Entrevistas 

Entrevista a Gerardo Herrero

Gerardo_Herrero altaGerardo Herrero se encuentra, con su cortometraje Safari, entre los cinco finalistas que optan al Premio Goya al mejor cortometraje de ficción. Sabemos, además, que está trabajando en el que sería su primer largometraje, que mantendrá la línea de sus cortometrajes, con toda la intensidad que hay acumulado en ellos, pero con ese formato. De momento, hemos hablado con él acerca de su cortometraje Safari, una historia que deja sin respiración.

Raúl Liébana (RL): En primer lugar, enhorabuena por la candidatura final de Safari para los premios Goya. Este puede ser el gran reconocimiento, independientemente de la trayectoria que todavía tenga por delante el cortometraje. ¿Cómo has recibido y cómo afrontas esta nominación después de toda la trayectoria que presenta ya tu cortometraje (Cannes, Sitges, Seminci, Gijón)?

Gerardo Herrero (GH): Los Goya son un gran escaparate publicitario y es la forma de llegar aún a más gente. Al final, la existencia de los cortos es muy limitada, relegada en muchas ocasiones únicamente al mundo de los festivales, que tienen un público minoritario y específico. Con los Goya damos un paso más y cruzamos esa línea divisoria. Gracias a ellos habrá más gente que sepa que hay un corto que se llama Safari.

RL: ¿Cuáles son tus referentes cinematográficos? ¿Has utilizado alguno de ellos en el desarrollo de Safari?

GH: Mi terreno natural y en el que me siento cómodo es el del género, pero me encanta hacerlo tal y como lo hacían los directores norteamericanos de los años 70: con una mirada hacia Europa. Digamos que amo a Coppola, Scorsese, Stanley Kubrick, John Carpenter… Mi vocación es muy comercial, pero siempre tengo los ojos puestos en cómo los directores europeos cuentan las historias, desde Polanski o Sergio Leone a Haneke, Bela Tarr o, por supuesto, el director español Víctor Erice.

RL: Es inevitable el hecho de querer saber algo acerca del origen y la gestación de la historia, ¿en qué momento y por qué te empiezas a interesar por una historia con una temática como esta?                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Gerardo_Herrero-normalGH: Estaba preparando un documental que he hecho en Nueva York, Badlands, cuando ocurrió la matanza de Sandy Hook. A mis amigos americanos les dije: “Es hora de que hagáis un corto sobre esto”. Ellos me dijeron que no se podía hacer un corto sobre eso. Esta respuesta bastó para que me pusiera manos a la obra.

RL: Entiendo que el proyecto se gestó desde el principio con una ambientación y una estética norteamericana como la que tiene el cortometraje, ¿esto supuso algún inconveniente? ¿Hasta qué punto empezar a trabajar con una idea así y querer desarrollarla sin salir de España supuso algún problema?

GH: Más que un inconveniente fue un desafío, un reto. El cine, hoy en día, es para arriesgar, si no estaría haciendo tele.

RL: En cuanto a las localizaciones, sería muy interesante conocer el proceso que se llevó a cabo para encontrarlas, si costó mucho y si se ajustaba a lo que tenías pensado.

GH: El problema fue que tenía que encontrar, sí o sí, un instituto con unas características muy concretas o no podría rodar. Localizamos durante semanas hasta dar con las excepciones arquitectónicas (obra del arquitecto Fernando Moreno Barberá) que permitieron hacer creer que, en vez de en un instituto de un barrio humilde de Madrid, estábamos en una ciudad norteamericana. Rodamos, finalmente, en una facultad y en un instituto que hay en San Blas.

Safari_4RL: El trabajo de Rafael Reparaz (director de fotografía) e, incluso, el de la dirección de arte, tienen una especial relevancia. ¿Cómo fue el trabajo con ellos?

GH: Visualmente, apuesto sobre seguro. Trabajo con gente que técnicamente siempre hace un trabajo sobresaliente. Planifico todo de una manera muy exhaustiva: voy a la localización, fotografío todos los planos que voy a hacer en el corto y luego le pido a mi equipo de foto y de arte que llenen esas fotografías de luz, color, vida y, sobre todo, del sentido dramático que requiere la escena.

RL: Como decíamos, una de las grandes virtudes de este corto es la recreación de un instituto norteamericano sin salir de Madrid, pero Safari está rodado en inglés, ¿cómo encontraste a los actores principales?, ¿cómo fue el casting?

GH: Mi primera opción era contar con actores americanos, pero en cuanto sus representantes leyeron el guion se negaron, en rotundo, a trabajar en un corto con el punto de vista de Safari. El inglés era el único idioma posible para la historia, así que no me quedó más remedio que ir a Londres y comenzar de nuevo el casting. Al final encontré unos actores fantásticos que bordaron las interpretaciones.

Safari_5RL: Los personajes de tus historias se encuentran siempre en el límite (The Acrobat y Picnic), parece que no hay salidas o alternativas para ellos, se encuentran ahogados, asfixiados, en el peor y hasta en el último momento de su vida, y su salvación parece que depende de algo ajeno, externo a ellos. En el caso de Safari pareciera que es una huida hacia delante, una explosión de ira. ¿Cómo quisiste construir este personaje y a qué crees que se debe que tus personajes se encuentren en situaciones tan extremas como esas?    

GH: Adoro esta máxima de Michael Haneke: “Si quieres reflexionar sobre algo, debes empujarlo hacia su lado más extremo”. Me gusta tener al espectador agarrado a la butaca. Es también lo que decía Hitchcock: “siempre haga que el público sufra tanto como sea posible”. Es en las situaciones más extremas cuando revelamos nuestra verdadera personalidad, cuando se caen las máscaras.

RL: En este caso, además, hay un punto de vista que obliga a situarnos de una manera un tanto forzosa en la postura del protagonista, al que terminamos entendiendo. Evidentemente, eso no justifica lo que hace, pero a ese personaje, sin un diálogo en todo el cortometraje, terminamos comprendiéndole de alguna manera. Es por este motivo, por el que creo que Safari no solo habla de este tipo de matanzas, sino que termina siendo una excusa para terminar hablando también de otros temas, tanto o más graves que ese. ¿Fue esa tu intención o querías transmitir otra idea?

Gerardo Herrero__2GH: Siempre me ha interesado la naturaleza más oscura del ser humano. Me gustan las historias de monstruos, fantasmas, bichos… Pero a la hora de escribir una historia siempre termino centrándome en el peor de todos ellos: el hombre. Él y la parte más oscura que hay en su interior.

 

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