Críticas
El fluir de la existencia
Introduction
Inteurodeoksyeon. Hong Sang-soo. Corea del Sur, 2021.
Estamos ante la última obra del director surcoreano Hong Sang-soo que hemos tenido el placer de visionar. En la misma línea de sencillez que ha adoptado en sus más recientes películas, como La mujer que escapó (Domangchin yeoja, 2020) o In Front of Your Face (Dangsin-eolgul-apeseo, 2021), en esta ocasión continúa reflexionando sobre decisiones vitales, el desconcierto ante el futuro, la intransigencia de los mayores o el caos personal en el que se encuentran las nuevas generaciones. En blanco y negro y en tres capítulos, el autor rueda este filme entre Alemania y Corea. Destaca una mayor presencia de los personajes masculinos que en los dos últimos largometraje citados. El joven Youngho, interpretado por Shin Seok-ho, se erige en protagonista a través de las relaciones que mantiene con su padre (un acupuntor ciertamente distante), con la ayudante de este último, con su madre (una mujer impaciente en que su hijo desarrolle una faceta artística), con su novia Juwon o con su amigo más íntimo. También recibirá consejos y exabruptos de un actor de cine famoso que, al calor del soju, intenta indagar en la verdadera vocación del chico.
En Introduction seguimos bebiendo, comiendo, riendo, sufriendo… El realizador asiático no tiene prisa para sumergirnos en incertidumbres existenciales, en nuestras mejores o peores facetas; también en prejuicios que probablemente el cumplimiento de años mitigarán. Con sus característicos movimientos lentos de cámara y su particular uso del zoom, procede a encuadrar en mayor o menor lejanía emociones, gestos, carencias o preocupaciones. Unos zooms que funcionan como variantes del encuadre para dotar de importancia al tamaño de los distintos elementos compositivos. Oscilaciones que permiten dirigir nuestra atención hacia determinados focos de la pantalla. Un cambio de las pistas de profundidad que no alteran la posición del espectador pero sí la intensidad de los sentimientos que se transmiten. Dentro de la aparente sencillez que hemos comentado que rodea a esta obra, la misma termina creciendo de manera inmensa para acabar convirtiéndose en espejo de cualquiera de nosotros.
El maestro coreano no necesita más de setenta minutos para dejar testimonio de una época saturada de vacilaciones y en la que se carga con demasiadas piedras en la mochila. Confundidos, nos agarramos a varias adicciones para sobrellevar los rumbos azarosos y la soledad, nos apoyamos en cualquier relación que consiga despertar alguna pasión, a empresas audaces como meterse en el mar en pleno invierno o a la búsqueda de salidas nuevas que no se vislumbran en la tierra natal. La existencia del ser humano conformada como un trayecto sin reglas exactas. Los dados solo están lanzados en lo atinente al destino definitivo. Para su relleno contamos con demasiadas opciones y decisiones que configurarán el contenido. Opciones que pueden dejarse pasar o no. Tanto la acción como la pasividad conformaran el camino de cada uno. Jóvenes descubriendo y mayores elucubrando. Mientras pasa la vida, el director se esfuerza por mostrarnos las dudas de unos personajes, fácilmente extrapolables, para encontrar su lugar en el mundo.
El cine es arte y como tal, descubridor, caótico, imprevisible, a veces inexplicable. Resulta absurdo buscarle tres pies al gato. Es ridículo intentar desenmascarar cualquier misterio de un filme como si todo debiera encerrar un razonamiento lógico. El cine, al contrario que el teatro, posee el arma para acercar o alejar el escenario. El campo de acción del arte fílmico permite que la cámara proporcione una imagen totalmente diferente del mismo lugar. Lo que resulta accesorio o global se convierte en un instante en centro de interés esencial. Es justamente lo que consigue Hong Sang-soo con su manejo de la distancia con la cámara. ¿Y dónde podemos encontrar lo esencial? Quizás en dejarse arrastrar por el fluir del tiempo mientras nos sostenemos con aquellas personas que queremos en efusivos e intensos abrazos.
Seguimos centrados en el zoom. El coreano lo utiliza, ya se ha comentado, tanto para cerrar campo como para abrirlo. Sirva como muestra la escena inicial, con el progenitor sentado de espaldas. Tras rezar, ofrecer e implorar procede a levantarse mientras que se amplía su horizonte y sale de la habitación. También hemos destacado los pausados pero fluidos barridos de cámara. Consiguen ampliar nuestra limitada visión huyendo de la impaciencia y las prisas del mundo líquido en el que nos movemos. Nos acercamos a un director que a pesar de recurrir a la improvisación en el rodaje no por ello llega a resultar menos profundo. Al tiempo en el que sus criaturas se riegan con soju y aspiran humo con desesperación, continúan las elucubraciones sobre el bien y el mal, lo correcto o lo inapropiado, lo que asumimos como verdadero y lo que choca con nuestros particulares principios. Un cine que transita a soplos del deseo, de los vicios, de las incomprensiones y de los sueños.
Para acabar, nos gustaría destacar la calidad de las interpretaciones, a pesar de que se trabaja prácticamente sin guion y por ello, la espontaneidad y naturalidad resultan fundamentales (paradójicamente, la obra obtuvo el Oso de Plata al Mejor guion en el Festival de Berlin de 2021) . Unas criaturas que se dejan querer a pesar de todos sus defectos y que son encarnados por actores y actrices que saben deslizarse con la tremenda creatividad de Hong Sang-soo, un realizador que ahonda en lo más complejo de forma serena. Entre las últimas, entre las intérpretes femeninas se encuentra Kim Min Hee, pareja y musa de Hong Sang-soo, en un papel de pintora que destaca por su belleza. En esta ocasión, sobresalen las difíciles relaciones entre padres e hijos mientras los más jóvenes intentan trazar sus propios caminos. Entre tanto se ocupan las horas en conversaciones para discernir sobre la ficción y la realidad, sobre lo falso y el verdadero amor. Al tiempo que la compañía ha desaparecido de los lugares públicos a fuerza de epidemias, nos enfrentamos al crecimiento personal desde la lírica y el sufrimiento.
Tráiler:
Ficha técnica:
Introduction (Inteurodeoksyeon), Corea del Sur, 2021.Dirección: Hong Sang-soo
Duración: 66 minutos
Guion: Hong Sang-soo
Producción: Jeonwonsa Film
Fotografía: Hong Sang-soo
Música: Hong Sang-soo
Reparto: Shin Seok-ho, Park Mi-so, Kim Min-hee, Kim Young-ho, Seo Young-hwa, Cho Yun-hee, Ye Ji-won, Ha Seong-guk, Gi Ju-bong
Un acierto de artículo. Interesante, la autora conoce el cine de este señor con detalle y no muchas personas lo conocen a este nivel.