Críticas
La sabiduría militar
El sitio de Jadotville
The Siege of Jadotville. Richie Smyth. Irlanda, 2016.
Las películas de guerra muestran tantos aspectos de los seres humanos, de tal manera que siempre serán importantes en el cine. Jadotville es la narración de la emocionante saga de un batallón de soldados irlandeses en un pueblo abandonado en la República del Congo, durante la guerra separatista de la provincia de Katanga. Bien recuerdo esa época, en mi juventud, durante la cual ocurrió la trágica muerte del más prestigioso e importante secretario general de la ONU, el sueco Dag Hammarskjöld cuando su avión se estrelló, al parecer derribado de forma aleve por los rebeldes y sus aliados. La película no solamente trata de la heroica resistencia del batallón irlandés, 157 hombres asediados por una multitud de rebeldes coordinados por mercenarios belgas y franceses, sino que está muy bien narrada y nos da un adecuado contexto de la situación y el conflicto. Con base en las medidas dictadas por el Consejo de Seguridad, las Fuerzas de Paz de la ONU se desplegaron en el Congo a inicios de los años sesenta. El conflicto ocupó buena parte de la atención del Hammarskjöld, quien viajó en cuatro ocasiones entre 1960 y 1961 a la región para estar pendiente del peligroso trabajo de los cascos azules de la ONU.
El ambiente existente en la región tenía que ver tanto con los afanes de caudillismo de los líderes nativos, como con los intereses geopolíticos internacionales y los de las empresas mineras belgas y francesas, que encendieron aún más el conflicto con la presencia de mercenarios europeos, aventureros veteranos de guerras. Cae en medio del terreno, literalmente, un batallón de jóvenes soldados irlandeses, sin real experiencia previa en combate, que salieron de su país en medio de las despedidas de sus familias, con prudente entusiasmo y confianza, no exento de preocupaciones. Están comandados por el joven comandante Patrick Quinlan, un entusiasta estudiante de estrategia militar, pero inexperto en el combate. Como buenos irlandeses, una vez que llegan al terreno y ejecutadas medidas de defensa preventivas, estaba celebrando misa el batallón, cuando sucedió el ataque a sus posiciones. El sexto sentido del comandante le indicó que estaban en una posición débil y muy peligrosa, bien distinta de la típica que experimentan las fuerzas de paz en sus misiones y por ello, a pesar de las circunstancias, los soldados pasaron de la misa al combate.
Se inició entonces una serie de ataques, siempre repelidos en forma brillante por los inexpertos irlandeses. El filme detalla bastante las tácticas defensivas del comandante, que siempre estuvo en la primera línea liderando con el ejemplo e inspirando a sus hombres. Estos rápidamente se dieron cuenta de que estaban luchando por sus vidas, sin ninguna posibilidad de recibir apoyo de parte de las demás fuerzas de la ONU y ante esta certeza se defendieron de manera ordenada y táctica, aprovechando todos los recursos a su alcance, entre ellos las trincheras que acertadamente cavaron no más llegar al sitio y utilizando sus municiones y sus armas con eficacia. Al final se tuvieron que rendir, por decisión del comandante, luego de cinco días de batalla, cuando ya estaban agotadas las municiones. Hay que decir que nadie había muerto, si bien había heridos y agotamiento total, a pesar de lo cual el pelotón insistió en continuar luchando cuerpo a cuerpo hasta la muerte, pero su líder juzgó inútil este sacrificio, en el contexto de un combate prácticamente absurdo para este grupo de jóvenes, en una región extraña, alejados de la patria y de sus familias, abandonados a su suerte.
La verdad fue tal el heroísmo y la táctica brillante de estos cascos azules, que los atacantes (comandados por mercenarios, pero también soldados curtidos), respetaron sus vidas a pesar de haber sufrido 300 bajas, y luego de una rápida negociación, los liberaron.
Vinieron entonces tiempos oscuros para el batallón y su comandante. No fueron recibidos como héroes en su patria, sino como cobardes que se rindieron en vez de sacrificarse hasta la muerte. Solamente en tiempos recientes, habiendo ya fallecido el comandante Quinlan a los 78 años, se revisaron las cosas y se aceptó que no hubo ninguna cobardía, sino heroísmo, brillantez militar y sabiduría al evitar la torpe e inútil muerte de un grupo de jóvenes que dejaron muy en alto el nombre las fuerzas de paz y de su patria. De hecho, a partir de esta gesta, las fuerzas irlandesas han ganado prestigio como fuerzas de paz en los conflictos del mundo.
No es esta la primera película que muestra la capacidad de los seres humanos para ser recursivos, para estar unidos y solidarios, para mostrar lo mejor que tienen, cuando están sujetos a las terribles circunstancias del combate y de la guerra desigual. Se despiertan de esta forma las habilidades para observar, para tomar decisiones con rapidez, para enfrentar el dolor y la adversidad, para encontrar alternativas creativas, golpes de astucia que permitan superar el desastre arrollador. Vale la pena preguntarse en qué forma se puede extrapolar esta extraordinaria sabiduría militar a la solución de los urgentes problemas que acosan a la humanidad, en lo que tiene que ver con el hambre, la injusticia, la pobreza, el medio ambiente, entre otros. Quizás si observamos con detalle gestas como la que acá hemos comentado, podemos apreciar aspectos valiosos, tales como el liderazgo, el sentido del servicio, el mandar con el ejemplo, el trabajar con orden y con disciplina, el de la protección de los que trabajan con nosotros y el del sentido táctico para desarrollar las acciones. En este sentido, y en otros, vale la pena gastar un par de horas en películas como esta.
Trailer
Ficha técnica:
El sitio de Jadotville (The Siege of Jadotville), Irlanda, 2016.Dirección: Richie Smyth
Duración: 108 minutos
Guion: Kevin Brodbin, basado en el libro de Declan Power, El asedio en Jadotville: la batalla olvidada del ejército irlandés (2005)
Producción: Parallel Films
Fotografía: Nikolaus Summerer
Música: Joseph Trapanese
Reparto: Jamie Dornan, Guillaume Canet, Mark Strong, Jason O'Mara, Mikael Persbrandt, Emmanuelle Seigner, Michael McElhatton, Ronan Raftery