Críticas
Raíces
Madres paralelas
Pedro Almodóvar. España, 2021.
A nadie se le puede exigir la creación sucesiva de obras maestras. Tampoco a Pedro Almodóvar. El listón quedó demasiado alto con su anterior largometraje Dolor y gloria (2019). En esta ocasión, además de encontrarnos con un nuevo melodrama del autor en el que las protagonistas siguen siendo las mujeres, el realizador manchego nos ofrece, creemos que por primera vez, una obra también política y reivindicativa. Concretamente, sobre la memoria histórica, sobre el derecho de los perdedores o víctimas a recuperar su pasado. Una historia que apenas ha sido rescatada y cuyo olvido, a pesar del transcurso de demasiadas décadas, hace que muchos restos de seres humanos permanezcan enterrados en fosas comunes, en cualquier cuneta. Personas fusiladas en la guerra civil española que tienen hijos, nietos, bisnietos, cuya máxima aspiración, así se lo han prometido a sus mayores, es recuperar los cuerpos de sus seres queridos para que reposen con los suyos de una vez por todas. Junto a sus padres, junto con sus parejas, junto con sus hijos…
Sorprende este giro por preocupaciones hasta ahora ausentes en la narrativa almodovariana. Pero si buceamos en los frecuentes intertextos, ya sean cinematográficos, pictóricos, literarios o teatrales que el director suele incorporar en sus filmes, podemos detenernos en una de las novelas que aparecían en el escritorio de Salvador Mallo, el protagonista y alter ego del realizador en Dolor y gloria. Nos referimos a Ana No de Agustín Gomez Marcos. Una obra que se centra en la posguerra española desde el dolor y la dignidad de una madre que recorre el país siendo consciente de la multitud de fosas comunes que le rodean, en una de las cuales se encuentran su marido y dos de sus hijos.
Madres paralelas dirige su atención sobre dos mujeres que van a ser madres, Janis y Ana. La primera se encuentra feliz por ello. La segunda no tanto. Y el destino hará que las existencias de estas féminas se crucen para derivar en dolores eternos, en pérdidas inconcebibles, en renuncias dignas de personas coherentes con sus reivindicaciones y anhelos. Las raíces son demasiado importantes para dejar que deseos propios se interpongan en sus caminos para destrozarlas. Y las conductas no pueden derivar en negro cuando interesa o en blanco cuando no. La congruencia en la acción es una cualidad no demasiado extendida. Pero Janis, interpretada por Penélope Cruz, hace gala de poseerla por más que la pena se vuelva insoportable.
Sin dejar de prestar atención a las emociones en todo momento, Almodóvar se sumerge en un thriller de intriga e incluso en pasajes de contenido altamente documental, que abarcan en su conjunto, entre aperturas y cierres de puerta, cierta sobriedad que las alejan de cualquier ostentosidad. Por supuesto, sin descuidar en ningún instante el encuadre y la belleza de lo que se muestra en las imágenes. Porque todas las películas del autor llevan su sello único. Son reconocibles como propias con el simple visionado de cualquier fragmento. Y Madres paralelas no es diferente en ese sentido. No hay que olvidar que el autor sigue contando con su equipo habitual: José Luis Alcaine en la fotografía, Teresa Font en el montaje o Alberto Iglesias en la banda sonora.
Penélope Cruz nos regala otra interpretación espectacular, dirigida nuevamente por un experto en la dirección de actores y sobre todo actrices. Su intensa intervención desborda en calidad en todo momento: llorando, pariendo, cocinando, evocando las famosas rosquillas manchegas, fotografiando y también amando…En realidad, cuando más hemos disfrutado es cuando Penélope despliega todo su arte en marujear, atendiendo a cuestiones domésticas o culinarias. Sirva de muestra esa elaboración de una tortilla de patatas. ¡Qué grande! Es importante cómo se pelan los tubérculos, el grosor de sus láminas, el punto exacto de fritura… Para rematar en un ejemplar que por su aspecto sería digno de ganar en cualquier concurso en el que se presentara.
Pedro Almodóvar juega con la memoria histórica para introducir en su película la obra teatral de Federico García Lorca, Doña Rosita la soltera. Y como también hizo en Dolor y gloria, exhibe un monólogo, en esta ocasión a cargo de la actriz Aitana Sánchez-Gijón que encarna a Teresa, otra madre diseccionada que arrastra el peso del desasosiego por una vida que inició en la dirección equivocada. Madres y memorias colectivas que se adueñan de un filme para rematar en un epílogo liberador. ¿Cómo seguir adelante sin cerrar el pasado?
El único inconveniente que pondríamos al largometraje es su previsibilidad. Porque cada giro de guion se vislumbra siempre con anterioridad, lo que aleja un tanto de las emociones que se transitan. El director va introduciendo de forma dosificada ciertas pistas que indudablemente hacen pensar en la siguiente jugada. Y esta se produce. La intriga se aminora y un asomo de desafección aparece. A Almodóvar se le acumulan las ideas e intentar denunciar la violencia machista o el olvido de la memoria histórica, además de conformar complejos retratos sicológicos de madres diversas aparece como una tarea demasiado ardua que en algunos momentos pierde cohesión.
El director no desaprovecha la ocasión para saborear de nuevo sus propias raíces. Y en esta obra tampoco defrauda insistiendo otra vez en su origen manchego. Pueblos cuyos habitantes han envejecido y han sufrido el exilio de los más jóvenes, hasta derivar en esa España denominada “vacía” en la actualidad. Pero el realizador no pierde la oportunidad para Volver (2006). Cualquier excusa es buena y la que perfila este filme no es que sea solo buena, es que se manifiesta como necesaria. Resulta imprescindible que de una vez por todas se de voz a aquellos que han pretendido silenciar con la esperanza de que el paso del tiempo derive en olvido. Pero las raíces son demasiado importantes para que se dejen en el camino. Se impone, ya, la inmediata reparación a las víctimas y/o a sus herederos.
Tráiler:
Ficha técnica:
Madres paralelas , España, 2021.Dirección: Pedro Almodóvar
Duración: 123 minutos
Guion: Pedro Almodóvar
Producción: Remotamente Films, El Deseo, TVE
Fotografía: José Luis Alcaine
Música: Alberto Iglesias
Reparto: Penélope Cruz, Milena Smit, Israel Elejalde, Aitana Sánchez-Gijón, Rossy de Palma, Julieta Serrano, Adelfa Calvo, Ainhoa Santamaría, Daniela Santiago, Julio Manrique, Inma Ochoa, Trinidad Iglesias, Carmen Flores, Arantxa Aranguren, José Javier Domínguez, Chema Adeva, Ana Peleteiro