Jack Reacher

Jack Reacher es una película que se sostiene gracias a Tom Cruise. Cuentan que se armó una polémica en torno a la elección del actor para dar vida cinematográfica al protagonista de la novela One Shot, escrita por Lee Child, cuyas características físicas distan de las de Cruise (altura, masa muscular, pelo rubio). Pero lo cierto es que si bien Cruise no es el tipo de héroe de acción a lo Willis o Stallone, desde hace varias películas viene demostrando una intensidad y determinación física que lo hacen bastante más creíble y realista que otros intérpretes del género.

Desde el inicio, Jack Reacher busca salirse de las convenciones del género y en parte de su metraje lo logra. Iniciando con una secuencia en la que un francotirador asesina a civiles inocentes, orquestada de una manera efectiva e impactante, la película arranca muy bien en su primer acto, cuando el supuesto francotirador es atrapado debido a una investigación y, a punto de ir a juicio para ser condenado, es golpeado y entra en coma; antes había sido interrogado  y solo respondió mencionando un nombre: Jack Reacher. A partir de ahí conoceremos al misterioso personaje (Cruise), que desde su primera aparición se gana al espectador. Reacher, un ex investigador militar que transita por la vida como un fantasma, sin identidad y sin poder ser encontrado, a no ser que él quiera que lo halles, es convencido por la abogada Helen Rodin (Rosamund Pike) para buscar pruebas y tratar de resolver el caso.

Uno de los problemas del guión –o tal vez un riesgo- es que al principio conozcamos la identidad del francotirador y esto nos deje con poco misterio, aparte de la duda sobre el móvil o el porqué de los asesinatos. Esto hace que el espectador esté un paso adelante de Jack y su investigación. Por otro lado, seguir la investigación de Reacher y sus deducciones es interesante, más por la fascinación que despierta el personaje que por sus descubrimientos, a pesar de que a medida que transcurre el segundo acto, el guión se va desmoronando lentamente hacia un tercer acto flojo que, nuevamente, es salvado por la intensidad de Cruise y unas pocas pero efectivas secuencias de acción.

También nos encontramos con un problema de tono. Como sucede con la recién estrenada Gangster Squad (Ruben Fleisher 2012), la película apuesta por el humor y cierta caricatura. No define si tomarse en serio la historia y al personaje. Por otro lado, es un acierto detenerse con detalle en algunos puntos de la investigación, como lo hace en la secuencia en la que se narra la reconstrucción de los momentos de la vida de las víctimas previos al incidente.

Pero lo que Jack Reacher pierde en su guión, gana en la puesta en escena de Christopher Mc Quarrie, que dirige las secuencias de acción con seguridad y claridad, obviando la música incidental en muchos momentos, dejando que el sonido impacte mucho más en el espectador. Se nota cierta influencia del western en el manejo de los tiempos, de los planos y en el tratamiento que los movimientos de cámara le dan a los personajes, como los travellings que descubren a los personajes, que recuerdan a Leone.

Tom Cruise se divierte en el papel, así como lo hacía en un rol similar en Knight and Day (James Mangold, 2010), y es consciente que su figura cinematográfica supera al personaje; estamos viendo a Tom Cruise haciendo de Jack Reacher y no a Jack Reacher, lo que, contradictoriamente, de ninguna manera perjudica al personaje, sino que le da cierta riqueza y elegancia que dudo que otro actor le hubiese dado.

Por su parte, Rosamund Pike demuestra una vez más ser una actriz muy limitada, mientras Herzog (sí, ¡¡¡el mismísimo Werner!!!) y Robert Duvall son secundarios de lujo. Pasándola bien, el primero como antagonista mafioso, y el segundo, como una especie de sidekick y pseudo figura paterna de Jack, que se inserta de manera inorgánica en el tercer acto. Richard Jenkins hace lo posible para dotar de cierta dimensión al padre de Helen, el fiscal Rodin, logrando que sospechemos de sus intenciones y sentimientos hacia su hija.

Con la idea de iniciar una franquicia cinematográfica, se puede decir que, a pesar de todos sus problemas, Jack Reacher es un  buen y efectivo entretenimiento que, al menos, deja al espectador con más ganas de ver una nueva aventura del personaje en la pantalla, siempre que sea Tom Cruise quien lo encarne.

Tráiler: