Críticas

Bajo la superficie no hay nada

Godzilla y Kong: El nuevo imperio

Godzilla x Kong: The New Empire. Adam Wingard. EUA, 2024.

Los monstruos gigantes les gustan a los niños y a las niñas. Los monstruos gigantes son, efectivamente, parte de los juegos de los más jóvenes de nuestra sociedad y, por supuesto, este apego puede seguir de forma positiva durante toda la vida. No hay que olvidar que los monstruos forman parte de nuestro legado cultural, por ejemplo, en los gigantes con un ojo solo de Homero o en el ser antropófago del Beowulf (y, por supuesto, en el dragón de su segunda parte). Son elementos que nos rodean, entonces, en lo que a la historia cultural humana se refiere y, por supuesto, también nosotros los hombres y las mujeres somos capaces de convertirnos en seres de un tamaño desmesurado, hasta pasar por la historia con este apodo (Carlos fue magno porque, efectivamente, era un hombre muy alto). Los monstruos gigantes son, si seguimos este razonamiento, un elemento fundamental de lo humano y por tanto merecen su análisis literario y social, llevando a la superficie el hecho de que nuestro amor y miedo por ellos quizás se base en el concepto de sublime (de lo que hablaba Edmund Burke).

Resulta bastante divertido, entonces, para el lector que tenga un poco de conocimientos de estética y de cultura general que se hable en el marco de esta película de filosofía y de literatura épica. Divertido, obviamente, no porque en el caso de los monstruos cinematográficos resulte imposible hacerlo, sino porque, efectivamente, el producto del que hablamos aquí poca fuerza narrativa tiene y su valor cultural se desvanece en un guion muy flojo. Una lástima, quizás, ya que efectivamente tanto Kong como Godzila representan un elemento cultural muy profundo que se inserta en un discurso social muy bien definido: la cuestión del instinto y de la sociedad, en el caso del mono, y la de la naturaleza que nos puede destruir en cualquier instante y de la bomba atómica, en el del lagarto. Se trata, efectivamente, de dos seres imaginarios que se basan en los miedos de toda una sociedad, capaces de moverse de lo centrípeto de su visión original (el mundo anglo-americano y el mundo japonés) a lo centrífugo de su expansión mundial (Kong y Godzilla como emblemas de una cultura pop más profunda de lo que podría parecer).

Es, de hecho, un producto poco claro esta película de 2024, como si estuviéramos ante una visión caótica que les presenta a los espectadores un mosaico impar en el cual las piezas tienen un tamaño diferente y poco armónico. Resulta muy difícil tener una sensación de unidad y, en el conjunto de los elementos que van aunándose hacia un final obvio, la estructura narrativa simplemente nos presenta un cuento que poco valor tiene. No es una cuestión de tener que ser profundos a toda costa, que bien claro quede, sino que delante del análisis del producto en cuanto narración poca fuerza se nota y, una vez acabada la visión, no nos queda mucho sino los recuerdos de unas imágenes, eso sí, muy hermosas. Efectivamente, todo puede resolverse en pocas palabras (aquel high concept): hay monstruos, se pegan. Intentar descubrir algo más en el resultado final no nos lleva a ninguna parte y los protagonistas, tanto humanos como no, parecen estar allí simplemente porque se les necesita desde un punto de vista chirriantemente mecánico y no fluido.

Decepcionante, también, resulta el título, completamente errado. Esta es una película de King Kong en la que Godzilla solo aparece unos pocos minutos. Y, si bien la parte del mono resulta ligeramente divertida, todo lleva a una consideración sobre qué tipo de producto se nos está proponiendo. Muy superficial, un poco banal, quizás (como decimos los que hablamos inglés) by the numbers dentro de un esquema con casi ningún nivel de lectura más profundo. Es una visión que nos recuerda a aquellas obras (juguetes, canciones, etc.) que forman parte de la producción de contenido (pop, por supuesto) que solo sirve para que un franchise siga vivo, sin que se dé demasiada importancia a la posibilidad de proponer algo capaz de estimular la imaginación del público. Poco importaría, quizás, si la parte de escapismo por lo menos resultara interesante, poco llena de clichés, pero tampoco el resultado poca fuerza tiene desde este punto deo vista. No es que sea mala, no es que sea buena, simplemente es algo de l que nos vamos a olvidar muy pronto.

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Ficha técnica:

Godzilla y Kong: El nuevo imperio (Godzilla x Kong: The New Empire),  EUA, 2024.

Dirección: Adam Wingard
Duración: 115 minutos
Guion: Terry Rossio, Simon Barrett, Jeremy Slater
Producción: Thomas Tull, Jon Jashni, Brian Rogers, Mary Parent, Alex Garcia, Eric McLeod
Fotografía: Ben Seresin
Música: Tom Holkenborg, Antonio Di Iorio
Reparto: Rebecca Hall, Brian Tyree, Henry Dan Stevens, Kaylee Hottle, Alex Ferns, Fala Chen

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