Reseñas de festivales
Good Kill
Ethan Hawke interpreta a un piloto estadounidense que vive en Las Vegas pero lanza bombas diariamente en el otro extremo del mundo, como parte de su compromiso patriótico con su país. Él, como muchos otros soldados, tiene la fortuna de poder permanecer en casa con su familia, mientras saben que su labor puede desintegrar comunidades enteras con sólo oprimir un botón.
Esta es la reflexión que Andrew Niccol quiere dejar en su película: los dilemas éticos y morales que los soldados tienen que sobrellevar y la forma en la que se enfrentan a estos, aún cuando no logran comprender del todo qué están haciendo al “gozar” de su vida, mientras la gente sufre y muere por una decisión que alguien toma por ellos y ante la que él no puede hacer absolutamente nada más que obedecer.
Muy avanzada y filósofica.