Críticas

Una jaula de oro

Elvis

Elvis. Baz Luhrmann. Australia, 2022.

Cartel de ElvisNueve años han pasado desde el último estreno de Baz Luhrmann en cines, la infravalorada El gran Gatsby (The Great Gatsby, 2013). Durante este tiempo, más allá de un cortometraje y de un vídeo publicitario para Chanel Nº 5, Luhrmann ha concentrado sus esfuerzos en sacar adelante una serie para Netflix, The Get Down (2016-2017), de la que fue creador, guionista, productor y cuyo primer episodio, con duración de largometraje, dirigió. En cierta manera, su nuevo proyecto, Elvis, entronca con la temática de The Get Down, pues, de la misma manera que la serie se centraba en los últimos tiempos de la era disco y el inicio del hip hop, su sexto largometraje cuenta el auge y la caída de una de las grandes estrellas del rock and roll, Elvis Presley (Tupelo, 1935-Memphis, 1977).

Por supuesto, la de Luhrmann no es la primera película en abordar la figura de Elvis, pero da la sensación de que, al menos durante mucho tiempo, es la que va a permanecer, algo que ninguna de las anteriores ha conseguido hasta ahora (y eso que ha habido títulos tan interesantes como el de John Carpenter, protagonizado por Kurt Russell). En realidad, la aproximación que realiza Luhrmann (que ha escrito el guion junto a Craig Pearce, su colaborador habitual, Sam Bromell, con quien había trabajado en The Get Down, y Jeremy Doner) no parte directamente de la vida de Elvis, aunque reconstruya su infancia y adolescencia, sino de su relación con el que fue su representante, el Coronel Parker (Tom Hanks), un verdadero charlatán de feria reconvertido en líder de una peculiar troupe de artistas itinerantes.

Uno de los grandes aciertos de Elvis es que consigue juntar, en una misma película, El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, Guillermo del Toro, 2021) y La madre del blues (Ma Rainey’s Black Bottom, George C. Wolfe, 2020). Vemos la primera en esas giras del Coronel Parker por diferentes ferias, en las que el cabeza de cartel era un cantante country llamado Hank Snow (David Wenham). Y la segunda emerge en los diferentes locales y carpas evangélicas donde Elvis escucha a varios representantes de la música afroamericana, tanto de rythm and blues como de gospel: B. B. King (Kelvin Harrison Jr.), Arthur “Big Boy” Crudup (Gary Clark Jr.), Sister Rosetta Tharpe (Yola), Little Richard (Alton Mason), Big Mama Thornton (Shonka Dukureh), Mahalia Jackson (Cle Morgan)… Y todo ello empieza y acaba en Las Vegas, la ciudad que, de forma inevitable, ha quedado ligada al legado de Elvis, y que tan bien encaja con la extravagancia visual de la que suele hacer gala Baz Luhrmann en sus películas.

El principio de Elvis recuerda, inevitablemente, a Ciudadano Kane (Citizen Kane, Orson Welles, 1941), y el homenaje a Orson Welles continúa cuando vemos a Tom Hanks caracterizado como el Coronel Tom Parker, pues parece salido de otra película de Welles, Sed de mal (Touch of Evil, 1958), ya que su aspecto recuerda a la del propio Welles como el policía corrupto Hank Quinlan. El exceso visual de Luhrmann encaja perfectamente con cierto exceso de Elvis y, sobre todo, con una figura como el Coronel Parker, auténtico motor de todo el film y personaje que se presta mejor que el propio Elvis al punto de vista que quiere transmitir Luhrmann.

Resulta curioso que la crítica, de forma casi unánime, haya cargado las tintas contra Tom Hanks, en lo que se califica como un error de casting, pero es precisamente el papel de Hanks el que da sentido a la película y al enfoque de la misma, así como a su estilo visual. Solo Carlos Boyero ha defendido a Hanks del vapuleo mediático: “me resulta grotesco que algunos opinadores califiquen de horrenda la interpretación que hace Tom Hanks del coronel Tom Parker. Su personaje despierta repulsión. Sin embargo, Hanks, como siempre, lo hace bien. Y ya sé que puede resultar arduo y exótico ver al modélico Tom Hanks otorgándole vida y misterio a un tipo farsante y oscuro”. Hay quien solo quiere ver a Hanks tras el maquillaje y las prótesis, pero quien está ahí, detrás de todo eso, no es Hanks, sino uno de los más grandes actores de nuestro tiempo.

Elvis y el Coronel Parker no pueden formar una pareja más dispar. Uno de los grandes aciertos de la película es la presentación demorada del protagonista, a quien no vemos la cara hasta muy avanzado el metraje, cuando el propio Coronel lo descubre en una modesta actuación en un humilde escenario. Sin duda, Austin Butler es el gran descubrimiento de Elvis. Físicamente, Butler, que procede del mundo de la televisión y de la Factoría Disney, recuerda al Johnny Depp de Cry-Baby (John Waters, 1990), pero encarna a Elvis Presley de una manera contundente. A partir de ese momento, las vidas de Parker y Elvis ya no se separarían más, para desgracia de Elvis, que tuvo que cumplir contratos draconianos, estuvo atado para siempre a Estados Unidos y se convirtió casi en un esclavo del personaje que él mismo se había inventado. Hoy en día resulta casi inconcebible que un solista como él nunca diera una gira fuera de Estados Unidos, y que solo saliera del país para realizar el servicio militar, durante el cual, por cierto, conoció a Priscilla (Olivia DeJonge), que fue el gran amor de su vida. En cierto modo, Las Vegas se convirtió en una auténtica jaula de oro para Elvis, y, si él no recorrió el mundo, el mundo entero acudió allí para verlo a él.

Es Elvis una película menos barroca y exuberante que otros títulos anteriores de Luhrmann, pero, en ella, consigue armonizar forma y fondo, tema y estilo, sin renunciar a su propio estilo visual. La selección musical resulta impecable, y suenan a lo largo del metraje temas inolvidables como “Hound Dog”, “Suspicious Minds” o “In the Ghetto”. Es mucho mejor, sin duda, la explicación de sus orígenes (la suya era una de las pocas familias blancas que vivía en un barrio de población mayoritariamente afroamericana) que el triste relato de su decadencia y de su final, que no admite redención, salvo por el momento en que canta “Unchained Melody”, una canción que, en sí misma, constituye un género cinematográfico. ¡Larga vida al rey (del rock and roll)!

Tráiler:

 

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Ficha técnica:

Elvis (Elvis),  Australia, 2022.

Dirección: Baz Luhrmann
Duración: 159 minutos
Guion: Baz Luhrmann, Craig Pearce, Sam Bromell y Jeremy Doner
Producción: Gail Berman, Baz Luhrmann, Catherine Martin, Patrick McCormick y Schuyler Weiss
Fotografía: Mandy Walker
Música: Elliott Wheeler
Reparto: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Helen Thomson, Richard Roxburgh, Kelvin Harrison Jr., David Wenham, Kodi Smit-McPhee, Luke Bracey, Dacre Montgomery, Leon Ford, Gary Clark Jr., Yola, Natasha Bassett, Xavier Samuel, Adam Dunn

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