Muestras, Festivales y Premios
Ficunam 2015
El Festival Internacional de Cine UNAM se ha celebrado del 26 de febrero al 7 de marzo de 2015. En el evento se han proyectado 137 títulos que, según fuentes del propio festival, 4 han sido estrenos mundiales, 7 internacionales, 47 latinoamericanos, 45 mexicanos y 10 estrenos en la ciudad de México, provenientes de 36 países. Se han realizado 260 proyecciones y han asistido 22.300 personas.
El jurado de la sección Competencia Internacional estuvo conformado por Andrea Lissoni, Luis Miñarro, María Novaro, Andrea Picard y Martin Rejtman. Su palmarés quedó constituido del siguiente modo:
Premio Puma a Mejor Película: Jauja, de Lisandro Alonso.
Premio Puma a Mejor Dirección: Jessica Hausner por Amour fou (Loco amor).
Premio del Público: A Ein proletarisches Wintermärchen (Cuento Proletario de Invierno), de Julian Radlmaier.
Menciones Especiales: Branco sai preto fica (Blanco fuera, negro dentro), de Adirley Queirós, Brasil / Court (La corte), de Chaitanya Tamhane, India.
El jurado de la sección Ahora México estuvo compuesto por Vincenzo Bugno, Sarah Minter y Erez Pery. Su palmarés quedó conformado del siguiente modo:
Premio Puma México a Mejor Película: El regreso del muerto, de Gustavo Gamou
Menciones Especiales: La maldad, de Joshua Gil / Yo, de quien no sé nada, de Pablo Sigg
Ficunam ha encumbrado justamente a Jauja, de Lisandro Alonso, como la mejor película de su quinta edición. Para quien firma esta crónica, la mejor película de 2014. Jauja se encuentra situada en un momento histórico concreto: Patagonia de finales del siglo diecinueve, mientras acontecía la Conquista del Desierto). Recuerda en muchos de sus planos a John Ford y, en más de una ocasión, el estilo más trascendental de Yasujiro Ozu. La película cuenta la búsqueda, por parte de un soldado danés, el capitán Dinesen (Viggo Mortensen), de su hija, que se ha escapado con un chico del que se ha enamorado.
Jauja es un paraíso enigmático, literal y metafóricamente, una historia indescifrable. Es la representación de un anhelo, de un suspiro de esperanza y de la búsqueda constante de uno mismo. Construida a base de planos fijos, con escasos movimientos de cámara, nos muestra bajo el esplendor vigoroso de una impresionante profundidad de campo, el infinito que se esconde en el horizonte de esos paisajes y que hace de línea divisoria, de forma natural, de casi todos sus planos. Esto convierte a los personajes en seres todavía más terrenales, distinguiéndoles de ese paraíso-cielo que nunca podrán alcanzar. Jauja se puede ver como una metáfora de las aspiraciones del hombre. La búsqueda de la felicidad, a través de la creación y el mantenimiento de una familia.
Y así, a través de esa búsqueda, Lisandro Alonso realiza un ejercicio de abstracción, que llega a adquirir tintes puramente existenciales y en el que hay encerrada una profunda reflexión en torno a la familia, su origen y destino. Jauja también puede ser la odisea de un hombre en busca de su hija, puede ser la resistencia de un padre a perder a su hija, el modo en que se niega a que ésta abandone el seno familiar, o puede ser el sueño de Ingeborg (Villbjork Malling Agge) que perdió a su padre o, incluso, podría llegar a verse como el anhelo de ésta por abandonar la casa de sus padres. Y es que a raíz de estas ideas cabe preguntarse una cosa más, ¿desde qué punto de vista está narrada Jauja?
Algunas respuestas pueden encontrarse en la entrevista que nos ha brindado Lisandro Alonso acerca de su película.
Amour Fou, de Jessica Hausner, ha ganado el Premio a la Mejor Dirección. La película narra, en el Berlín del siglo XIX, el modo en que el poeta Heinrich intenta convencer a su prima, Marie, para que se suiciden juntos. Sin embargo, será Henriette, alguien a quien le apasiona lo que ha escrito el poeta, al saber que tiene una grave enfermedad, la que quiera llevar a cabo su propuesta. Estamos ante la adaptación libre del suicidio de Heinrich von Kleist.
En Amour fou el estilo se termina superponiendo a esta historia teñida de cierto toque de comedia, sobre el absurdo de ese poeta que busca a otra persona que se suicide con él por amor. La idea será reveladora de otra peor, ya que no estamos ante una historia de amor al uso, sino que uno de los temas principales será el de lo contrario, el egoísmo.
Amor fou es una película que goza de una exquisita dirección de arte, realizada sin movimientos de cámara. Tratada a base de planos fijos, en los que las líneas del mobiliario, de las puertas, presentes en cada plano, cumplen una función. Jessica Hausner ha realizado una minuciosa y estricta puesta en escena, que afecta en cada encuadre la colocación de los personajes y de cada objeto que hay en el interior del cuadro, por pequeño que este sea. Los marcos de las puertas llegan a reencuadrar en varias ocasiones los planos compuestos por la directora. Cualquier detalle se ha tenido en cuenta de forma milimétrica en esta película. Jessica Hausner lleva estos aspectos hasta el extremo y termina ofreciendoun estilo del que nos habla en la entrevista que le hemos realizado.
A Jessica Hausner parece importarle más el estilo que quiere conseguir, los bellos planos que se suceden, antes que cargar de naturalidad la historia que está filmando. Es la interpretación de los personajes, dotados de cierta rigidez, donde se produce un efecto boomerang, que va en contra de la película, ya que esa intención de lograr un estilo sin valorar otros aspectos, le resta naturalidad.
Merece ser rescatada de entre toda la Sección Oficial a competición una coproducción entre España y Colombia, tan sorprendente como deslumbrante. Se trata de No todo es vigilia, de Hermes Paralluelo. Es una de esas películas sobre las que habrá que volver una y otra vez, ya que desde su mismo nacimiento se ha convertido en referente de un universo propio, a través del que se filtra otro universo íntimo todavía más inmenso, como es el de esa pareja de abuelos que viven juntos y temen ir a la residencia. Película dividida en dos partes. La primera, transmisora de una terrible angustia; se revela, a partir de la segunda, como un prodigioso y lúcido retrato del amor en la vejez, porque ¿acaso no estamos ante un Romeo y Julieta que morirán de amor el uno por el otro?
Otra mención aparte merece también la película de Kazakhstan, The Owners, dirigida por Adikhan Yerzhanov, retrato de ese modo en que se ven desfavorecidas las familias obligadas a abandonar su casa. Se trata de un relato construido a partir de situaciones absurdas que rozan lo surrealista. Asistimos a la viva representación de la burocracia, del funcionariado y, con ello, a la rigidez del sistema establecido, que termina convirtiéndose en algo parecido a darse golpes contra una pared.
El resto del palmarés del festival se puede consultar aquí.