Reseñas de festivales
Incompresa
La mirada de Asia Argento hacia la infancia nada tiene que ver con la idea de búsqueda de recuerdos que añoran un tiempo feliz. Han pasado diez años desde que realizó The Heart is Deceitful Above All Things (2004). Un relato oscuro, en el que narraba cómo esa etapa de necesidad de protección, seguridad y dependencia se truncaba de forma cruel en la vida de un niño que, tras un largo periodo en casa de unos padres adoptivos, vuelve a vivir con su madre biológica, lo que le supondrá un abandono brusco de la inocencia.
Con Incompresa, Asia Argento vuelve a centrarse en los mismos conceptos de desarraigo familiar, pérdida de la inocencia y carencia del amor paterno, en una historia en la que resulta muy evidente el paralelismo con su propia vida. Ana es una niña de nueve años que vive dentro de una familia desestructurada, cuyos padres, pertenecientes al mundo del arte y la fama, en plena crisis matrimonial, anteponen sus propios caprichos y debilidades frente al bienestar de sus hijos. Aria se siente desplazada e ignorada y se refugia en la única relación en la que encuentra apoyo, la de amistad con una compañera del colegio. Todos sus intentos por llamar la atención de sus padres, incluso los más alarmantes, son en vano, y cuando parece que todo puede arreglarse, no hace más que empeorar.
En esta ocasión Argento ha querido tratar la idea del sufrimiento como consecuencia del ninguneo durante la infancia, desde el plano de la comicidad y el uso reiterado de un tono extravagante y alocado, que evita caer en todo momento en el oscuro retrato de su anterior film. Incompresa recrea todo un mundo infantil, pero también vidas caóticas, como lo es su propia estructura fílmica, que parece estar por encima de cualquier coherencia formal, dejando en el aire la cuestión de si esto es algo deliberado, como una opción estética que concuerda con la propia historia, o no es más que una manera caótica y desvencijada de hacer cine.