Críticas

Coletazos de una frustración

El viejo roble

Otros títulos: El último pub.

The Old Oak. Ken Loach. Reino Unido, 2023.

El último pub afiche La historia se desarrolla en Durham, barrio obrero en decadencia situado al norte de Inglaterra. TJ es el dueño de un bar, punto de reunión que convoca la presencia de asiduos concurrentes; esparcimiento y desahogo frente a la precariedad de las actuales condiciones de vida. Llegan inmigrantes sirios a alojarse en la zona, las rispideces irán en aumento. La xenofobia se traducirá en ácidos comentarios y acciones desleales donde, pese a los esfuerzos del cantinero, será inevitable el conflicto entre la solidaridad de los que empatizan con el extranjero, y la animosidad de quienes promueven la discriminación sustentada en el prejuicio.

El pub aloja una especie de “museo del recuerdo”; diversas fotografías denuncian un pasado de lucha obrera solidaria, otrora factor de unidad y solidaridad que la instancia migratoria alcanza a fracturar. Punto de contraste, denuncia la paradoja de quienes en otros tiempos alcanzaron a entender la importancia de la comunión de fuerzas en el lazo afectivo que afronta la causa justa ante los poderosos. El resentimiento por las actuales condiciones de vida incita la depositación del odio en el extraño; el sufriente, expulsado por su patria, no es reconocido en el punto de contacto que alberga la comunión por la causa. El pasado no es palanca de acogida, sino motor de retroceso que funciona en la omisión de vivencias comunes olvidadas. Los desposeídos de hoy, solo sirven a la canalización de un resentimiento transformado en odio al “diferente”, chivo expiatorio que facilita la descarga de emociones plagada de rencor por vivencias contenidas. Y es que, a algún lado la culpa debe ir; siempre es más fácil incrustarla en el más débil. Lo difuso de las causas difumina responsabilidades, reconfigura imágenes atentas al desprecio fácil y accesible, “carente de consecuencias”. Siempre es difícil enfrentar el poder indefinido, distante y nebuloso en sus acciones.

The old oak fotograma

Una muestra más del cine militante de Ken Loach, historia de gente común conducida al primer plano de la consideración social; rasgo distintivo de un autor coherente en su pensamiento socialista. Estilo que ha pervivido, lugares comunes que denotan espacios físicos degradados en el transcurso de tiempos que ocasionan la perdurabilidad del recuerdo. Ópticas disímiles que reorganizan esquemas de forma contrapuesta. TJ intenta representar el bien de quien se encuentra arrepentido por errores del pasado, mientras, algunos clientes se oponen a la solidaridad con los inmigrantes. La puja delata oposiciones, sobreviven los intentos de colaboración en un juego que no intenta destruirse mutuamente.

Inteligente guion de Paul Laverty. El bien y el mal se polarizan; la ética se desarrolla en el intento de ayudar al prójimo. Recuperación de una tradición pasada, la cooperación sustenta el alma perdida de un pueblo incapaz de asociar la analogía a situaciones de otros tiempos. Se destruye en la inconsciencia, la identificación con el prójimo es sustituida por la descarga ante la frustración presente.

The old oak fotograma

El espíritu combativo es concepto perimido que TJ intenta reavivar en el reacondicionamiento de un espacio físico olvidado. Resurge en la distinción excluyente de funciones deliberativas atentatorias, asociadas a los daños que el capitalismo produce. Negación de posturas discriminatorias sustentadas en “argumentos” banales reñidos con la moral, propios del pensamiento mezquino que alienta la alienación del explotado en arraigo sostenido por la testarudez de los afectos. Intentan negar los efectos de insidiosas condiciones que prosperan en el tiempo.

Buen trabajo de Dave Turner en el papel de TJ Ballantyne, cantinero bonachón dueño de un bar llamado ´The old oak´ –El viejo roble-, alusión a la fortaleza y persistencia de un accionar que, en principio, ofrece ribetes asistenciales, para luego transformarse en esfuerzo cooperativo. La gracia está en la participación colectiva que nuclea a los propios implicados en colaboración con el “resto de la comunidad”. Todo bajo el liderazgo del propietario de un pequeño comercio, empecinado en resistir el boicot de algunos de sus clientes. Anteposición de los principios al negocio; ideales parapetados en la conciencia de un colectivo que no se da por vencido. La dificultad radica en sostener con persistencia ese roble. TJ intenta levantar esa última palabra que decae en el vetusto cartel, fiel reflejo de un pueblo decadente que lucha por encontrar la fortaleza que le permita subsistir.

The old oak plano

La cinta se aferra a la utilización del tiempo y su registro, como fuerza positiva de unidad y cambio. Los deseos de la chica se interrumpen, Yara no podrá ser fotógrafa y recorrer el mundo, la avería de la cámara redefine sus propósitos, la circunstancia inscribe lo posible para un inmigrante en territorio hostil. Las fotografías acercan un pasado de resistencia aún vigente, aunque obstaculizado por lógicas trascendentes que operan para el fomento de conflictos entre fuerzas que solo unidas pueden cambiar su destino.

El sistema capitalista es el gran personaje elidido, trasladado a un fuera de campo imaginario, opera a modo de conclusión en la incidencia reconocible al espectador asiduo a la filmografía de Ken Loach. Lo abstracto ejerce presión, invisibilidad de un concepto tangible en sus efectos; los humanos padecen lo típico de una estructura de poder que enajena desde la obturación de conciencias desarticuladas en la apatía de los tiempos.

El pasado militante quedó atrás, cobijado en las instalaciones de un pub en decadencia. Las transformaciones precarizantes desnudan artimañas de un progreso distanciado de ideales, progresismos sepultados en luchas adheridas a un contexto, la localidad minera no retorna, tampoco lo hace el sentido de los tiempos. Por eso, la abstracción se desvanece en un fuera de campo que preserva la perdurabilidad de un sistema camaleónico; capitalismo de transformaciones, escamotea sentidos permanentes. La militancia es un ejercicio constante de conciencia, su ausencia desarticula el hábito y contribuye al anquilosamiento apegado a pequeñeces del momento.

Loach instruye lecciones de cooperación y solidaridad ante individualismos sostenidos por la desazón de lo “irreparable”. El tiempo no regresa, solo deja enseñanzas que no todos están en condiciones de aplicar.

 

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Ficha técnica:

El viejo roble  / El último pub (The Old Oak),  Reino Unido, 2023.

Dirección: Ken Loach
Duración: 110 minutos
Guion: Paul Laverty
Producción: Coproducción Reino Unido-Francia; Sixteen Films, Why Not Productions. Distribuidora: Front Row Filmed Entertainment
Fotografía: Robbie Ryan
Música: George Fenton
Reparto: Dave Turner, Elba Mari, Debbie Honeywood, Andy Dawson, Trevor Fox, Neil Leiper, Laura Daly, Reuben Bainbridge, Jordan Louis, Andrea Jhonson

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