Críticas
Perro viejo, ¿nuevos trucos?
Matrix Resurrections
Otros títulos: Matrix: Resurrecciones.
Lana Wachowski. EUA, 2021.
Siempre es un placer para mí ver algo con la marca de las hermanas Lana y Lily Wachowski. Para bien o para mal, dan de qué hablar y provocan emociones en los espectadores. Matrix: Resurrections (2021) está lejos de ser la excepción, es más, podría ser la película más criticada de todas lo que han hecho, porque meterse con aquel gran clásico de la ciencia ficción que hicieron a finales del siglo pasado es como colgarse la soga al cuello. En esta ocasión, solo Lana se encargó de participar en esta cuarta parte de Matrix (1999) y no sale bien librada, la cinta tiene sus momentos de brillo y alcanza a ilusionar, pero termina cayendo estrepitosamente al repetir la misma fórmula que ya todos conocemos.
Toma un poco de tiempo entender la historia que nos proponen en esta ocasión: Keanu Reeves es Thomas Anderson, el creador de un videojuego muy exitoso llamado Matrix, que sobrevive a un intento de suicidio a causa de la presión de la fama. Anderson mezcló su vida real con la del videojuego y la fantasía empezó a poner en jaque su realidad, porque “eso es lo que hacen los artistas”. La productora del videojuego, curiosamente llamada Warner, le pide a Anderson una nueva versión de su gran éxito, lo que lo lleva a dudar, le pregunta a su psiquiatra (Neil Patrick Harris) y este le sube los medicamentos que está tomando, pero su obsesión con Tiffany (Carrie-Anne Moss), una mujer que visita a diario su café favorito y que es idéntica a un personaje del videojuego, lo hace preguntarse una y otra vez qué hacer. ¿Están queriendo borrar las secuelas de la exitosa película de 1999? ¿Quieren confundir al espectador, al igual que Anderson, y dudar de todo?
Es muy curioso ver a Reeves y Moss hablar sobre Matrix, este videojuego con de éxito mundial, es algo muy meta, algo que se refuerza con imágenes de las películas anteriores como si fueran parte del juego y una temática que se repite en la primera media hora de la cinta. Todo es un chiste interno, un loop permanente que habla de la presión que tienen por parte de Warner para hacer una cuarta parte, con o sin Anderson.
Una gran libretista alguna vez me recomendó hacer esto al escribir guiones: cuando tenga un problema en la vida real, hay que poner a los personajes a vivir lo mismo, a ver a dónde llegan. Esta idea fue claramente adaptada por los libretistas en esta cinta, pues la crítica es de frente y sin rodeos, esta cuarta parte no debería existir, pero es una realidad por presión de Warner. No todo puede ser burlas e ironías, los detalles van preparando el giro que va a dar la historia: la compañía de Anderson se llama Deus Machina, el gato del psicólogo se llama déjà-vu, y diálogos como “Siempre contamos las mismas historias con diferentes nombres, diferentes caras” anticipan el resto de la cinta, el mismo perro viejo con los mismos trucos.
Y así es que el pasado vuelve a colarse, resucitado, con personajes conocidos pero envejecidos y situaciones que suenan muy familiares. Este es el viaje del héroe acobardado y víctima de la tecnología, porque tanta pantalla verde hace que los lugares y las legendarias escenas de acción se sientan falsos y confusos, las escenas de acción parecen un mar de zombies que atacan sin compasión al nuevo equipo que acompaña a Neo y Trinity, junto con un exceso de cámara lenta y desenfoques que hace parecer todo desordenado y excesivo.
Y a la vez, es una queja a la tecnología y la modernidad de los veinte años que han pasado desde la primera cinta, cuando buscaban innovar utilizando un círculo hecho de cámaras fotográficas para crear los trucos que los llevaron a ganar cuatro premios Oscar. Ahora los superpoderes de Neo son un derroche de computador que le dan unos aires de Superman innecesarios, reduciendo las esperadas escenas de pelea a algo simple, aburrido y olvidable.
Y de nuevo, la base de todo es el amor, que es lo que las Wachowski han hecho en su carrera audiovisual. Está hasta en la dedicatoria de la cinta (“El amor es la génesis de todo. Para papá y mamá”). Neo y Trinity siguen siendo el ying y el yang, uno no existe sin el otro, son el motivo y el motor, pero ahora con un pequeño cambio. Las cartas se dan la vuelta, es Neo quien tiene que creer en Trinity y tener fe. Él ya no impone las reglas, ya no manda como antes. Ahora tiene que adaptarse al cambio, así como los espectadores deben acostumbrarse a este extraño híbrido que tiene mucho de nostalgia e ironía, que no son suficientes para sostener las más de dos horas de la cinta.
Pero, aunque cae en obviedades y con sus comentarios punzantes y sin rodeos muerde la mano de quien le da de comer, sigue siendo una crítica aguda al estado actual del cine: repetido, reencauchado, usando viejas fórmulas y reviviendo extintos dinosaurios audiovisuales en busca de la explotación de la nostalgia y la mina de oro después de la taquilla. En ese sentido, la crítica que presenta Matrix: Resurrections tiene un gran valor. Lana Wachowski es como la niña de colegio que no quiere hacer su tarea, pero la hace porque le toca, y además se lo muestra al mundo entero para que quede constancia.
En lugar de dejar que alguien más haga de su creación un adefesio -así como cuando Antonio Banderas cantó la canción de Jorge Drexler en la entrega de los premios Oscar-, ella prefirió tomar cartas en el asunto y ponerle la cara. Y eso se resume en la escena poscréditos, que habla de cómo las tendencias en redes nos han devorado, coronando videos de gatitos por encima del esfuerzo y trabajo de un equipo gigante de producción que se toma años haciendo una cinta que fracasa en la taquilla y es descargada ilegalmente por millones. ¿Y cuál de los dos productos es mejor? Que entre el espectador y escoja.
Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=itb22bV_rH0
Ficha técnica:
Matrix Resurrections / Matrix: Resurrecciones , EUA, 2021.Dirección: Lana Wachowski
Duración: 148 minutos
Guion: Lana Wachowski, David Mitchell, Aleksandar Hemon
Producción: Lana Wachowski, Miki Emmrich, Christoph Fisser, Garrett Grant, Grant Hill, James McTeigue, Henning Molfenter, Karin Wachowski, Charlie Woebcken
Fotografía: Daniele Massaccesi, John Toll
Música: Johnny Klimek, Tom Tykwer
Reparto: Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Yahya Abdul-Mateen II, Jonathan Groff, Jessica Henwick, Neil Patrick Harris, Jada Pinkett Smith, Priyanka Chopra Jonas, Christina Ricci