Reseñas de festivales
El Santos vs. La Tetona Mendoza
Excesiva, delirante, filosa, bizarra, crítica, paródica y con una alta dosis de humor se define la película de animación mexicana El Santos vs. La Tetona Mendoza, basada en el comic creado por José Ignacio Solórzano (Jis) y Trino Camacho.
El film narra las aventuras de un luchador enmascarado llamado Santos, un antihéroe desaforado, gordo, de baja estatura y que fuma porro. Un pseudo Batman en vías de desarrollo cuya voz es nada más y nada menos que la de Guillermo del Toro. Enamorado de la también luchadora, Tetona Mendoza, devenida en dueña de un famoso burdel llamado Tetona’s Palace, hará lo imposible por conquistarla. Santos está a favor de hacer una campaña para fomentar una invasión de zombies en la ciudad de México. Los zombies hacen crecer la economía y pueden ser manipulados a gusto. En cambio, Tetona desea convertirse en mandataria pero sin zombies y con un gobierno dirigido por mujeres que se venguen de los hombres machistas, por eso manda a aniquilarlos. De ello se encargará el rival de Santos, el Peyote Asesino. Ambos se enfrentarán, disputándose el amor pokies online de Tetona.
El film, de más está decir, ironiza todo y a todos. Hace una crítica a la corrupción del gobierno mexicano, subraya el machismo de su sociedad, la explotación de la gente, expone algo de su idiosincrasia y la diferencia de clases. Para eso recurre a un gran universo de citas a otros films, parodiando escenas famosas como la del entrenamiento de Rocky Balboa o algunas de Malditos bastardos (Inglourious Basterds, Quentin Tarantino, 2009), también inserta otros formatos como la telenovela, los avisos publicitarios, y hasta hay una escena en que una mujer se dirige a los espectadores de la película.
Su realizador logra momentos de muchísimo humor, se aleja de los márgenes de lo correctamente establecido para poder decir, mostrar o exponer lo que sea sin tapujos ni mediando ninguna moral. Tal vez algunos minutos le sobren para mantener el interés constante de una historia que decae hacia el final, porque le costará darle un buen cierre y resolverla.
El Santos vs. La Tetona Mendoza se ríe de sí misma, porque es franca con lo que desea expresar. Uno de los gratos delirios en formato comedia de animación que se pueden hallar en un Festival como el Bafici, ¡en buena hora!
Pudorosos, abstenerse.