Críticas
Una mala noche la puede tener cualquiera
No matarás
David Victori. España, 2020.
David Victori vuelve al Festival de Sitges de la mano de No matarás. Fue allí donde hace cinco años estrenó el cortometraje Zero, producido por Ridley Scott y Michael Fassbender. Esta vez, el director presenta una producción de Filmax que cuenta con la colaboración de Televisión Española, Televisió de Catalunya y Movistar +. La verdad es que es un peliculón, un trabajo muy inteligente que provocó risas y aplausos en la sala del auditorio en varios momentos clave -imprevisibles o brillantes-.
El actor principal del filme es Mario Casas, a quien el 2020 -sorprendentemente por la situación de pandemia en la que nos encontramos- le ha sonreído. Ha protagonizado ficciones que le han permitido destruir el estereotipo de seductor y “malote” que le ha ido persiguiendo durante su carrera: Hogar (Àlex y David Pastor, 2020), El practicante (Carles Torras, 2020) y El inocente (Oriol Paulo, 2020).
En No matarás se transforma en Dani, un joven que trabaja en una agencia de viajes a media jornada y que cuida de su enfermo padre. No bebe, no fuma, no miente… no comete ningún acto por el que pueda recibir alguna clase de castigo o aviso; es un bonachón. Pero, ¿podría llegar a matar? La respuesta hubiera sido, sin duda alguna, que “no”… si su vida no se hubiera cruzado con la de Mila (Milena Smit). La noche que la conoce, su padre acababa de fallecer; su hermana Laura le había regalado un billete All around the world para dar la vuelta al mundo -porque su principal prioridad en los últimos años había sido su padre y se había olvidado a él-; y estaba cenando en un restaurante. Fue entonces cuando Mila se le acercó para pedirle un favor: que le pagara sus hamburguesas porque no tenía dinero. Y él, así lo hizo.
Este acto que puede resultar insignificante es el detonante del relato. A partir de este momento, la historia transcurre en tiempo real y se convierte en un clímax constante. Ya no hay tiempo para relajarse o tomar aire. Estáis avisados y avisadas: os sentiréis agobiados, atrapados y en tensión hasta después de que haya finalizado la película.
Es normal que la cara de Milena Smit no os resulte familiar (aún), pues es su obra debut. Antes de que David Victori la descubriera por las redes sociales trabajaba como recepcionista en un hotel. Pero a partir de este proyecto le espera una larga trayectoria actoral en la ciencia ficción. Su interpretación no ha quedado en la sombra de la de Mario Casas y ha conseguido brillar en todos sus aspectos. ¡Bravo, Milena! Ahora solo queda esperar para ver qué le depara el futuro profesional. ¿Quizás alguna nominación o algún premio a Mejor Actriz Revelación?
Del mismo modo en que han bordado las elecciones del elenco, han triunfado con el tratamiento sonoro. La banda sonora cautiva a la sala desde la primera escena, tanto por la elección de las canciones (cuando acabas la película te preguntas si ya estará disponible la lista de temas en Spotify) como por el uso narrativo que le otorgan. Los efectos de sonido y la música acompañan a las acciones y a los sentimientos de los personajes, ayudan al espectador a mantenerse inmerso en el relato e incluso son importantes para construir y conocer a Dani.
El inicio de la transformación que indudablemente sufre se marca cuando, tras la muerte de su padre, se mira al espejo y se quita los auriculares para conectar su móvil a un radiocasete. Durante su presentación le habíamos visto siempre escuchando música a través de los cascos, envuelto en sus pensamientos, serio. O más bien automático, caído en la rutina, sin aspiraciones ni sueños. Pero a partir del momento en que la obligación que le mantenía atado a su hogar desaparece, la música aumenta de volumen y se expande por todo el espacio. Puede abarcar más allá de las cuatro paredes que le rodean, puede atravesar las ventanas -ahora con las cortinas abiertas-, puede llegar donde quiera. Al igual que él, que puede rehacer su vida y conducirla hacia donde se proponga. Sin embargo, sus primeras vivencias como hombre independiente y valiente no son como esperaba. Aunque sale de su zona de confort, eso sí.
Las emociones y situaciones del protagonista se ensalzan con el tratamiento audiovisual: planos secuencias llenos de tensión, cámara subjetiva, primeros planos y cámara en mano. La fotografía se convierte en un elemento indispensable para la empatización con Dani y la experiencia inmersiva. Porque sí, si hay algún sustantivo que pueda describir No matarás es el de “realidad”.
No es para nada complicado verse reflejado en Dani, quien se mueve del mismo modo que nos moveríamos nosotros en una situación de miedo y agobio: baja las escaleras chocándose con las paredes, intercala la marcha rápida con algunos pasos corriendo, le tiembla el pulso al introducir la llave en la cerradura… No es ningún héroe ni pretende serlo. Es un joven común que se ha visto involucrado en una situación que se le va de las manos.
Esta película de David Victori pone a prueba a Dani, pero te podría pasar lo mismo a ti esta noche. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar si decides pagar la cena de Mila? Tendrías que actuar para sobrevivir. ¿Conoces tus límites? Esperando en la estación de tren, ¿nunca se te ha pasado por la cabeza el “¿qué pasaría si en algún momento me dejo llevar e impulsivamente salto a la vía?”? O estando de excursión por la montaña, ¿“¿y si me lanzo por el precipicio al vacío?”? Autocontrol. Todo depende de tu autocontrol.
Tráiler
Ficha técnica:
No matarás , España, 2020.Dirección: David Victori
Duración: 92 minutos
Guion: Jordi Vallejo, David Victori, Clara Viola
Producción: Castelao Pictures, Filmax, Movistar+, Televisión Española (TVE), TV3
Fotografía: Elías M. Félix
Música: Adrian Foulkes, Federico Jusid
Reparto: Mario Casas, Milena Smit, Joaquín Caserza, Victor Solé, Elisabeth Larena, Fernando Valdivieso, Albert Green, Andreu Kreutzer