Críticas
Para escapar de la hipnosis esclavizante
Hypnotic
Otros títulos: Hipnosis: Arma invisible.
Robert Rodriguez. EUA, 2023.
Esta es una película que se atreve a viajar por mundos paralelos, utilizando distintas herramientas relacionadas con la modernidad y la mente humana. Esto resuena con nuestras experiencias, conocimientos y curiosidades, ya que, a través de los tiempos, con base en sueños, ensoñamientos, imaginaciones, relatos, poemas, cuentos y encantamientos, los seres humanos han viajado por mundos variados.
Fue en el siglo XVIII cuando se empezaron a explorar modernamente las posibilidades la hipnosis, un fenómeno intrigante, cuyas raíces al parecer se remontan a civilizaciones antiguas, como las culturas egipcia y griega, donde se practicaba en rituales religiosos y curativos. La popularización moderna empezó con Franz Mesmer, un médico austriaco que introdujo el mesmerismo, como una especie de magnetismo animal que podía influir en la salud de las personas. Posteriormente, James Braid, descartó tal noción y propuso el término hipnosis, derivado del griego hipnos (sueño), enfocándose en los aspectos psicológicos del trance hipnótico. Posteriormente Sigmund Freud, utilizó la hipnosis en sus trabajos previos al desarrollo de sus teorías sobre la mente humana.
Ya en la modernidad las técnicas de neuroimagen y los estudios en psicología han permitido un mayor entendimiento de los procesos cerebrales involucrados en el estado hipnótico y han refinado su uso terapéutico en campos como la psicoterapia, el manejo del dolor y la modificación del comportamiento. De esta forma visualizamos el amplio rango de espectros de esta técnica, desde el campo de las prácticas místicas hasta el de los métodos científicos, de modo que las personas puedan trasladar su conciencia a situaciones del pasado, a traumas, a mundos imaginados y soñados, viviéndolos con impresionante realismo y obteniendo de estos viajes posibilidades de conocimiento, de resolución de traumas, de entretenimiento, de exploración.
Además de lo anterior, distintas especulaciones, basadas seguramente en experiencia reales, en datos tomados de experimentos probablemente peligrosos y arriesgados, han señalado la existencia, entre organizaciones secretas de espionaje de países avanzados, de sistemas de trabajo mental, en los cuales, bajo el control de ciertos científicos y de los que podríamos llamar aventureros y manipuladores de la exploración mental, se llega a dominar las mentes de personas, para convertirlas, a través de trabajos de acondicionamiento y de lavado, cerebral en esclavos. A estas personas se les puede llevar a ejecutar todo tipo de labores, desarrollando múltiples personalidades en las cuales se vuelven obedientes a agendas e intenciones que pueden ser muy perversas.
Atrapados por los condicionamientos, se puede llevar a que las personas se desajusten mentalmente, desarrollando, como mecanismos de defensa, precisamente, personalidades variadas, en las que son capaces de ejecutar instrucciones y órdenes y ajustarse a vivencias que no aceptarían bajo la conciencia normal.
Entonces estamos hablando de dos campos. En uno, las personas se dejan someter, conscientemente, a ser hipnotizadas, para trasladar su conciencia o su mente a vidas y a experiencias paralelas; lo hacen con fines terapéuticos, de entretenimiento, en busca de experimentaciones y experiencias variadas, sin que se trate de que el que domina la técnica de la hipnosis, llegue a manipular, para beneficio propio o para beneficio de otros, a los sujetos objeto de la experiencia hipnótica.
En el otro campo, las personas son manipuladas, sin que tengan clara conciencia de los impactos de la manipulación y se convierten en instrumentos y fichas, dentro de esquemas complejos y secretos, para realizar tareas, siempre relacionado todo esto con búsquedas de poder y de dominio para grupos ocultos y especializados que tienen objetivos también secretos. Ello con la posibilidad de que esto sea parte de programas desarrollados por entidades estatales. Se dice que durante la época nazi en Alemania se hicieron muchos desarrollos en estos campos y que esto ha sido continuado en países de la era comunista antigua y moderna y en los Estados Unidos.
La película se refiere a este tipo de experiencias y de manipulaciones. Se nos presentan de una manera compleja, plena de interfases, que hace al espectador objeto de continuas preguntas y de intentos por comprender la trama. Los protagonistas son un detective y una hábil terapeuta, experta en trabajo psíquico y mental. Los dos empiezan a interactuar, en busca de la solución del secuestro de la hija del detective y se va construyendo toda una saga de movimientos por mundos paralelos, con continuas dosis de retroalimentación, que generan inicialmente desconcierto y confusión. A medida que va transcurriendo la película, las cosas van tomando sentido de tal manera que los espectadores, los protagonistas y su entorno, van entendiendo cuál es el papel que juegan en un peligroso constructo de situaciones. En ellas se mezcla un vívido y riguroso realismo, con una sensación de fantasías sueltas y arbitrarias, dando lugar a escenas sorprendentes, a modo de thriller que nunca cesa, ya que lo que se resuelve, simplemente da lugar a un nuevo ciclo de misterio.
Entonces los personajes van viviendo historias que siempre son excitantes y desafiantes, que pareciera que van a llegar a un punto de estabilidad y de disfrute personal, pero que, en realidad, son la puerta de entrada a nuevos bucles, a nuevas revelaciones, a nuevas esperanzas de cierre de la acción. Pero esto no sucede, y vamos viendo cómo se va planteando la idea de que se va hacia un infinito de posibilidades, perdiéndose, de alguna manera, la esperanza de conseguir metas y desarrollos personales, de llegar a una natural estabilidad. En cambio, se tiene la certeza de ser parte de una espiral de acontecimientos controlados por una inteligencia arbitraria, a la cual no se tiene acceso.
En estas sagas los protagonistas tienen conciencia, como decían los antiguos, de que el mundo es un pañuelo, tal que nos vamos a encontrar recurrentemente a los compañeros de viaje y aventura. En este caso, simplemente se es sujeto de unas construcciones hipnóticas sin claro fundamento, sin clara finalidad, en las cuales los seres humanos quedan atrapados en un juego que no entienden bien y que causa desazón; cuando tratan de escapar, encuentran que la ruta de salida son nuevas entradas a laberintos sin fin.
Pienso que esta película es interesante, al plantear desesperanzas y angustias cuando la vida no está bajo el control de la conciencia personal. Es posible que existan o no, mentes perversas controlando a las personas, haciéndolas objeto de una programación mental y de una hipnotización individual y colectiva. Sin embargo, sí podemos plantear que algo está pasando en la modernidad, lo que se hace colectivamente es establecer unas narrativas dominantes, a modo de hipnosis colectiva, que llevan a las personas a actuar y a pensar como marionetas de la modernidad, recibiendo las instrucciones, hoy en día, a través de los sistemas de influencia sociales, periodísticos, políticos, de opinión y de las redes de información que son absolutamente prevalentes y presentes casi las 24 horas del día.
Justifica tomar conciencia del valor inmenso de la libertad individual, del notable valor del criterio personal y de la observación, del valor definitivo y esperanzador de las conversaciones ilustradas, para no caer en la locura hipnótica colectiva cada vez más prevalente. En este sentido, el cine puede convertirse en un vehículo para sembrar la libertad, la autodeterminación y el criterio personal; o en un instrumento hipnótico colectivo para esclavizar. Está en nuestras manos, al menos, ser observadores conscientes y, ojalá, sostener conversaciones, animadas por nuestro sentido de libertad, análisis y de observación, aprovechando que todavía lo podemos hacer.
Ficha técnica:
Hypnotic / Hipnosis: Arma invisible , EUA, 2023.Dirección: Robert Rodriguez
Duración: 93 minutos
Guion: Robert Rodriguez, Max Borenstein
Producción: Mark Gill, Racer Rodriguez, Robert Rodriguez
Fotografía: Robert Rodriguez
Música: Rebel Rodriguez
Reparto: Ben Affleck, Alice Braga, Hala Finley, William Fichtner, Dayo Okeniyi, J. D. Pardo, Jeff Fahey, Jackie Earle Haley