Especial aniversario
Mis 5 fotogramas
01 The Sound of Music
Mi historia en el cine va más allá de mí. Durante años -todos, en casa- hemos sabido que el cine es parte de nosotros, como una familia cinéfila.
The Sound of Music es mi película favorita, sé todas sus canciones y a través de ella he cultivado un profundo amor por los musicales. Junto con esta se encuentra My Fair Lady, pero encuentro más valor en el musical con Julie Andrews porque todavía la veo y me dan ganas de llorar, y percibo el inmenso y casi imposible amor que sentían el Capitán Von Trapp, María y todos sus hijos.
En la foto: la familia Von Trapp cantando Edelweiss (una de mis canciones favoritas). Todo el cuadro en Technicolor.
02 Barton Fink
Cuando estaba en la universidad, llevé la clase de Lenguaje Cinematográfico y nos pedían realizar ensayos respecto a un director. Elegí revisar la filmografía de los hermanos Coen, acababan de ganar el Oscar con Fargo y pensé que no lo rechazaría el profesor. Mi sorpresa fue descubrir el lenguaje a través de sus ojos, de su ironía y sarcasmo audiovisual. Barton Fink es mi favorita: tiene a su personaje incómodo, sus chistes sobre el cabello, sus situaciones imposibles, una comicidad oscura y salvaje, y a mí me permitió abrir mis ojos para entender conceptos tan básicos como los planos o los movimientos de cámara.
En la foto: un plano donde se explora el calor del enojo, y la profundidad, tanto en la composición como en la desesperación misma de los personajes.
03 Ocho Mujeres
El cine francés ya había llegado a mi vida, pero mi conocimiento sobre directores de actualidad era nulo. Un día fui a ver 8 Women, película que me recomendó mi profesor de Lenguaje, bajo el argumento de que era musical. Corrí a verlo y descubrí la teatralidad del cine, y la magia del musical limitado. Además de que tuve la oportunidad de ver en escena a ocho extraordinarias actrices que jugaban a quién es el culpable con soberana maestría. Ahí me enamoré de François Ozon y sus comedias atípicas o sus complejas historias de amor y desamor.
En la foto: un número musical, donde el personaje de Isabelle Hupert interpreta un clásico de la chanson francesa, mientras coreografía con sus manos su profunda tristeza humana.
04 El topo
T
En mi búsqueda por encontrar mi cine, exploré muchos géneros, pero un día descubrí una película que hablaba sobre las películas marginales. Ahí llegó el amor por dos géneros: el cine documental y el cine de medianoche. Uno de los principales exponentes de este último es El Topo. Sus imágenes molestas a la vista, su intencionada contracultura, su psicomagia y el continuo reto lector que provee al espectador han hecho que pase a la historia y aún la veamos con mórbido interés pero, al mismo tiempo, con ganas de encontrar el sentido de la vida entre sus fotogramas.
En la foto: Jodorowsky (el protagonista) explicándole a su hijo que ya tiene 9 años y debe convertirse en un hombre, por lo que debe enterrar la fotografía de su madre y su oso de peluche.
05 My Bluberry Nights
Cierto es que de Wong Kar Wai me gustan mucho más otras películas (como 2046), pero puedo decir sin dudar que esta imagen con Rachel Weisz es mi fotograma favorito. Para mí, combina el amor que siento por los planos bellos, densos de información y color, con esa estética contemplativa y atiborrada, pero que -pese a su contraste y contenido- muestra un avasallante vacío, una tristeza inmensa y, al mismo tiempo, una luz de esperanza, donde estás dejando todo atrás y solo queda lo que hay hoy y lo que vendrá después. Con este director honkonés, comencé a apreciar el cuidado de la puesta en escena y la sutileza de la observación.
En la foto: Rachel Weisz toma una decisión importante en su vida, a punto de dejar todo atrás.