Críticas
¡Perversión!
Las margaritas
Otros títulos: Las pervertidas, Locas margaritas.
Sedmikrásky. Vera Chytilová. Checoslovaquia, 1966.
Hay películas que se dejan ver ya que todo fluye y no es necesario que nuestra atención ponga al descubierto los mecanismos de participación activa. Frase quizás un poco difícil de entender pero que nos ayuda a dividir los productos culturales en aquellos donde el mensaje llega sin mostrar los engranajes de la estructura de diálogo y en aquellos donde es necesario cierto esfuerzo por nuestra parte. Nos referimos así, en el segundo caso, a aquellas obras que pueden parecer difíciles de entender, que nos empujan hasta los límites de la paciencia y que nos obligan a estar atentos, a aceptar nuevas reglas de comunicación, y a preguntarnos (algo que no podemos pasar por alto) si lo que se nos está ofreciendo es o no un elemento artístico con un valor no diminuto. Quizás sea una cuestión de hábito, o quizás se inserte en la dificultad que el instrumento narrativo mismo quiere poner en marcha, volviendo difícil de entender lo que efectivamente es un conjunto de episodios que se reducen a una serie muy simple de eventos bastante claros y escuetos en lo que a su valor de significado se refiere.
La visión de Margaritas se situaría, entonces, en el marco de una voluntad de jugar con la gramática fílmica, para reformular la sintaxis y proponer una lectura que se basa sobre la necesidad del esfuerzo por parte del ojo del espectador. Difícil resulta ser, por supuesto, acercarse con las mismas claves de lectura que nos ofrece el canon narrativo, ya que el juego estaría en mostrar una serie de acciones e imágenes dadaístas y surrealistas que tienen una relación con la historia del cine y, obviamente, con las experimentaciones de las vanguardias. Acercarse a este producto es, por esta razón, el hecho de aceptar el pacto que se instaura con el artista, la voluntad de empeñarse en una lectura profunda de lo que efectivamente es un juego estético superficial (lo que veo, lo que me presentan, lo que me regalan). O, con palabras más sencillas, hay que darse cuenta de que la visión de este producto no sigue los mecanismos normales de la narración y se basa en el juego de la figuras en movimiento, del montaje, del uso tanto del color como del sonido.
Y es, por supuesto, una obra que nos lleva a unas consideraciones de carácter social, cultural, sobre el significado de ser mujer y de cómo era (¿es?) necesario hacia el final de los años sesenta del siglo veinte intentar romper las barreras que bloqueaban el fluir de la libertad de mitad de la población humana. Una clave de lectura que pone de manifiesto una visión proto-punk que nos invita a analizar qué es efectivamente una mujer y qué significa no solo la liberación sexual sino, sobre todo, la liberación en cuanto elemento de afirmación de sí, demostración de que todo ser humano tiene derecho no tanto a la libertad absoluta, sino al reconocimiento de su existencia y de sus necesidades. Los hombres, entonces, nos convertimos en el blanco de unas risas que manifiestan nuestra desnudez ridícula así como la posible hipocresía de la sociedad. La rebelión de las masas femeninas es por esta razón un deber moral que se superpone a la ética indignación en contra de la muerte del pueblo en las guerras.
Obra de arte en el sentido de arte experimental, es también una obra de arte en el sentido de querer ofrecer algo para que el público pueda pensar, analizar la situación en la que se encuentra y llevar a que haya un cambio de carácter social y cultural. Hay que preguntarse si hoy una obra de este tipo todavía puede funcionar. Los cambios, dígase lo que se diga, en las sociedades occidentales han ayudado a poner en marcha una mejora de la condición femenina, por lo menos en su mayoría, mientras que, sí, en otras partes del mundo la mujer sigue siendo un ciudadano de segunda clase, un elemento al que está prohibida la educación y que solo tiene como objetivo parir (culpa no solo de algunos hombres, si así los podemos definir, sino también de aquellas mujeres que aman denigrarse a sí mismas y a sus compañeras). Solo se puede esperar que un día el significado de esta película tenga valor solo histórico y que nadie ya se escandalice de lo que una obra de arte puede hacer.
Ficha técnica:
Las margaritas / Las pervertidas, Locas margaritas (Sedmikrásky), Checoslovaquia, 1966.Dirección: Vera Chytilová
Duración: 74 minutos
Guion: Vera Chytilová, Ester Krumbachová
Producción: Rudolf Hájek
Fotografía: Jaroslav Kučera
Música: Jiří Šust, Jiří Šlitr
Reparto: Ivana Karbanová, Jitka Cerhová