Críticas
Ni al infinito, ni más allá
Lightyear
Angus MacLane. EUA, 2022.
Toy Story (John Lasseter, 1995) cambió el mundo de la animación para siempre. Toda esa historia de que los juguetes cobraban vida cuando su dueño no estaba presente fue algo fascinante. En esta cinta, Andy recibe de regalo de cumpleaños un muñeco del comandante espacial Buzz Lightyear, un personaje con el que quedó encantado después de haber visto la película. Lightyear (Angus MacLane, 2022) es esa película que Andy vio en cine y con este mensaje es precisamente con lo que inicia la historia. Es casi como una advertencia clara para que todos los que esperaban más del concepto de los juguetes se bajaran de esa nube de inmediato. Este largometraje animado es la historia del origen de Buzz Lightyear como personaje, que aunque ya se habían hecho en series y películas para televisión con el mismo concepto, esta es la primera para la gran pantalla, funciona como un “borrón y cuenta nueva” a esas otras historias. Y desafortunadamente les salió el tiro por la culata. Disney y Pixar no llegan ni al infinito ni más allá con un guion débil y enredado que recurre a la técnica del equipo de “inadaptados”, que ojo, es muy diferente a los “desadaptados”.
La cinta cuenta la aventura más importante del comandante espacial Buzz Lightyear (ahora con la voz de Chris Evans, el Capitán América) y su compañera Alisha Hawthorne (Uzo Aduba), quienes tratando de huir de unos alienígenas quedan atrapados en un planeta desconocido, todo por la terquedad de él. Esta va a ser la constante en toda la historia, un elemento repetitivo como muchos otros que ya se vuelven demasiado incisivos. Si bien los gags y leitmotifs son repeticiones, hay un límite para todo, especialmente cuando los bombardean en los primeros 20 minutos de la película.
Todo se siente casi como una necesidad de distracción para el espectador, para que se aleje del recuerdo de Toy Story y convencerlo de que lo que está viendo vale la pena. Ahí viene una secuencia muy estilo de Up (Pete Docter & Bob Peterson, 2009), donde los viajes espaciales de Buzz predominan, él insistiendo en su terquedad y el mundo avanzando, envejeciendo, dejándolo atrás… Y acá viene el famoso beso lésbico que tantos comentarios ha recibido y con el que aún se escuchan expresiones de sorpresa en la sala de cine, como si viviéramos en el siglo pasado.
Cuando al fin logra satisfacer su ego y lograr su objetivo, Buzz debe salvar a la comunidad que él mismo dejó estancada en ese planeta por el ataque de Zurg (en la voz de James Brolin), el famoso robot alienígena que ha sido su enemigo eterno, con la ayuda de una patrulla junior que es un verdadero desastre. Este es un combo de inadaptados (Que no se adapta o acomoda a las condiciones en que vive o a las circunstancias que le rodean) que tienen sobre sus hombros la responsabilidad de salvar a su mundo, muy a lo Guardianes de la Galaxia Vol. 1 (Guardians of the Galaxy Vol. 1, James Gunn, 2014), una técnica mucho mejor manejada por Marvel y que, a estas alturas, se siente desgastada y hasta cliché. Ninguno de sus miembros llega a ser tan entrañable, excepto tal vez SOX, un gato robot que se vuelve la única compañía de Buzz a través de los años. Ni siquiera el origen emocional de “al infinito y más allá” les alcanza.
En esta cinta conocemos finalmente quién está detrás de Zurg y por qué hace lo que hace, ahí es cuando el guion da un giro y se enreda sobre su propio eje. Se queda explicaciones confusas que, tal vez, son demasiado sofisticadas para una película dirigida principalmente a niños. Los adultos seguramente lo entenderán, porque claro, es evidente que se apela a la nostalgia de todos los que crecimos con Buzz Lightyear y amamos la saga de las cintas Toy Story… Y ahí está su pecado mortal.
Las comparaciones son odiosas, dice el refrán, pero es imposible no esperar más de esta cinta después de lo que los mismos Disney y Pixar nos han dado a través de los años. Nos tienen malacostumbrados y ellos mismos pusieron la vara muy alta. Pero la animación es impecable, de eso no hay duda. La evolución de la tecnología se ha enfocado en los detalles, haciendo que el movimiento del pelo y las texturas sean cada vez más reales, todo se siente muy hiperrealista.
El arte es impresionante, la creación de escenarios espaciales y personajes nuevos es un trabajo que se destaca. La música del fabuloso Michael Giacchino, en su séptima película animada del combo Disney–Pixar, hace que las escenas sean muy emocionantes, es su trabajo el que lleva la carga emocional cuando el guion palidece, evitando que el ritmo y la cinta en general caiga totalmente.
Lightyear no es ni tan entretenida ni tan encantadora ni tan original. Algunos expertos atribuyen el fracaso en la taquilla a que las últimas tres cintas de Disney fueron directamente a su plataforma (debido a la pandemia que nos encerró por casi dos años), “malacostumbrando” así a su audiencia. Creo que no hay justificación más ridícula, la comodidad de la casa es una cosa, pero no se compara a la experiencia en las salas de cine, especialmente para los niños.
El escándalo por el beso de dos mujeres (que no dura ni 5 segundos en pantalla) tampoco influye en la historia convencional por la que se decidieron, aunque sí afecta la taquilla por la prohibición de la película en varios países. Creo que hay que aceptar que esta película se quedó a mitad de camino en el horno, se siente incompleta, le faltó otra vuelta de tuerca para enamorarnos como lo han hecho tantas otras de la exitosa dupla Disney-Pixar. ¿Estarán perdiendo su toque mágico, o simplemente no les importa lo que pase con Buzz?
Trailer:
Ficha técnica:
Lightyear , EUA, 2022.Dirección: Angus MacLane
Duración: 100 minutos
Guion: Angus MacLane & Jason Headley
Producción: Pete Docter, Andrew Stanton, Galyn Susman, Michael Warch
Fotografía: Jeremy Lasky & Ian Megibben
Música: Michael Giacchino
Reparto: Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Soules, James Brolin, Uzo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock Jr., Angus MacLane, Bill Hader, Efren Ramirez, Keira Hairston