Críticas
Cuando Carl encontró a Sigmund
Un método peligroso
A Dangerous Method. David Cronenberg. Canadá-Reino Unido-Alemania-Suiza, 2011.
La historia que relata Un método peligroso se remonta a comienzos del siglo XX, ocurre entre 1904 y 1913 y tiene unos protagonistas bien definidos, Carl Gustav Jung (Michael Fassbender), Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley), cuya relación terminó de configurar el moderno psicoanálisis. Ahora bien, la producción de esta película también tiene su propia historia: Christopher Hampton escribió un primer guion hace diecisiete años, centrado principalmente en el personaje de Sabina, pero, como no llegó a filmarse, decidió transformarlo en una obra de teatro, The Talking Cure, que se estrenó en Londres, en 2002, con Ralph Fiennes en el papel de Jung. Después, Hampton elaboró un nuevo guion basándose en su propia obra de teatro y en A Most Dangerous Method, una narración de John Kerr. Finalmente, el proyecto llegó a manos del director canadiense David Cronenberg, que ha desarrollado el tema de la locura en buena parte de su filmografía, en títulos como Inseparables (Dead Ringers, 1988), El almuerzo desnudo (Naked Lunch, 1991), Crash (1996) y Spider (2002), aunque en los últimos años ha dado un giro hacia propuestas menos radicales, como las que encontramos en Una historia de violencia (A History of Violence, 2005) y Promesas del Este (Eastern Promises, 2007).
Un método peligroso es una película interesante en la carrera de Cronenberg, ya que recupera una antigua obsesión (la locura y la patología) y la cruza con el estilo narrativo que predominaba en sus dos anteriores filmes. De hecho, la presencia de Viggo Mortensen no es casual, si bien en esta ocasión, aunque encarna al propio Freud, su papel no deja de ser el de un secundario de lujo, ya que el protagonismo recae en el doctor Jung y su paciente Spielrein. Y aquí es donde Cronenberg ha optado por sorprendernos, al presentar esta historia en un estilo clásico, neutro, a pesar del tema y de los personajes.
Aunque el director no carga las tintas en la recreación histórica, esta, desde luego, no pasa inadvertida, ya que, en cierto modo, Un método peligroso presenta un mundo que todavía no ha perdido la inocencia. Es más, el metraje acaba justo antes de que comience la Primera Guerra Mundial, antes del nazismo, antes de que Sabina y Freud, que son judíos, vivan en primera persona los grandes horrores del siglo XX. Jung, en cambio, se mantiene al margen por diferentes motivos: porque es suizo, porque su mujer es rica, porque no es judío (esta condición la subraya Freud en una de sus conversaciones en Viena). Resulta muy interesante la breve aparición del personaje de Otto Gross, interpretado por Vincent Cassel, ya que debemos entenderlo como una especie de alter ego del propio Jung, alguien que no está atado por ningún tipo de convencionalismo social.
Es verdad que la película trata muy por encima el método del psicoanálisis, pero no menos cierto es que disecciona a la perfección la relación a tres bandas que se da entre los protagonistas. Jung y Sabina, en primer lugar; Jung y Freud, en segundo; y, finalmente, Sabina (ya curada y convertida ella misma en psiquiatra) y Freud. Es más, la última es la única relación que se establece entre iguales, entre colegas, ya que entre Sabina y Jung existía una relación médico/paciente, y entre Freud y Jung siempre hubo una relación mentor/alumno. Freud quiso mantener con Jung esa distancia, a pesar de que había visto en él a su continuador más aventajado. En un momento dado, el psiquiatra vienés se niega a contarle a Jung uno de sus sueños. Jung, en cambio, transgredió la relación con su paciente y acabó formando parte de los juegos sadomasoquistas de Sabina.
Acaso pueda parecer una película pequeña y poco ambiciosa, fundamentalmente rodada en interiores y basada en diálogos, lo que le confiere cierto regusto teatral, pero Un método peligroso cuenta con magníficas interpretaciones. Destacan Fassbender (sin duda, 2011 ha sido su gran año) y Mortensen como elegantes y circunspectos psiquiatras, pero el papel de Keira Knightley muestra una verdadera evolución (desde la sobreactuación necesaria del principio a la contención melancólica reflejada hacia el final). No en vano, el personaje de Sabina Spielrein es el auténtico descubrimiento del film, ya que fue ella quien le señaló a Freud el lazo indisoluble que existía entre el sexo (eros) y la muerte (thánatos).
Premios: Premio al Mejor Actor (Michael Fassbender) del London Critics Circle, de Los Angeles Film Critics Association y de la National Board of Review; nominada a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Actor Secundario (Viggo Mortensen) y nominada al León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.
Trailer:
Ficha técnica:
Un método peligroso (A Dangerous Method), Canadá-Reino Unido-Alemania-Suiza, 2011.Dirección: David Cronenberg
Guion: Christopher Hampton
Producción: Jeremy Thomas
Fotografía: Peter Suschitzky
Música: Howard Shore
Reparto: Michael Fassbender, Keira Knightley, Viggo Mortensen, Vincent Cassel, Sarah Gadon, André Hennicke, Mignon Remé