Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine

«Quiero hacer cine en contra de la omnipotencia de la televisión»
La Televisión fabrica olvido. El cine fabrica recuerdos – Jean-Luc Godard

Filmada en video y emitida tan solo una vez en la televisión francesa (TF1) un 24 de mayo de 1986 a las 20.30 hrs, Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine (Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma, 1986), nunca fue estrenada en cines y pasó prácticamente inadvertida desde entonces, hasta que fue recuperada el pasado festival de cine de Locarno y estrenada, posteriormente, en salas comerciales.

El proyecto tiene su origen en la petición del director y actor Pierre Grimblat a la TF1 en 1984 de la realización de un homenaje de la «Serie negra«, la colección de novelas policíacas que fundó Marcel Duhamel en la editorial Gallimard, en 1945. Tras la aceptación de la petición, la productora de Grimblat puso en marcha 37 películas para la televisión, que fueron emitidas en horario de prime time. La novela policíaca que adaptó Jean Luc Godard fue The Soft Centre, escrita por James Hadley Chase.

En Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine parece que a Godard lo que menos le importa es la trama que rodea al modo en que Jean Almereyda, un productor de cine venido a menos, consigue financiación para sacar adelante sus proyectos. Así la película se manifiesta como una lectura de enorme vigencia sobre el poder que todavía debía acaparar la televisión. Algo que se ha materializado en nuestros días y que se puede constatar a través de los grandes índices de audiencias diarios. Lo que no sabía Godard es que la televisión empezaría a engullir el cine pero de otro modo. Netflix, una plataforma de VOD, que hace series para televisión, ya produce películas también que se estrenan en importantes festivales de cine. Lo que muestra Godard en su película era solo el principio de lo que estaría por venir.

Godard propone un juego a través del uso de los fundidos encadenados y del montaje, como algo recurrente. Uno de los que más sugerentes es el que hay al inicio, cuando está pendiente una auditoría. El juego aquí está basado en los dos carteles de las películas que hay detrás del personaje, en sitios diferentes en los dos planos que se funden y alternan, una y otra vez. Las películas son La quimera de oro (1925) de Charles Chaplin y Un día de fiesta (1949) de Jacques Tati. Quizás sea este el modo en que Godard, mostrando pensativo a su personaje ante un incierto futuro, esté recordándonos que frente al auge de la televisión, el cine nos dio antes mucho más, aunque no deje de crecer, y tampoco pueda hacer mucho más frente al auge de la televisión, mucho más joven. De este modo, el cine se hace mayor frente a la juventud y posición dominante que estaba adquiriendo la televisión. Esta es la misma idea que se desprende en el momento en que alguien le dice al personaje al que da vida Jean Pierre Leaud (Gaspar Bazin), «te haces mayor«.

Godard, consciente de la importancia de la forma para expresar el fondo de una película, filma en formato de 1:33:1, y utiliza recursos que despiertan la conciencia del video y de las posibilidades que éste ofrecía. Así, se utiliza la pausa en la imagen, o incluso la función de cámara lenta, como si quisiera recordarnos que podríamos estar viendo una película con nuestro propio reproductor. Despierta así esa conciencia televisiva de la imagen, diametralmente opuesta a la cinematográfica. El uso del zoom con fines muy diferentes, por ejemplo, al que lo utiliza Hong Sang-soo, no hace más que subrayar esta idea. De la misma forma Godard también apela a la identidad de la imagen televisiva a través de esas franjas de colores tan características que en ese momento se veía tras el cierre de su emisión, de madrugada, logrando una metáfora a través de ellas que hace presentir en un determinado momento del relato que es la televisión la que llevará a la cárcel al personaje, sin que de este modo parezca que haya ningún tipo de esperanza para Godard.