Críticas
Una sociedad distópica
High-Rise
Otros títulos: Rascacielos.
High-Rise. Ben Wheatley . Reino Unido, 2015.
Ben Wheatley (A Field in England, 2014; Turistas, 2012; Kill List, 2011), ha logrado granjearse el gusto del espectador actual, volviéndose un director acreditado entre el público de Reino Unido, gracias a sus osados films y series de televisión. Su manejo del humor en los relatos violentos, además de la tensión que genera en las historias de terror, le brindan la posibilidad de llevar a pantalla grande una ambiciosa adaptación de la novela de culto de J.G. Ballard, Rascacielos, escrita en 1975. Es por lo tanto ésta, High-Rise, entonces, su primera película de alto presupuesto y con un reparto muy jugoso.
En este proyecto, Wheatley contó con la colaboración de Amy Jump, su esposa, para así emprender juntos la difícil tarea de escribir el guion adaptado y trasladar a imágenes los complejos e inteligentes conceptos ideados por dicho autor. Ya anteriormente, otros directores se encomendaron a la faena de reinterpretar las historias de Ballard en un lenguaje cinematográfico, tal es el caso de David Cronenberg con Crash (1996), causando une enorme controversia, o Steven Spielberg con El Imperio del Sol, (1987). Y podemos percibir, sin duda, el arduo trabajo que implica llegar a captar la verdadera esencia de una obra para plasmarla de manera asertiva e interesante; desgraciadamente, no siempre se obtienen los resultados esperados.
En High-Rise se vive la ley de la selva, es la lucha del hombre contra sus iguales, las escaladas sociales y la molestia que provocan, la pedantería de las clases altas y sus extravagancias, presentado a través de un caótico remolino narrativo. La idea original es una ingeniosa alegoría de una sociedad distópica, una crítica a lo absurdo de los valores trocados de la sociedad moderna, la metáfora de un desnivelado estado representado en pequeña escala, en un lujoso y sofisticado edificio, en el que hay de todo, desde supermercado, piscina e incluso, una escuela. Asimismo, en este rascacielos viven distintos tipos de personas, de diversas clases sociales, ubicados de acuerdo a su estatus. Se trata de un manifiesto sistema de clases. La categoría más alta está en los pisos elevados y, así, de ahí hacia abajo se van colocando los inquilinos.
El Arquitecto, un especie de Creador, el señor Royal (Jeremy Irons), se asume como gobernante o guardián del orden y vive en la última planta desde donde controla todo lo que sucede en su edificio, con la idea de que por medio de normas estrictas, la vida cotidiana se mantendrá en calma, y cada uno permanecerá donde pertenece. Sin embargo, algunos contratiempos en la instalación eléctrica hacen que los de los pisos de abajo reclamen sus derechos a mejores prestaciones por parte de sus arrendadores, desatando una revuelta social, un verdadero desorden en las entrañas del monumental condominio.
El doctor Robert Laing (Tom Hiddleston), es el nuevo propietario del piso 27, cercano a los de arriba, pero también a los de abajo. Pronto se involucra con Charlotte (Sienna Miller), su atractiva vecina del piso superior, y convive con algunos de las plantas inferiores, como Wilder (Luke Evans) y su esposa Hellen (Elisabeth Moss). Laing intentará poco a poco adaptarse al sistema, aunque está verdaderamente desconcertado por algunos de los sucesos que acontecen dentro de éste.
La historia original de ciencia ficción ubicaba la acción en el futuro, mientras que Weathley, por su parte, no define explícitamente la época. Se puede pensar que se trata de un tiempo impreciso, aunque estéticamente está ambientada en la década de los setenta: la ropa, los peinados, los automóviles y la decoración son, claramente, de dicho periodo. Asimismo la paleta de colores elegida, muy atractiva por cierto, se percibe cargada de naranjas, cafés y amarillos, nos remite a los años en que la novela fue escrita.
Por otro lado, las actuaciones son buenas en general, especialmente la de Evans en el papel de Wilder, parece ser él quien tiene mayores retos histriónicos, y vemos que en dicho aspecto hay un acertado trabajo de dirección, también se logró un resultado estupendo en la cinematografía, la estética visual y la composición de las imágenes, el manejo de las diagonales en la estructura arquitectónica del edificio. En otros aspectos, la música, a cargo de Clint Mansell, está bien seleccionada para la supuesta época retratada, canciones de Abba, primero en violines, y más tarde en un logrado cover de los mismos.
Sin embargo, es la adaptación del relato, en concreto, lo que no termina de convencer. Quizá Wheatley deseaba extraer el alma de la obra, exponer el concepto, no obstante, estructuralmente, no consigue elaborar un guion redondo, que atrape por completo la atención del espectador, con una esqueleto narrativo del todo coherente, sobre todo para quien no esté familiarizado con el texto original. Por tal motivo, se pierde mucho tiempo valioso en el planteamiento del conflicto, así que gran parte de la película se siente monótona y redundante e, incluso, desconectada. La significación y la idea, sin duda, son claras y se transmiten una y otra vez a lo largo del filme, sin embargo no ha sido suficiente. El rastro de comedia de humor negro no se encuentra, tampoco es un thriller que mantiene el suspenso por largo rato y, mucho menos, se proyecta como un género evidente de ciencia ficción.
A la postre, cuando en un momento dado, el descontrol esperado y la extrema violencia aparecen, estamos como espectadores sumidos en el caos total, pero ya no nos sorprende, porque se fue anunciando desde un principio, haciendo bastante predecible lo que ha de suceder. Y tal y como diría Thomas Hobbes, pensador enfocado principalmente en la filosofía de estado, “el hombre es un lobo para el hombre”, nos volvemos testigos de lo que la injusticia puede provocar, de las consecuencias del descontento de las masas y lo poderosas que éstas son si deciden unirse para exigir sus derechos, de manera desenfrenada.
Ficha técnica:
High-Rise / Rascacielos (High-Rise), Reino Unido, 2015.Dirección: Ben Wheatley
Guion: Ben Wheatley, Amy Jump (adaptación de la novela de J.G. Ballard)
Fotografía: Laurie Rose
Música: Clint Mansell
Reparto: Tom Hiddleston, Sienna Miller, Jeremy Irons, Luke Evans, Elisabeth Moss