Galveston

En la actualidad, ya nos hemos acostumbrado a que el mundo editorial permanezca atento a las novedades cinematográficas y televisivas en busca de nuevas fuentes de negocio. Eso explicaría que se presente ahora como novedad en España una novela negra como Galveston, que se publicó en EEUU en 2010. La razón de su publicación en España (nada menos que inaugurando la colección Black de la editorial Salamandra) es que se trata de la opera prima de Nic Pizzolatto, el creador de la ya clásica serie True Detective (2014-), cuya primera temporada ha dirigido Cary Fukunaga. Con anterioridad a Galveston, Pizzolatto había publicado cuentos en distintas revistas y un volumen de relatos titulado Between Here and the Yellow Sea (2006); además, había sido el responsable del guion de dos episodios de la primera temporada de la serie The Killing (2011-).

Ahora bien, si no fuera por su flamante condición de creador y guionista de True Detective, lo más probable es que Galveston, novela negra de la que ya se está preparando una trasposición cinematográfica a cargo del director danés Janus Metz Pedersen, nunca se hubiera publicado en castellano. Mauricio Bach Juncadella firma la traducción de una novela bastante fiel al género, honesta y sencilla, que se centra en la historia de un típico perdedor, Roy Cady, un matón de medio pelo que es traicionado por su jefe el mismo día en que descubre que tiene cáncer de pulmón y ha de salir huyendo de Nueva Orleans. En su huida, le acompañará una joven prostituta, Rocky, con la que irá hasta la ciudad costera de Galveston, en Texas.

De todas maneras, no es la historia lo que más llama la atención en Galveston, ya que, hasta cierto punto, resulta bastante convencional, sino el tratamiento que hace Pizolatto de la misma, ya que su forma de narrar sí recuerda en muchos aspectos al mecanismo empleado en True Detective, donde el pasado se recrea (y se resuelve) desde el presente. El propio protagonista es el narrador de la historia, en la que se mezclan dos épocas, 1987 y 2008, y dos espacios fundamentalmente, Nueva Orleans y Galveston.

Galveston, que se divide en cinco partes, consta de un total de treinta y ocho capítulos relativamente breves. La novela tiene uno de sus puntos fuertes en la creación de una atmósfera en la que predominan los moteles de mala muerte, los bares de country… todo ello configura una auténtica perversión del sueño americano. Galveston tiene mucho de road movie, ya que que los personajes tratan de escapar de un destino inexorable, que siempre acaba por alcanzarlos.

Sin duda, uno de los grandes méritos de esta novela es que permite acceder al lector al universo narrativo de Pizzolatto en los momentos previos de la creación de True Detective. No es, desde luego, una obra maestra, pero el lector puede ver en las reflexiones de Cady un anticipo del discurso nihilista y desencantado de Rust Cohle, si bien no encontramos en Galveston las citas que hacen tan característico el discurso del personaje interpretado por Matthew McConaughey.