Críticas
Con ojos de niño
Milagro
Otros títulos: I Wish.
Kiseki. Hirokazu Kore-eda. Japón, 2011.
En un mundo como este, concebido, diseñado y pensado para los adultos, dos grandes etapas de la vida sufren una fuerte carencia de atención social: la vejez y la infancia. La primera se parece a un pariente aburrido, a veces lejano, con el que no queremos tener conversación alguna. La segunda, protagonista de este texto y de la película de Kore-eda, se presenta, la mayoría de las ocasiones, como el camino “inevitable” a recorrer antes de llegar al que puede ser el objetivo último de la existencia, ser adulto.
De poco han ayudado aquellos que califican a este primer período de tiempo como enfermedad pasajera. Es por esto que la infancia ocupa un lugar melancólico y a veces icónico en nuestras mentes, dejando atrás o deportando esa mirada de las cosas que únicamente puede tener un niño.
Hirokazu Kore-eda dirige esta película sin miedo a acercarse a la infancia y con ganas de aprender de la misma. Y esta inmersión se hace a través de dos hermanos, hijos de una pareja separada, alejados el uno del otro. Koichi vive con su madre y sus abuelos. Ryunosuke vive con su padre. El deseo de ambos es que la familia vuelva a estar unida y tal vez se lleve a cabo. La noticia de la inauguración del tren bala que une sus dos ciudades les llena de esperanza. Los hermanos creen que cuando se crucen los trenes se producirá un milagro. A partir de aquí, inician un camino acompañados de los amigos respectivos de Ryunosuke y Koichi que también presentarán sus deseos confiando que se cumplan.
Kiseki se presenta como una fábula, una suerte de cuento infantil sobre los sueños y anhelos de dos críos. Puede que, por este motivo, cueste verlo con los ojos adecuados, como sí lo hace su director. Kore-eda pone la cámara y esta historia a la altura de sus protagonistas para tratarles de igual a igual, consiguiendo comprender y entender, desechando el juicio de valor rápido y fallido. Kiseki saca a la luz un hecho universal: la niñez comparte unos rasgos comunes, sea cual fuera la procedencia y la cultura. Algo que también relata el documental de Thomas Balmes, Bebés (Bébé(s), 2010).
La película del realizador japonés trata un tema amable, con sus puntos divertidos y amargos. Esto hace que en el espectador aflore una simpatía natural hacia todos los personajes del filme, en especial hacia sus protagonistas. Y es aquí también donde la narración flojea. Porque la profundidad temática demostrada por Kore-eda en otros de sus trabajos se va diluyendo conforme avanza el filme hasta un final, por cierto, alargado en exceso.
No obstante, la cinta también está cargada de méritos suficientes que sostienen y ensamblan la obra. El ritmo cadente de la historia, el ambiente inocente logrado gracias a su puesta en escena o los elementos que circundan y complementan el relato son algunos de ellos. Y precisamente estos últimos, aunque parezcan menores, son los ingredientes que añaden fuerza y credibilidad a esta película sobre la niñez. El volcán vivo que escupe ceniza, los pequeños milagros que intuyen los niños sobre los trenes o la relación entre el abuelo y uno de los hermanos y el sueño del primero de fabricar nuevamente sus sabrosos pasteles… Su relación, de hecho, es la más interesante y sincera que aparece en el filme. Y es que tal vez los extremos de la vida (la vejez y la infancia) son los que mejor puedan comunicarse y entenderse frente a la incomprensión que les brinda el mundo adulto.
Kiseki es un relato sobre niños contado desde una óptica que bucea con igualdad, no queriendo ser superior ni aleccionador, ni mucho menos pedagógico. La reflexión sobre la infancia, sobre la pérdida de la inocencia y sobre la inquietud propia de esa edad está presente en el filme de una manera no forzada y realizada sin artificios. Y es sobre estas reflexiones y su manera de tratar a la infancia lo que llega a interpelar de esta cinta.
Pero esto no deja de ser una ficción. No nos engañemos, señores y señoras, nuestra etapa de iniciación y descubrimiento ha terminado, ya somos mayores. Entierren sus sueños y deseos, acurrúquense en su nido, allí se está calentito. Déjense llevar por la rutina, mézanse en el tsunami informativo, no tengan esperanza. Para qué entablar nuevas amistades, para qué atreverse a tener nuevas experiencias, por qué descubrir “nuevos mundos”. Milimetre sus acciones y pensamientos. No improvise, no tenga aventunas y por supuesto no sueñe. Si es así, si cumple con todas estas características no vea Kiseki, porque seguro ha perdido su lúcida mirada infantil.
Trailer:
Ficha técnica:
Milagro / I Wish (Kiseki), Japón, 2011.Dirección: Hirokazu Kore-eda
Guion: Hirokazu Kore-eda
Fotografía: Yamazaki Yutaka
Música: Quruli
Reparto: Ohshirô Maeda, Koki Maeda, Hiroshi Abe, Jô Odagiri, Yoshio Harada, Masami Nagasawa, Yui Natsukawa, Kirin Kiki, Isao Hashizume, Nene Ohtsuka.