Críticas
El caminar de dos tiempos paralelos
Journey to the west
Xi You. Tsai Ming-liang. Taiwán, 2014.
Journey to the West abre con un largo plano secuencia de unos ocho minutos de duración. En él vemos el rostro de Denis Lavant encuadrado en un primer plano. Parece encontrarse tumbado o, al menos, en una posición de descanso. Probablemente, pocos rostros en el cine actual puedan aguantar un plano de estas características. Capaz de permanecer sin pestañear durante cerca de tres minutos, la cámara se regodea en el paisaje de su rostro, por el que llegamos a ver, incluso, cómo resbala una lágrima.
Dirigido por Tsai Ming-Liang y realizado con dos actores, el monje budista (Lee Kang Sheng, actor habitual de todas sus películas) y Denis Lavant, esta joya de cortometraje de 56 minutos de duración se encuentra basada libremente en el clásico de la literatura china que cuenta el peregrinaje del monje budista Xuanzang, que recorrió Asia durante 17 años, en busca del «vacío». Journey to the West supone la sexta entrega de la serie que Tsai Ming-Liang vino realizando desde 2011, pero esta vez deja tierras orientales y se adentra en Occidente, ya que la pieza se ha rodado entre el tumulto de gente de las calles de Marsella.
Compuesto por 14 planos fijos, a lo largo de los cuales vemos al monje budista caminar por una acera, hasta quedar frente a un maniquí totalmente estático, o en frente de una cafetería a un paso lentísimo, casi imperceptible. Al final nos damos cuenta que es evidente que sí hay movimiento y el monje avanza. Observar esta hermosa pieza puede provocar desesperación y angustia, pero sin duda nos lleva al terreno de la reflexión acerca de la naturaleza de las imágenes que nos muestra Tsia Ming-Liang. Ante cada nuevo plano, seguramente aquel espectador que ha conseguido introducirse en el universo propuesto por Ming-Liang, lo primero que hará será buscar entre la gente la túnica roja.
El acto del monje adquiere especial relevancia cuando se expone en el contexto de una gran ciudad, como Marsella. Es aquí, donde su determinación se revela como algo fuera de lo común, al contrastarla con la reacción de la gente con la que se cruza. Unos se quedan mirando, otros pasan y se terminan volviendo cuando han tomado conciencia de lo visto, otros se ríen, otros comentan algo con la persona que los acompaña, otros fotografían y otros se detienen directamente atónitos a observar.
Uno de los planos más largos y bellos del cortometraje es aquel en el que el monje baja las escaleras del metro durante 14 minutos. Se trata de un plano contrapicado rodado a contraluz, en el que la luz del sol de fondo dibuja la silueta del monje que ocupa el lado derecho del plano y de las escaleras, obligando a la gente a desplazarse hacia el otro lado. El tiempo, desde la posición del monje está detenido, al punto de permitirnos el privilegio de observar con pausa y detenimiento las motas de polvo que sobrevuelan la estancia en ese momento.
De esta forma, Tsai Ming-Liang ha conseguido una estética muy personal en cada plano. El color rojo de la túnica del monje brilla por encima del resto de los elementos que componen cada encuadre. Así, en cada momento en que está presente el monje budista, Tsai Ming-Liang ha captado con su cámara dos ritmos, dos velocidades diferentes, dos tiempos paralelos que transitan de la mano en el mismo encuadre, contraponiéndose a la vez el uno frente al otro y ofreciendo una dimensión de mayor calado, de mayor profundidad.
La idea que parece desprenderse es la del tiempo, su velocidad y la percepción que cada uno tiene del mismo. La vida en la gran ciudad frente a la propuesta de este monje que camina de ese modo. Se trata de entrar en la dimensión de la lentitud, de la contemplación, de la observación. Se trata de abstraerse de la velocidad y el estrés y participar de la reflexión acerca del tiempo que propone Tsai Ming-Liang.
Ficha técnica:
Journey to the west (Xi You), Taiwán, 2014.Dirección: Tsai Ming-liang
Guion: Tsai Ming-liang
Producción: Coproducción Taiwan-Francia; House on Fire / Neon Productions / Résurgences / Homegreen Films
Fotografía: Antoine Héberlé
Música: Sébastien Mauro
Reparto: Lee Kang-sheng, Denis Lavant