Críticas
Almodóvar y la muerte
La habitación de al lado
The Room Next Door. Pedro Almodóvar. España. EUA, 2024.
Supongo que con el tiempo, todos empezamos a ver la muerte de diferentes formas. Al comienzo está el miedo y la incertidumbre, pero el tiempo y las experiencias van cambiando nuestra perspectiva. Pedro Almodóvar nos ha invitado siempre a recorrer sus emociones y las formas en que ve la vida, y en el caso de La habitación de al lado (The Room Next Door, 2024), la muerte. La cinta nos habla de Martha (Tilda Swinton), una mujer que rechaza el tratamiento de un cáncer que la acosa, para terminar su vida cuando desee. Pero quiere una compañía, por eso llama a Ingrid (Julianne Moore), una vieja amiga con la que se reconecta y a quien le pide el favor de que la acompañe a una casa fuera de la ciudad y se quede en la habitación de al lado, para estar presente el día que finalmente suceda.
Más que hablar de la muerte y su doloroso proceso para los que quedan vivos, la película es un melodrama que nos invita a reflexionar sobre la amistad, el valor de los pequeños momentos, el arte en la vida y lo que dejamos atrás al acercarse el final. Ingrid casi funciona como un diario para Martha, que escucha con paciencia y cariño las historias de su amiga, los recuerdos que la inundan y la tranquilidad que tiene frente a la muerte que se acerca, en contraste con su amiga, que teme morir y hasta escribió un libro al respecto. Una aprende de la otra lecciones invaluables, ambas se alimentan mutuamente de su presencia, su paciencia y el amor que existe en la amistad, aunque el tiempo las haya distanciado.
Hace rato que Almodóvar nos viene demostrando su madurez emocional. Obviamente ya no es el mismo de Kika (1993) y Tacones lejanos (1991), y no me molesta, ni más faltaba. Y tampoco es que nunca hubiera tocado temas profundos ni hubiera llevado al espectador a reflexionar, solo que ahora eso está en la superficie, mucho más palpable y expuesto. En Dolor y gloria (2019) hasta el propio nombre lo dice, se pueden ver más claramente indicios de una madurez reflexiva y profundamente interesante de un director que siempre he admirado, que abre su corazón en una historia muy personal.
En Madres paralelas (2021) continuó su exploración antes de lanzarse al inglés, con los cortometrajes La voz humana (The Human Voice, 2020) y Extraña forma de vida (Strange Way Of Life, 2023), que se sintieron raros, como un bebé que aprende a caminar, a pesar de ser el GRAN PEDRO y que la estética era muy suya, pero el cambio de idioma no terminaba de convencer…
En La habitación de al lado ya lo vemos mejor adaptado a contar sus historias en otro idioma, cosa que nunca es fácil, conservando la estética que todos conocemos y amamos: sus colores, los primeros planos, la simetría, el ambiente melodramático, los diálogos… Y sin embargo, aunque es un guion escrito por él, no es una idea original, es una adaptación del libro de Sigrid Nunez, “Cuál es tu tormento”. Sin duda, hay mucha poesía en sus textos, pero es el guion más irregular en la carrera del director español.
Los flashbacks de la guerra, ese dato del carmelita homosexual y la aparición de John Turturro parecen situaciones anecdóticas, me atrevo a decir que se pueden cortar sin afectar mucho la cinta. Turturro trae explicaciones innecesarias, malogrando por momentos la construcción de ambientes y silencios que han creado las protagonistas. Se sienten más como escenas para alargar la duración de la cinta y no para profundizar en los personajes, es información que aporta, claro, pero sin mucha trascendencia o importancia.
Swinton y Moore hacen una gran combinación juntas. Aunque no logran ser memorables como las anteriores “chicas Almodóvar”, que marcaron la historia del cine en español (y mundial, probablemente). Son un dúo que funciona, emociona y transmite. Sus actuaciones son mesuradas, basadas en los silencios, las miradas y los pequeños gestos. Sus interpretaciones son suficiente razón para sentarse a ver esta cinta, es un deleite ver a semejantes profesionales inmersas y fluyendo en el universo del admirado director manchego.
La crítica (en general) ha amado esta cinta, finalmente le trajo un León de Oro en Venecia (algo que le estaban debiendo hace mucho) y se le auguran nominaciones en la próxima ronda de premios de Hollywood, pero el público no la ha recibido muy bien. En la taquilla española no debutó como se esperaba del “gran Pedro”, y el público ha sido más bien duro con sus reacciones. Quizás sea el propio Almodóvar quien nos acostumbró a otro tipo de historias, y sea “su culpa”, o la de las nuevas audiencias que ahora que lo descubren quieren algo más ágil, acorde a la velocidad del mundo contemporáneo. Los que lo hemos admirado siempre, que envejecemos junto a él, entendemos ese proceso, porque lo estamos viviendo, y sus reflexiones se sienten cada vez más cercanas.
Semanas después de haberla visto, sigo pensando en las repercusiones emocionales de la cinta. Si yo estuviera en la situación de cualquiera de las dos mujeres protagonistas, ¿lo haría? ¿Tomaría la decisión de cuándo y cómo morir? ¿O acompañaría a alguien cercano en este proceso, aceptando sus decisiones? Quizás eso fue lo que más me movilizó las fibras. Al final, no se trata de entender o cuestionar esas decisiones, sino de estar ahí, presente, sosteniendo la mano del otro (o la otra) en su propio proceso por la vida. Quizás de eso se trate todo esto, de brindar la mano y no soltarla, mientras cada uno construye su propia existencia. El amor es (o debería) ser así, la amistad igual, inclusive la paternidad/maternidad deberían ser eso, estar en la habitación de al lado, para el otro, en los momentos más duros y en los más felices.
Tráiler:
Ficha técnica:
La habitación de al lado (The Room Next Door), España. EUA, 2024.Dirección: Pedro Almodóvar
Duración: 107 minutos
Guion: Pedro Almodóvar
Producción: Agustín Almodóvar, Joshua Blum, Esther García, David Kajganich, Diego Pajuelo, Bárbara Peiró
Fotografía: Eduard Grau
Música: Alberto Iglesias
Reparto: Julianne Moore, Tilda Swinton, John Turturro, Alessandro Nivola, Juan Diego Botto, Raúl Arévalo, Victoria Luengo, Alex Høgh Andersen, Esther McGregor