Críticas
Desconocidos íntimos
El mundo de Kanako
Kawaki (The World of Kanako). Tetsuya Nakashima. Japón, 2014.
Tetsuya Nakashima es ya uno de los directores japoneses más reconocidos fuera de su país. Obras como Conociendo a Matsuko le han granjeado un buen número de seguidores a nivel internacional, aparte de dar buena cuenta del talento visual de este particular director. Su anterior película, Confessions, fue la elegida por su país como representante para los Oscar, y dejó bastantes pistas sobre la capacidad de Nakashima para el manejo de historias muy sórdidas con el conflicto generacional de fondo. El mundo de Kanako es el retorno a la misma sociedad enferma y mentirosa que retrató en aquella cinta, con un contexto parecido: drama familiar, retrato oscuro de una juventud destructiva y análisis salvaje de una sociedad en manos de hermosos monstruos.
La historia comienza con la desaparición de Kanako, en apariencia una joven modélica, amable y popular. No hay motivo aparente para que escape de casa, ni hay pistas acerca de su paradero. Desesperada, su madre se pone en contacto con su ex marido y padre de la chica, un ex policía en plena decadencia física y moral. Empieza entonces una búsqueda que llevará a este patético detective hacia un mundo sórdido y podrido, donde jamás pensó que podría encontrar ningún rastro de su hija.
Nakashima saca a relucir su lado más despiadado, y ataca sin paliativos a la línea de flotación del espectador. La violencia es física y espiritual, y el mensaje descorazonador. La historia de Kanako trata sobre la pérdida de la inocencia, la desconexión en un mundo sin alma o la mentira que se desmorona en cuanto se aparta el velo que la cubre. El director se centra en una trama que parece una muñeca rusa. Cada paso es un muro derribado que desenmascara un horror tras otro, despojando de cualquier atisbo de esperanza a los protagonistas.
La base de la historia bebe de la tradición del policiaco, pero entremezcla la sobriedad del género con el personal mundo del Nakashima, un director de enorme talento visual y narrativo. Contradictorio, armado de cierto espíritu travieso, desconcierta al espectador por los constantes juegos perversos con los que se luce tras la cámara. De la poesía y el intimismo pasa sin complejos al esquizofrénico y ruidoso mundo de la noche, donde se ocultan muchos de los secretos tras la desaparición de la joven. Adorna su propuesta con algo parecido al sentido del humor, pasado por el negro filtro del director; el resultado final es crudo y excitante; Nakashima pretende dejarnos clavados a la butaca a base de mucha mala uva.
El secreto de El mundo de Kanako, aparte de su inteligente propuesta narrativa, reside en los dos protagonistas de esta historia, sobre los que recae todo el peso de la tragedia. El policía interpretado por Koji Yakusho es, de lejos, uno de los caracteres más despreciables que se ha paseado por una pantalla de cine en años. Violento, egoísta, condescendiente hasta el vómito y con cierta tendencia para juzgar a los demás sin mirarse a sí mismo en un espejo, ha empujado su vida hacia el abismo. Odia a los demás con la misma intensidad con la que se odia a sí mismo. Se mantiene en la fina línea de la locura, y no se rinde precisamente por su fanatismo aleccionador. Incapaz de tomar conciencia de sus propios errores, se lanza contra el mundo sin importar los incendios que pueda provocar con su beligerancia.
Kanako es como un fantasma. Un secreto sonriente que planea sobra las vidas de los demás implicados en esta búsqueda. Recreada a través de la mirada de otros, Nakashima construye una vida que torna de sueño a pesadilla, sobre todo para aquellos que se vieron atrapados por su hechizo. La forma de introducirnos en su existencia, entre sus amigos, en el día a día del instituto, es de los grandes aciertos de la película. Nakashima juega con la información, con la forma en la que se nos cuenta todo lo que permanece oculto, haciéndonos partícipes de la búsqueda, obligados a emitir nuestros propios juicios y conjeturas, hasta que la verdad se revela de manera bestial. El mundo de Kanako se desmarca, sobre todo, y gracias a esta habilidad como narrador de Nakashima, como un potente thriller, contado de una manera diferente, sí, valiente y despiadado, pero armado con la capacidad de los clásicos para atrapar al espectador.
La búsqueda de Kanako nos lleva hacia un mundo invisible, roto y vicioso, en donde políticos corruptos se dan la mano con clanes criminales ante la mirada cómplice de la policía. El caso de la niña desaparecida desvela una compleja trama donde nadie es lo que parece, y todo el mundo es un depredador sin ningún cuidado por la vida de los demás. Es una carrera de monstruos, sin espacio para la inocencia.
Nakashima ha encontrado acomodo en esta mirada cínica y despiadada al mundo que lo rodea. A veces, hace gala de un realismo sobrecogedor que revolverá tripas y conciencias a partes iguales. En otras ocasiones, se sumerge en una extraña mezcla de violencia de cómic y excesos visuales, pero sin salirse en ningún momento de las reglas marcadas. El mundo de Kanako es una de las propuestas más originales, directas y salvajes dentro de lo que el policíaco puede dar hoy en día. Además, hay que contar con la honestidad de la mirada de Nakashima, que ofrece una película difícil de encajar, pero sin tomar el pelo a los espectadores. La tragedia de estos personajes es real. Hay un padre que quiere conocer a su hija en el fondo de la historia. Todo lo demás, es una parábola sobre la capacidad de una sociedad indiferente para crear monstruos con cara de ángel.
Habrá muchos que comparen la película de Nakashima con otra obra maestra de la sorpresa sórdida, Old Boy (2003), pero El mundo de Kanako tiene personalidad de sobra para ser recordada por méritos propios. No se la pierdan. Habrán visto películas mejores y peores en los últimos meses, pero les aseguro que no han visto nada parecido a la nueva obra de un director a tener en cuenta, como es Nakashima.
Ficha técnica:
El mundo de Kanako (Kawaki (The World of Kanako)), Japón, 2014.Dirección: Tetsuya Nakashima
Guion: Tetsuya Nakashima (Novela: Akio Fukamachi)
Producción: GAGA / GyaO / Licri
Fotografía: Shôichi Atô
Reparto: Kôji Yakusho, Nana Komatsu, Satoshi Tsumabuki, Jô Odagiri, Fumi Nikaidô, Miki Nakatani, Ai Hashimoto, Jun Kunimura, Asuka Kurosawa