Entrevistas 

Miki Polonski, director de Shmama

Miki Polonski
Miki Polonski, Pardi di Domani / Pardino di Argento SRG SSR, por Shmama (Israel, 2017)

Shmama es el nuevo cortometraje de Miki Polonski, que llegó a presentar su trabajo Ten Buildings Away, en la edición de Cannes 2015 (Cinéfondation). Después de proyectarse en el Festival de Jerusalén, Shmama ha cosechado el Pardino d’Argento SRG SSR en el Festival de Locarno.

Shmama es una historia sobre personajes anclados a un pasado, incapaces de remontar el vuelo, con una puesta en escena basada en un estilo con movimientos de cámara muy lentos que ahonda en la psicología de sus personajes, con la intención de dar forma a una historia universal, como su propio director nos indica.

EL ESPECTADOR IMAGINARIO ha entrevistado al director israelí, Miki Polonski, con el siguiente resultado.

 

Raúl Liébana (RL): El cortometraje «Shamma» se abre con un plano del desierto, rodado desde el interior de un hotel. Este plano es muy simbólico con respecto a lo que veremos después. La idea que emerge aquí, es la de mostrar un espacio estéril, donde ya no crece nada, o donde quizás –no sabemos–, dejó de crecer, como paso previo a lo que vendrá después. ¿Le gusta establecer este juego-diálogo con el espectador a través del simbolismo de las imágenes?

Miki Polonski (MP): No creo que sea un juego-diálogo con el espectador. La propia imagen tiene una forma muy fuerte de crear un movimiento emocional que, de alguna manera, permite que el espectador sienta lo que vendrá más tarde, aunque no siempre es así. El simbolismo de las imágenes es más importante para mí que contar una historia. Las imágenes deben profundizar en el alma de los espectadores y liberarlos de cualquier concepción sobre la película, o del modo en que esta se supone que avanza.

RL: Shmama trata sobre la soledad a la que Leah se ve abocada, debido a la dificultad de reponerse tras el daño sufrido. ¿Le interesaba especialmente esta idea u otra idea diferente?

MP: Esta idea me persigue desde hace muchos años y en mis dos películas anteriores la he tratado. En Shmama quiero observar a las personas que están atrapadas en su pasado, en su destino geográfico. La soledad era lo único que les había dejado. Se dice que puedes escapar de la soledad o cambiar algo, pero creo que no puedes. La gente que me rodea nunca logra escapar. La soledad era más fuerte que ellos. Sentí que Leah y su hija vivían dentro de un acuario y que lentamente se van debilitando.

RL: El cortometraje no explica exactamente qué le sucedió a Leah, pero además de la soledad, también vemos que se enfrenta a la imposibilidad de seguir adelante, de entablar relaciones, de superar el pasado, entonces ¿usted no cree que sea posible superar el pasado por muy duro que sea este?

MP: Creo que el cerebro humano quiere fingir que es posible superar el pasado. Es más fácil respirar con esta idea. Nuestras personalidades están cubiertas de cicatrices. El lugar donde naciste y quienes se convertirán en tus padres dejarán tanto dolor dentro de ti que nada te hará crecer como alguien feliz. Por supuesto, esas personas son las que me atraen y son las que busco escuchar, de una manera u otra, en cada película que hago.

RL: A la hora de rodar, llama la atención en su estilo el predominio que hay en él en cuanto al uso de movimientos de cámara muy lentos, con los que se permite describir la mayoría de las situaciones, ¿usted cree que de este modo se puede profundizar más en la psicología de los personajes o tiene un objetivo?

MP: Trabajo sobre todo con el tiempo y el espacio. El movimiento de los personajes en mis películas es muy importante para mí, emocional y físicamente. Trato de darles tiempo y crear capas que muestren su relación con la naturaleza y su existencia espiritual. En esta película, la psicología de los personajes cambia lentamente, debido a su relación perdida, y la cámara se mueve hacia esos momentos.

RL: El plano secuencia del final del cortometraje es brillante, muy hermoso. Además de la planificación que hay en él, vemos cómo la música diegética explica en realidad la situación del personaje. ¿Cómo se rodó y qué le interesaba mostrar a través de él?

MP: No teníamos el dinero ni el tiempo para preparar este plano secuencia. Mi director de fotografía, Ilya Marcus, y yo tratamos de caminar por ese pasillo muchas veces y contar los segundos, mientras imaginábamos la canción en nuestra mente. Siento que fue un baile privado entre la cámara y Ahuva Keren, que interpreta a Leah. Después de algunas tomas encontraron el ritmo musical. Para mí, este largo plano secuencia, refleja el estado mental en que se encuentra Leah. Se puede sentir su miedo al inicio, luego, el orgullo cuando oye la voz de su hija, y al final, cuando la puerta se abre, la decepción cuando ve que su hija canta delante de unos cuantos ancianos.

RL: Como decía usted antes, le interesa trabajar sobre todo con el tiempo y el espacio. Una teoría, que no tiene por qué ser válida, pero ¿quiso mostrar a través de este plano secuencia una fusión de tiempo y espacio entre madre e hija, como si ambas se fundieran también?

MP: Sí.

Shmama, fotograma

RL: Su película es un retrato de la relación entre una madre y una hija (Leah y Meital), al fin y al cabo, dos mujeres atrapadas, como decía antes, en un acuario. Por otra parte, Leah piensa que no puede salir de ahí, no puede irse. Esta es una idea muy marcada en la película. De este modo, parece como si ella misma también se minusvalorase, ¿Cuál cree que es la posición de la mujer en su país?

MP: Hago un retrato de personas humanas que no pueden huir, que se subestiman. Su posición social no es solo en Israel, sino en todo el mundo. Esto sucede si no recibiste la genética adecuada, la piel o los ojos adecuados, si tus padres lucharon a lo largo de sus vidas apenas para comprar la comida y pagar el alquiler, es más probable que te infravalores. Así es como nos quedamos en un lugar que se dividió de una manera enfermiza, entre las personas que huyen de sus países, porque un día se despertaron y comenzó una guerra, y entre personas que se sientan, en otro país diferente, con su silla naranja mirando un verde lago y escuchando el movimiento de la hierba. Estas últimas, ni siquiera pueden entender por qué se supone que ayudan a esos que huyen para salvar sus vidas. La idea es que la gente piensa que es más importante que otra, debido a su color de piel, ubicación geográfica y dinero.

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