Críticas
Víctimas y culpables
En la sombra
Aus dem Nichts. Fatih Akin. Alemania, 2017.
Acaba de llegar a nuestras salas comerciales la última película del realizador turco-alemán, Fatih Akin. Su reconocimiento internacional viene ya de una larga trayectoria, en la que se pueden encontrar obras tan premiadas como Contra la pared (Gegen Die Wand, 2004), Al otro lado (Auf der anderen Seite, 2007) o Soul Kitchen (2009). En esta ocasión, tampoco han sido escasos los galardones con los que ya se ha premiado a En la sombra, entre los que se encuentran el Globo de Oro a la Mejor película de habla no inglesa o el de Mejor actriz a su protagonista, Diane Kruger, en el Festival de Cannes.
Fatih Akin, en esta película, comienza con un corto arranque inicial en el que muestra escenas de la boda de Katja, la actriz principal, con su pareja, acontecimiento que se produce en el interior de una prisión. Tras ello, el filme recurre a lo que parece un salto temporal de unos pocos años, y nos presenta al matrimonio con imágenes que asemejan sugerir una verdadera reinserción en sociedad tras el paso por la cárcel. Trabajos de oficina y el cuidado de un hijo en común ocupan la vida cotidiana de Katja y de su marido. Los diferentes momentos en que a partir de esos inicios transita la película, dejando aparte los capítulos en que físicamente decide dividir el director a su largometraje, son muy evidentes. Van desde un atentado, el tiempo de duelo, la intervención de la justicia, el intento de venganza y la resolución final. Esta última, ya lo adelantamos, resulta desoladora, mire por donde se la mire.
El filme transcurre por lugares emocionales demasiado sensibles, muy ariscos, y cuyo abordaje podría haber derivado fácilmente en el camino de la sensiblería o el populismo. Afortunadamente, no ha sucedido lo anterior con Fatih Akin. El dolor, la rabia, la ira, la cólera, son tratados desde la distancia, sin caer en la autocomplacencia y con una cámara que se limita a registrar. Y se hace con la perenne presencia de la protagonista, Diane Kruger, actriz que sobrelleva la máxima responsabilidad y mérito de todo el largometraje. Y ya no únicamente en presencia visual, sino también en punto de vista narrativo.
Ha habido momentos a lo largo de la obra en los que hemos pensado que esta película ya la habíamos visto. Filmes tan diversos como Furia (Fury, Fritz Lang, 1936), Centauros del desierto (The Searchers, John Ford, 1956), Irreversible (Irréversible, Gaspar Noé, 2002), Siete psicópatas (Seven Psychopaths, Martin McDonagh, 2012) o Ira (Wrath, Jota Aronak, 2016), entre algunos otros, navegaban por nuestra mente. Pero no, errábamos de dirección. En la sombra posee su propia y única huella que por momentos, quizá pocos pero sí fundamentales, encuentra su personal rastro y abandona caminos trillados.
El largometraje adquiere su máximo peso cuando mediante un guion muy elaborado, trabajo del mismo realizador, nos recuerda que ninguna persona es culpable hasta que es condenada penalmente, que más vale cien asesinos en la calle que un inocente entre rejas, o que, aunque se intente hacer propaganda de ello, lamentablemente, no todos somos iguales. Y si no, que se lo pregunten a ciertas dinastías cuyo reinado se va perpetuando a lo largo de los siglos. Y también entramos en la ética o moralidad más básica, aquella que incide en lo intolerable cuando pretendemos aplicar sobre los demás lo que no nos gustaría que cometieran sobre nosotros mismos.
La obra, a pesar de contar con unos títulos finales aclaratorios totalmente innecesarios y resultar irregular en su conjunto, convence. Y lo hace por su honestidad, por su mirada objetiva y por no huir de desenlaces no fácilmente digeribles para la mayoría, pero que consiguen que reflexionemos e intentemos calificar lo acontecido durante una larga temporada. En resumen, evita el visto y olvidado. Además su puesta en escena resulta acorde con los ingratos sucesos exhibidos, academicista pero oportuno, como la desolación que transmite la lluvia o el frío.
Si perseguimos a los culpables o culpabilizamos a las víctimas es algo que deben decidir ustedes y también, resulta inevitable, las fuerzas mediáticas de comunicación social. El realizador alemán aborda, además, con este largometraje, un espacio muy desagradable, el del terrorismo, para cuyo tratamiento cinematográfico en España se ha tenido que ir levantando una veda cuya existencia se palpaba durante años. Y no ya por intentos de aproximación al tema como las estimables Días contados, de Imanol Uribe (1994), el documental La pelota vasca, la piel contra la piedra, de Julio Medem (2003), o Tiro en la cabeza, de Jaime Rosales (2008). Más bien nos referimos no solamente al ninguneo que recibieron, sino también a la diáfana oposición frente a las mismas por parte de la opinión pública, con independencia de su calidad. Afortunadamente, el desarrollo histórico ocurrido en los últimos años ha permitido que puedan abordarse, difundirse y analizarse sin tales reservas nuevas obras que casi acaban de producirse. Y como ejemplos, sirvan las películas Asier ETA biok (Asier y yo), de Aitor y Amaia Merino (2013), Negociador, de Borja Cobeaga (2014), Lasa y Zabala (Lasa eta Zabala), de Pablo Malo (2014), o Fe de erratas, de Borja Cobeaga (2017), ya incluso en clave de comedia.
Al final, parece que los palos siempre terminan recibiéndolos aquellos de origen diferente al lugar en el que residen, aunque tengan los mismos derechos que los de pata negra. Turcos, armenios o rusos en Alemania, y si apuras y además no andan en la abundancia económica, el plato para ser objetivo de cualquier odio racial, violento o no, está servido. Fatih Akin no roza la perfección. Hay escenas que podrían haberse suprimido de raíz como la de la bañera y persecuciones que agradeceríamos que hubieran recurrido a la elipsis. No obstante, por el punto de vista adoptado, el cuidado escénico, la fotografía y los dilemas morales que plantea, merece que no se pierdan su última obra. A nadie le amarga un dulce.
Tráiler:
Ficha técnica:
En la sombra (Aus dem Nichts), Alemania, 2017.Dirección: Fatih Akin
Duración: 100 minutos
Guion: Fatih Akin
Producción: Coproducción Alemania-Francia; Bombero International / Macassar Productions
Fotografía: Rainer Klausmann
Música: Josh Homm
Reparto: Diane Kruger, Numan Acar, Ulrich Tukur, Johannes Krisch, Siir Eloglu, Denis Moschitto, Jessica McIntyre, Ulrich Brandhoff, Samia Muriel Chancrin
Desde el primer fotograma,hasta el último, mantiene la tensión.Facil de comprender por todo el mundo.No hay que ser cinéfilo.Todo en esos 100 minutos, transcurre lógicamente comprensible. Absolutamente digerible
Excelente película triste y real como la vida misma que supera toda fantasía