Críticas
Entre sueños y realidades
El rey del fin del mundo
Edge of the World. Michael Haussman. EUA, Reino Unido, Malasia, China, 2021.
Esta es una historia muy curiosa, que se basa en las aventuras del inglés James Brooke, quien inesperadamente se convirtió en rajá de Sarawak, un enorme territorio en la isla de Borneo en Asia tropical. Brooke había sido miembro del ejército inglés en Bengala. Hacía parte de un pequeño grupo de exploradores de ánimo descriptivo y científico, cuando llegó a Borneo, hacia 1839, territorio del sultanato de Brunei. Allí se vio inmerso en una serie de combates e incidencias, y bajo su encanto personal y sus acciones resultó recibiendo el apoyo del sultanato que lo nombró gobernador de lo que se eventualmente se convirtió en Sarawak, su propio reino, estableciendo una rara dinastía que duró tres generaciones y se extendió durante un siglo entero. ´
Nos aproxima este hermoso filme a esta región tropical, dominada nominalmente por un sultanato musulmán, cubierta de selvas, cruzada por ríos, abundante en lluvias y en paisajes verdes, poco poblada, aquí y allá, por tribus de costumbres exóticas y guerreras, donde se practicaba en la época la cacería de cabezas. Se trata de una aproximación signada por algunos diálogos poéticos entre el protagonista y los espectadores, en los cuales nos va narrando sus sensaciones y su encantamiento ante los misterios y las costumbres que observa a medida que recorre los territorios y se acerca a sus gentes. La fotografía es altamente sugestiva y no se detiene ante detalles chocantes y perturbadores, sin ser por ello explícita o de mal gusto. La costumbre de cortar cabezas y de guerrear permea la historia, hasta que lentamente se va desvaneciendo, en buena parte por la labor de Brooke que intenta transformar y crear civilización, intentando respetar costumbres y culturas llenas de honestidad y de valores. Él es un excelente dibujante y en la tradición de los buenos exploradores lleva consigo un libro de bocetos en los cuales plasma detalles, personas, animales, plantas, flores; cada vez que nos muestran alguno en la cinta, se siente cercanía por este extraño y peculiar individuo, atrapado por las selvas y por sus ideas en estos apartados lugares.
Siendo una persona observadora y detallista, no puede resistir la atracción de una inteligente y hermosa mujer, que lo atrapa con su encanto y su sabiduría, para convertirla en su pareja consorte, aportando conocimiento y criterios para el sabio manejo de sus dominios. Extraña aceptación mutua de dos personajes excepcionales que fueron capaces de crear de la nada un reino funcional.
¿Qué tan funcional pudo serlo? En el filme se insinúan muchos aspectos limitantes que dan complejidad y realismo a los nobles empeños que cualquiera pudiera tener. La selva agobiante; los ríos; las distancias; el clima; los piratas que azotan la región; la presencia imperialista británica e internacional; las costumbres, el idioma, la violencia y la guerra como forma de vida. El trópico mismo y la natural entropía y desorden, que siempre se comparan con los recuerdos de la metrópoli europea. El descubrir la pasión que conecta y desconecta razas e ideas distintas y el vivirla a profundidad, prometiendo y rompiendo promesas. Nada fácil.
Una de las maravillas del cine es que nos sitúa frente a situaciones, de modo que nos hagamos preguntas desafiantes, las cuales dan lugar a algunas respuestas personales, no importa qué tan escondidas permanezcan en nuestras conciencias. A medida que se desarrolla la trama, van quedando expuestas las soluciones que asumieron los protagonistas para resolver sus encrucijadas y las podemos comparar con nuestras propias alternativas y respuestas. Algo cambia en nosotros en este proceso. En este caso, situados en el borde mismo del mundo conocido, podemos aventurarnos en la forma en que gobernaríamos una ínsula que se nos concediera como reino personal, a ver sí la manejamos a base de sentido común, de dichos y de refranes, al estilo Sancho Panza, o nos involucraríamos en quijotadas revolucionarias, en desafiantes y peligrosas innovaciones o, simplemente, nos dejaríamos aconsejar por el día a día, aplicando lo mejor que podemos nuestras rutinas conocidas. A ello se enfrentó James Brooke y el filme nos hace un resumen, seguramente idealizado, de sus aventuras y glorias, como líder; y de sus dudas y fracasos, como ser humano. Vale entonces la pena recorrer su vida, admirar su temple y acercarse a su encanto y su magia personal.
Trailer
Ficha técnica:
El rey del fin del mundo (Edge of the World), EUA, Reino Unido, Malasia, China, 2021.Dirección: Michael Haussman
Duración: 104 minutos
Guion: Rob Allyn
Producción: Josie Ho, Conroy Chi-Chung Chan, Rob Allyn
Fotografía: Jaime Feliu-Torres
Música: Will Bates
Reparto: Jonathan Rhys Meyers, Atiqah Hasiholan, Dominic Monaghan, Ralph Ineson, Samo Rafael, Hannah New, Josie Ho, Kahar bin Jini