Cinevirus
Memoria y libertad
El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi, Argentina, 2017)
En el año 1999, Jaime muere en un accidente. Muchos años después, un amigo de Jaime le confiesa a su hija que cuando ella nació, una parte de su padre murió para siempre. ¿Qué secretos yacen tras el silencio que deja la ausencia de una persona? A través de videos caseros y entrevistas, Agustina Comedi retrata la vida de su padre, en un acto terapéutico que habla tanto de ella como de quien le dio una cámara por primera vez, y a quien dedica este documental como un homenaje a la libertad del deseo.
Jaime filmaba todo, absolutamente todo. En las cintas de VHS y 8mm quedaron plasmados un sinfín de recuerdos predilectos de una familia, desde eventos íntimos y fiestas hasta viajes a Europa o Disney, que forjaron el testimonio de una vida y de sus momentos más importantes. Es a través de estas imágenes y fotografías que la directora se enfrenta a la delicada tarea que supone reconstruir la vida de Jaime, quien además de padre de familia, en un paralelo oculto, fue pareja de Néstor por muchos años, militante político y parte de la comunidad LGBTI cordobesa.
En la película existe una doble mirada. Por un lado, mediante los ojos de Jaime, percibimos al hombre detrás de la cámara, su fascinación por querer inmortalizar el tiempo a través de la mirilla. Por el otro, el montaje y la narración en off que acompaña el relato permiten vislumbrar aquello que quedaba fuera de cámara, una lágrima, un lamento, un anhelo. La conjunción de ambos elementos narrativos evoca la presencia de un momento en la historia marcado por las músicas de Queen y la epidemia del sida, que se llevaba en silencio a tus seres queridos. Las conversaciones con los amigos y conocidos de Jaime ilustran una persona más allá de su pasado personal, pues abarca además la esfera pública que lo había albergado. Jaime vivió en una época política conflictiva, en plena dictadura militar argentina, donde las disidencias sexuales no tenían cabida alguna. La discriminación, la intolerancia y el miedo eran constantes en una comunidad que no podía hablar, que debía refugiarse para no morir y callar para sobrevivir.
En El silencio es un cuerpo que cae, Comedi interpela a su propia fragilidad e indaga en las intimidades de su familia y en los secretos del silencio para recuperar, no solo la memoria familiar, sino también la historia de un colectivo preso de los mandatos sociales de una época.
Enlace: https://vimeo.com/ondemand/elsilencio
La flor (Mariano Llinás, Argentina, 2018)
Escrita y dirigida por Mariano Llinás, La flor se compone de seis episodios inconexos que se configuran mediante una estructura atípica en forma de flor. Como lo explica el propio Llinás, que aparece en pantalla un par de veces, los cuatro primeros episodios no se resuelven y acaban en el momento climático del relato. El quinto episodio es el único con un principio y un final, y el sexto y último episodio se asemeja a un epílogo que cierra una de las historias de esta película de casi 14 horas de duración.
La flor es una obra audaz y singular por donde se la mire. Partiendo de su extensión, responde con ironía al consumo frenético y compulsivo de series, donde las cadenas de streaming se encargan de poner a disposición temporadas enteras para su visualización maratónica. Sumado a este ocio programado, el consumo de videos de pocos segundos, que aparecen y desaparecen con el desplazamiento del dedo, configuran un nuevo modo de observar imágenes, donde una película de semejante duración es un acto de resistencia que discurre sobre el tiempo. Por otro lado, cada episodio explora las formas cinematográficas de los distintos géneros que abarca, desde el terror de clase B o el musical hasta las novelas de espías y narrativas experimentales, generando rupturas que derriban cualquier concepción previa que se podría tener acerca de la manera de narrar y de hacer cine. Uno de los episodios, incluso, juega con el metalenguaje de la propia película, y con un humor irónico y jocoso, se burla de la locura que alimentó su propio rodaje.
Así como cada historia rastrea las posibilidades formales con atrevimiento y despreocupación, porque las restricciones y limitaciones se subsanan con recursos ingeniosos, las tramas que se desprenden nos permiten viajar alrededor del mundo, de Siberia a la Pampa argentina, pasando por las principales capitales europeas. Al libertinaje creativo de Llinás, le acompaña el colectivo teatral Piel de Lava, integrado por Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes, que deleitan con sus interpretaciones de los diversos personajes en cada episodio.
Lejos de suponerse interminable o fastidiosa, La flor es un manifiesto provocativo contra el cine que se parodia a sí mismo y establece, en cada parte, una relación afectiva con aquel espectador dispuesto a encararla, mérito del trabajo colectivo y la soltura de sus autores.
Enlaces:
La Flor – 1ª Entrega
La Flor – 2ª Entrega
La Flor – 3ª Entrega
La Flor – 4ª Entrega
La Flor – 5ª Entrega
La Flor – 6ª Entrega
La Flor – 7ª Entrega
La Flor – 8ª Entrega