Críticas
La inquebrantable sensación de que el espíritu es fuerte y superior
Invencible
Otros títulos: Inquebrantable.
Unbroken. Angelina Jolie. EUA, 2014.
Esta es una de esas películas que mantienen la atención del espectador bastante atrapada por la rica combinación de temas que presenta, las cuales además tienen el atractivo de basarse en eventos de la vida real. Con frecuencia se dice que la realidad es más fantástica que la fantasía misma y este pudiera ser el caso de Invencible, en la cual se narran los episodios extraordinarios que vive el protagonista Louis Zamperini: en su juventud como hijo de inmigrantes italianos sujeto al matoneo de sus compañeros; como deportista de fama nacional que alcanzó, contra todos los pronósticos, a representar a su país como atleta en los juegos olímpicos de Berlín, antes de la Segunda Guerra Mundial; como tripulante de bombardero en dicha guerra en el Pacífico; como sobreviviente de una increíble odisea durante muchos días perdido con sus compañeros en el mar; como heroico prisionero de guerra en los campos de prisioneros de Japón; como atleta anciano que corre su última carrera olímpica a edad avanzada, poco antes de morir. Es todo un guion de vida, melodramático y notable.
Quisiera destacar la atención que se ha dado en la película a los detalles, algo que me atrevo a pensar tiene que ver mucho con Angelina Jolie en su papel como directora y actriz. Ella debutó en este rol en el documental A Place in Time (2007), que toca el tema de la forma en que se vive en veintisiete lugares del mundo, trabajo concebido para exhibición en la educación secundaria. En 2011, influenciada por sus experiencias como embajadora de Naciones Unidas, estrenó su primera película como directora (y guionista), The Land of Blood and Honey, que se refiere a los efectos del conflicto de Bosnia, contados a través de las historia de amor de una mujer bosnia musulmana y un hombre serbio. Pero su actividades como directora tienen una rica base experimental, dada la amplitud de roles y de películas en las cuales ha actuado. Su extensa filmografía, iniciada en 1982 a los siete años, incluye cerca de cuarenta y cinco películas y una cantidad muy importante de reconocimientos y premios.
Invencible nos lleva cuidadosamente por los caminos que conducen al heroísmo, caracterizados por la capacidad para enfrentarse a las adversidades, más allá del dolor, de las probabilidades y de las limitaciones. La cara del protagonista, Jack O’Connell, que ha sido objeto en la cinta de numerosos primeros planos, nunca cesa de sorprendernos con su aspecto sencillo y más bien humilde, de aparente debilidad. No es la cara del típico héroe protagonista, segura, atractiva, evidentemente fuerte y ganadora. Es una cara que recibe golpes sin medida. De hecho, en una de las escenas más impactantes, sus propios compañeros de prisión le golpean en el rostro, uno detrás del otro, como consecuencia de los perversos esquemas de tortura de su némesis, un suboficial japonés apodado el “Pájaro”, a quien la cara de Zamperini y su mirada, que sin ser desafiante muestra un resistente brillo de libertad y fe, saca de casillas una y otra vez. El “Pájaro” se acostumbra a golpearlo con un bastón, con cualquier absurdo pretexto, sin que logre apagar esa luz inagotable. Luz que eventualmente lleva al perdón.
La palabra inquebrantable se refiere perfectamente a estas capacidades de aguante, a estas energías inagotables que tienen ciertas personas, las cuales les permiten asumir el sufrimiento, sin que su ser interior sea destrozado. Me refiero al sufrimiento inexplicable, al que no tiene razón de ser, excepto el estar diseñado precisamente para romper al ser humano. Probablemente estas personas desarrollan estados de conciencia que les permiten transitar por los extremos de la desesperación y del dolor, pasando por ellos en forma inercial, casi automática, pero convencidos de que hay una salida, un triunfo, un logro, más allá del sufrimiento y que todo vale la pena al final.
Estas son las capacidades que desarrollan los atletas de distancias medias y largas. De ellos hacía gala Zamperini en sus tiempos de atleta, en los cuales, sacaba de esos lugares de su conciencia y de su energía interior, veloces piques continuos, ráfagas que le permitían superar a sus competidores cuando menos se pensaba. Aún superiores son las reservas de energía y de creatividad que tienen que tener unos náufragos perdidos en la inmensidad del Pacífico, para superar el hambre, la soledad, la sed, el calor, la desesperación, durante más de cuarenta días y lograr sobrevivir. En este caso, si bien el logro superior que aguarda es el de la vida, las probabilidades contra las cuales se trabaja son casi invencibles, excepto para seres inquebrantables.
La película es un drama que tiene que ver con la guerra. Muestra esas dos caras complementarias que hacen a la guerra a la vez atractiva y horrible: por un lado la muerte y el sufrimiento, la locura, la destrucción, los cuerpos apilados y los campos de prisión, la humillación de la derrota; por otro lado, la capacidad de supervivencia humana, la solidaridad, la creatividad, el diseño, la estrategia, el triunfo y sus alegrías. Todo ello se narra magníficamente en las escenas que se han filmado a bordo de un bombardero estadunidense, uno de cuyos jóvenes tripulantes es Zamperini. Se trata de un grupo de muchachos que viajan en uno de esos aviones B-24, fortalezas volantes llenas de ruidos, de vericuetos, de debilidades. Aparatos increíblemente peligrosos, pero fuertes, aparentemente inquebrantables, que traquetean en el aire, necesarios precursores de los aviones modernos, estos ya cargados de instrumentos y de automatismos, seguros y veloces, que estamos acostumbrados a ver en las películas y a utilizar, en sus versiones civiles, en nuestra vida actual.
La idea que tuvo Angelina Jolie al dirigir una película de este tipo, en la cual se mezclan la guerra y la resistencia humana al dolor y a la violencia, es “contribuir en el mundo con algo que nos recuerde la fortaleza del espíritu humano y la hermandad, la fe y todas las cosas que al final nos permitirán atravesar estos tiempos difíciles”. En verdad, estos son algunos de los poderosos sentimientos e inquietudes que se experimentan cuando se advierte la inquebrantable sensación de que el espíritu es fuerte, superior a la violencia.
Trailer
Ficha técnica:
Invencible / Inquebrantable (Unbroken), EUA, 2014.Dirección: Angelina Jolie
Guion: Joel Coen, Ethan Coen, Richard LaGravenese, William Nicholson. Basado en “Unbroken: A World War II Story of Survival, Resilience, and Redemption”, de Laura Hillenbrand
Producción: Matthew Baer, Angelina Jolie, Erwin Stoff, Clayton Townsend
Fotografía: Deakins Lenoir
Música: Alexandre Desplat
Reparto: Jack O'Connell, Garrett Hedlund, Domhnall Gleeson, Jai Courtney, Miyavi (Takamasa Ishihara), Finn Wittrock, Jai Courtney, Maddalena Ischiale
Invencible en aburrimiento y cursilería
Recién la enganche. Parece buena, lo que si noté es q no se bañan hace meses…..el tema q no hay ninguno con barba….detalle q no tuvieron en cuenta
Hermosa película vida durísima que tuvieron q pasar hay q tener esa valentia espíritu no es fácil realmente inquebrantable …me hizo llorar .aguantar torturas y demás …muy duro muy.. lo admiro lo aplaudo