espectador podrían ser de tolerancia y entendimiento. Sin embargo, a medida que transcurre la narración, vemos que Julio Blanco, el dueño es un equilibrista que deja que lo personal se involucre hasta extremos peligrosos y gusta de manipulaciones y de aventuras arriesgadas que se tornan en peligrosas y perturbadoras situaciones. Con ellas se arma un filme donde lo inesperado y lo picante abunda y el espectador se asombra de los extremos en que incurre Julio a medida que la vorágine lo va mareando. Como él mismo se define como alguien altamente identificado con su rol de buen patrón, estos torbellinos personales arrastran también a la empresa y a sus empleados. Parece inexorable que una debacle los succionará a todos, patrón, personas y empresa. El asunto será zanjado por la lógica especial que guía el cine de ficción hacia la sorpresa. Y en el protagonismo de esta clase de juegos es experto Javier Bardem, un disciplinado mago de los gestos, de las tonalidades y de las miradas. El buen patrón es en realidad el buen actor.
El romance furtivo, las fiestas en discotecas y la prostitución elegante, las movidas de los inmigrantes europeos, las mentiras, las locuras y los traumas y tragedias personales, el tráfico de influencias y de favoritismos ante autoridades y estructuras, junto con nobles esfuerzos y buenas intenciones, forman un coctel embriagante, que se disfruta poco a poco, hasta saborear la esencia íntima y conocer el equilibrio final que resuelve la historia. Nos quedan impresiones mezcladas, luego de atestiguar estos ejemplos de la comedia humana, que oscila entre el bien y el mal.
Trailer:
Ficha técnica:
El buen patrón , España, 2021.Dirección: Fernando León de Aranoa
Duración: 120 minutos
Guion: Fernando León de Aranoa
Producción: Jaume Roures
Fotografía: Pau Esteve Birba
Música: Zeltia Montes
Reparto: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Sonia Almarcha, Fernando Albizu, Tarik Rmili, Rafa Castejón, Celso Bugallo
No entendí el final
Unos pocos momentos asociados con una persona sabia son suficientes para que una persona inteligente comprenda la verdadera ley de la vida.
Me encantó la reseña de «El buen patrón». La forma en que se aborda la complejidad de los personajes y su interacción con el entorno laboral es fascinante. Además, la dirección y la actuación de Javier Bardem son simplemente brillantes. Es una película que invita a la reflexión sobre la ética en el trabajo y las relaciones de poder. ¡Gracias por compartir!