Críticas

Un recorrido apasionante por emociones y lugares

El Conde de Montecristo

Le Comte de Monte-Cristo. Alexandre de La Patellière, Matthieu Delaporte. Francia, 2024.

Cartel de la película El Conde de MontecristoAlejandro Dumas escribió obras extraordinarias, llenas de heroísmo y de aventura, en las cuales brillan personajes sujetos a exigencias imposibles, las cuales superan mediante inteligencia, persistencia, valentía y mezclas de malicia y de nobleza. Sus obras han sido llevadas al cine con frecuencia y se han convertido en películas icónicas de aventura. El Conde de Montecristo es una magnífica cinta que sigue esas tradiciones, aportando elementos novedosos y calidad. Se trata de la historia de Edmundo Dantès, joven personaje que queda atrapado en una espiral de traiciones e injusticias, que acaba con sus proyectos de vida, frustra su boda con una mujer hermosa,  a quien amaba apasionadamente, y lo condena a un horroroso cautiverio.  A partir de sus años de prisión, encerrado en solitario en los calabozos enterrados de un fuerte, en alguna isla perdida, desarrolla Edmundo una inesperada fortaleza mental y un plan de redención, venganza y búsqueda de justicia que empieza a tomar forma cuando logra establecer una relación de amistad y solidaridad con un compañero de cautiverio, el abate Faria. Para ello, deben romperse, literalmente, los muros de piedra que separan a las personas en sus prisiones físicas y mentales, cuando las circunstancias de vida las inducen a convertirse en lobos solitarios. El abate se vuelve su mentor y confidente y le revela secretos más allá de la muerte, que le van a permitir a Edmundo escapar y convertirse en un misterioso y rico personaje, el Conde de Montecristo.

Este personaje comienza una serie de aventuras y desarrolla su plan, sin que nada lo limite. En cada giro de sus complejos movimientos, debe acercarse a personas, superar barreras, vencer renovadas traiciones y construir detalladamente su táctica y estrategias, aprovechando sus riquezas, misterio y capacidades histriónicas. Nunca pierde su decidida compostura, a medida que va navegando por las aguas turbulentas de su pasado, de su compleja personalidad y sus emociones.

Fotograma de El conde de Montecristo

Me imagino que muchos de los espectadores conocen la trama de El Conde Montecristo, por haber leído la novela o haber visionado alguna de las versiones anteriores en el cine o en la TV. Sin embargo, uno de los méritos de los buenos contadores de historias ya conocidas es hacerlo de tal modo que los espectadores sientan novedad, excitación, curiosidad y sentido del misterio ante cada recoveco de la saga. Creo que este es el caso y vale la pena dejarse llevar y sentir las emociones, la indignación y los cuestionamientos ante los extraños comportamientos de los variopintos seres humanos, tan ricamente representados en la película.

En ella se refleja una amplia gama de emociones y sentimientos, en todas las transformaciones que experimenta Edmundo Dantès, a medida que se va convirtiendo en el Conde de Montecristo, a medida que va madurando en su nueva personalidad. Inicialmente, el personaje parte de un amor puro e ilusionado hacia Mercedes, su prometida, a quien ve como compañera y fuente de felicidad. Inesperadamente, aparece la traición de personas cercanas, dando lugar a sentimientos de sorpresa, dolor, frustración e incredulidad. Al caer en prisión sin causa alguna, y en la injusticia que ello significa, el personaje debería experimentar frustración y desespero. Imposible sería no perder la ilusión de vivir. Sin embargo, surgen luces de esperanza cuando de forma providencial aparece el contacto con su compañero de tortura. Dumas y la cinta nos llevan magistralmente por estos sentimientos, que el protagonista refleja con excelencia.  Vienen luego las emociones y los sentimientos asociados con los planes de desquite y venganza, de resentimiento y rencor, que amenazan con convertir al personaje en un ser tan poco atractivo como los que lo traicionaron y condenaron. Es así cómo se genera una lucha interior, de tal manera que puede recuperar sus valores iniciales, sus ilusiones y sus amores, experimentando posibilidades de redención y de perdón.

El Conde de Montecristo

Sin duda, somos testigos de un recorrido apasionante por las complejidades del ser humano cuando se ve sujeto a la adversidad y a las posibilidades de salir de ella. Apasionante es también el recorrido que hacemos por lugares y paisajes espectaculares e inquietantes. Bien han sabido los realizadores seleccionar los ambientes, en una verdadera y, seguramente costosa, odisea de sitios, apropiadamente sintonizados con las emociones y sentimientos que hemos descrito.

Trailer

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Ficha técnica:

El Conde de Montecristo (Le Comte de Monte-Cristo),  Francia, 2024.

Dirección: Alexandre de La Patellière, Matthieu Delaporte
Duración: 178 minutos
Guion: Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière. Basada en El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Producción: Dimitri Rassam
Fotografía: Nicolás Bolduc
Música: Jérôme Rebotier
Reparto: Pierre Niney, Bastien Bouillon, Anaïs Demoustier, Anamaria Vartolomei, Laurent Lafitte, Pierfrancesco Favino, Patrick Mille, Vassili Schneider, Julien de Saint Jean, André de Villefort, Julie de Bona, Adèle Simphal, Stéphane Varupenne

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