Críticas
Un lugar en el mundo
El gran día
Le grand jour. Pascal Plisson. Francia, 2015.
En El gran día, Pascal Plisson repite la fórmula que le había dado tan buenos resultados en su anterior película, la aclamada Camino a la escuela (Sur le chemin de l’école, 2013). Se recrea, eso sí, un poco más en los paisajes y las circunstancias que rodean a los cuatro jóvenes protagonistas. La fórmula, desde luego, funciona, y está, además, puesta al servicio de una buena causa, pero creo que el director deja muy a la vista su receta: una hermosa fotografía, una partitura brillante y cuatro historias emotivas de esfuerzo y superación son elementos adecuados para realizar una película bella, pero en la que terminan por desactivarse los elementos de denuncia, de injusticia y de desigualdad que, no obstante, presenta.
Los cuatro protagonistas han de enfrentarse en próximas fechas a una prueba que no solo va cambiar su futuro, sino posiblemente el de su familia. Los cuatro tienen diferentes edades, proceden de países lejanos y pertenecen a etnias distintas. Todos han de afrontar un reto que determinará el resto de sus días. No todos consiguen superar la prueba que se les plantea, pero eso no quiere decir que vayan a rendirse y dejen de luchar por sus sueños. Como ocurría en Camino a la escuela, en los minutos finales aparecen breves fragmentos de entrevistas realizadas a los familiares de Albert, Nidhi, Tom y Deegii, en los que hablan directamente a la cámara de sus sueños, esperanzas y motivaciones.
Lo mejor, sin duda, del documental de Plisson es que no juzga y no adopta una actitud condescendiente ni paternalista con la realidad que retrata. En los primeros minutos vamos conociendo a los protagonistas: Albert tiene 11 años y vive en La Habana, donde trata de abrirse camino como boxeador, algo que en su día no pudo conseguir su padre; también 11 años tiene Deegii, una joven contorsionista de Ulán Bator (Mongolia) que trabaja muy duro para poder superar una audición; algo mayor es Tom, de 19 años, que se encuentra en el Parque Nacional Queen Elizabeth (Uganda), donde prepara una examen para ser guarda forestal; y, por último, tenemos a Nidhi, de 16 años, que vive en la India y quiere prepararse para pasar el “Súper 30” (una exigente prueba selectiva que superan únicamente 30 de 5000 aspirantes) y poder acceder así a la Escuela Politécnica de Benarés.
El gran día opta por un montaje paralelo de las cuatro historias a través de tres momentos que resultan clave: la presentación de los personajes; los esfuerzos que deben realizar para preparar la prueba; y, por último, el día de la prueba y su resultado. En realidad, películas como esta trascienden el propio hecho cinematográfico y cumplen también una importante labor social, de ahí que resulte esencial el patrocinio de la UNESCO y la circunstancia de que parte de los beneficios de la película vayan destinados a la ONG Save the Children.
En sus documentales, Plisson recurre habitualmente a las técnicas del cine de ficción para presentar unas historias reales que se muestran ante el espectador gracias a la fuerza y autenticidad de sus personajes, muchos de ellos niños que tienen que luchar por sus sueños en circunstancias adversas. Al cabo, solo cuando se alcance la educación universal y la igualdad desaparecerán del mundo las injusticias. Hay quien le echa en cara al director que hace películas muy bellas sobre situaciones terribles, pero lo cierto es que, en cualquier parte del mundo, a pesar de las circunstancias, puede aparecer la belleza.
Tráiler:
Ficha técnica:
El gran día (Le grand jour), Francia, 2015.Dirección: Pascal Plisson
Guion: Pascal Plisson y Olivier Dazat
Producción: Devanshu Arya, Hélène Badinter, Jonathan Blumenthal, Romain Le Grand, David Mitnik, Muriel Sauzay, Marie Tauzia
Fotografía: Simon Watel
Música: Krishna Levy
Reparto: Nidhi Jha, Albert González Monteagudo, Delgermurun “Deegii” Batjargal, Tom Ssekabira