Críticas
Con gusto a poco
El Camino: Una película de Breaking Bad
El Camino: A Breaking Bad Movie. Vince Gilligan. EUA, 2019.
Los últimos días del mes de septiembre de 2013 traían consigo el final de uno de los sucesos televisivos de los últimos tiempos, el desenlace de Breaking Bad. La historia que relata la transformación de un simple profesor de química de nivel secundario en un cocinero de metanfetaminas despiadado había logrado niveles de audiencia muy grandes, en épocas en que series como Juego de Tronos y The Walking Dead recién contaban con dos temporadas y todavía no habían logrado esa manía por cada una de las cosas que acontecían en pantalla. Como ocurre con cada serie, especialmente si esta ha logrado captar una audiencia masiva a nivel mundial, el final de Breaking Bad generó un gran vacío entre todos sus fanáticos, que no pudo ser saciado completamente por el estreno de Better Call Saul (Gilligan- Gould) dos años después, dejando vacante el mito eterno del regreso de Jesse Pinkman y Walter White. Ese mito un día se convirtió en realidad y el retorno de la serie se materializó en lo que considero un capítulo más en formato largometraje.
Vince Gilligan puede mostrar grandes laureles como guionista. No solo su trabajo con Breaking Bad es destacable, sino que también podemos resaltar su participación en Expediente X (The X-Files, Chris Carter, 1993- 2018), tanto como productor como guionista. Siendo que sus trabajos en cine son escasos, El Camino representaría su cuarto film, luego de haber coescrito Hancock (Peter Berg, 2008) junto a Vincent Ngo. El inicio de este retorno se sitúa en el final de la serie, cuando Pinkman había logrado escapar de sus captores con la ayuda de Walter White. Su mentor había muerto, pero él logra huir en una camioneta Chevrolet El Camino, eludiendo a la policía hasta llegar a la casa de su amigo Skinny Pete. Todo lo que sucede después está compuesto por una sucesión de escenas que muestran el viaje de Jesse a su escape real, a una nueva vida que el personaje anhela, pero por momentos nos puede hacer sentir un sabor a poco, y quizás podamos entender que esta historia podría haber sido contada quizás en una miniserie de pocos capítulos. Imaginemos por un momento que la serie-precuela que nos cuenta las aventuras de Jimmy McGill antes de convertirse en Saul Goodman hubiera sido un film de dos horas. Todos podemos coincidir en que no hubiera sido suficiente. Todos los personajes de Breaking Bad tienen un trasfondo muy rico, cada uno con un historial que probablemente sea lo suficientemente nutrido de historias como para generar sus propios spin-offs. Por eso es que considero que contar lo que ocurrió después en tan solo dos horas de cinta (y con una historia un tanto sosa) es insuficiente. Esta apreciación adquiere mayor fuerza si consideramos que el film está dividido en escenas muy delimitadas temporalmente.
A pesar de no haber podido despegarse de su personaje de Breaking Bad, sería imposible concebir a un Jesse Pinkman que no estuviera interpretado por Aaron Paul. Aaron Paul es Jesse Pinkman. No olvidemos que, al inicio, Jesse viene de estar en cautiverio por la banda de neonazis del tío de Todd, que lo tenían produciendo metanfetaminas en condiciones infrahumanas. Entonces cuando logra escapar (final de la serie original e inicio de esta secuela), Pinkman es un hombre completamente diferente al del pasado, que mezclaba una personalidad de pandillero con su trabajo de proveedor de drogas. Paul logra transmitir toda esa psicología a su interpretación, presentando a un hombre atormentado, pero que a pesar de eso, demuestra no temerle a nada ni a nadie. Jesse Plemons vuelve a encarnar a Todd, pero han pasado seis años de la última emisión de Breaking Bad y se ha cargado un par de kilos de más… Y esto es perturbador porque El Camino está situada en la misma línea temporal que la serie, siendo un «descuido» que genera bastante distracción. Plemons es para mí uno de los grandes intérpretes de Breaking Bad, concibiendo a un personaje que combina una personalidad desalmada con un temple de hierro y transmite constantemente la sensación de no tener ningún tipo de límites. La mañana siguiente al estreno lamentamos el fallecimiento de Robert Forster, quien daba vida a Ed, el famoso “extractor” que poseía una tienda de venta y reparación de aspiradoras. Ed ocupa una escena importante en este film, sin inmutarse ante las amenazas de un Jesse dispuesto a todo, en una gran última caracterización de Forster. Neil es otro personaje que ocupa una gran escena y que en la serie original era bastante secundario, de hecho, tiene un cambio tal en su look que debieron usar un flashback para recordarnos quién era con claridad. Scott MacArthur encarna a este criminal que no deja de ser parte de otra de las pandillas de este universo, su trabajo está a tono con el resto del reparto, lo más sobresaliente del film. El resto del reparto está compuesto por una gran cantidad de homenajes, que van desde la participación de Badger (Matt Jones) hasta el mismísimo Walter White (Bryan Cranston), pasando por personajes como Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks, que tiene un protagonismo importante en Better Call Saul), Skinny Pete (Charles Baker) y hasta Jane Margolis (Krysten Ritter), la novia de Pinkman que muere en la segunda temporada luego de una noche de excesos.
Haber mantenido a Dave Porter y Marshall Adams como directores de sonido y fotografía respectivamente es uno de los aciertos de Gilligan para asegurarse conservar el estilo de la serie. Ese estilo logró que Better Call Saul transformara el tinte de comedia de sus primeras temporadas a la oscuridad que fue tomando en las últimas, especialmente la cuarta, donde ya empezamos a ver la conexión entre Gus Fring y su emprendimiento de Los Pollos Hermanos con Saul Goodman y Mike. La paleta de colores se mantiene en esos tonos cálidos que se mantienen como un sello del universo BB, así como también la música acompaña los estados de ánimo de las escenas.
El Camino enriquece el mundo creado por Vince Gilligan en el que todo vale y está tan plagado de oportunistas como de criminales y conversos, es decir, gente “buena” que se vuelve “mala” por diversas razones. Los grandes interrogantes que abre este film plantean, en primer término, si era necesario, y segundo: ¿no hubiera sido mejor crear una miniserie, dividiendo las escenas en capítulos? Este regreso de Jesse Pinkman y el universo Breaking Bad ha dejado gusto a poco.
Tráiler:
Ficha técnica:
El Camino: Una película de Breaking Bad (El Camino: A Breaking Bad Movie), EUA, 2019.Dirección: Vince Gilligan
Duración: 122 minutos
Guion: Vince Gilligan
Producción: Mark Johnson, Vince Gilligan, Aaron Paul, Melissa Bernstein, Charles Newirth
Fotografía: Marshall Adams
Música: Dave Porter
Reparto: Aaron Paul, Jesse Plemons, Scott MacArthur, Robert Forster, Matt L Jones, Charles Baker, Bryan Cranston, Jonathan Banks, Krysten Ritter