Críticas

Cuando termina el amor

Nosotros

Helena Taberna. España, 2025.

Sin apenas avisar, de manera un tanto susurrante, lo que es una gran pena, llegó a muy pocos cines el estreno en la cartelera comercial de España de la última película de la cineasta navarra Helena Taberna. Un trabajo que con un estilo a contracorriente de los estándares dramáticos sobre el tema inabarcable del mundo de la pareja. La pieza sondea, desde una vertiente que se sitúa en el filo de la navaja, el desamor, las dudas, las insatisfacciones, las alternativas y el fin de una relación. Un asunto que parece tópico, construido con clichés y manoseado mil veces en la pantalla grande pero que todavía hoy (y mañana también) se sigue explorando aportando matices que giran alrededor del mismo asunto. La autora de Yoyes (2000, España) le da otros giros, buscando posiciones y puntos de vista enconadas y que hablan de desencanto, en una dimensión con pliegues al eterno conflicto adaptando la novela de Isaac Rosa Final feliz.

Nosotros (2024, España) es el título de la propuesta y te gana de entrada desde algo tan básico como el diseño del cartel. En él se ve a los personajes de la historia, Ángela (María Vázquez) y Antonio (Pablo Molinero), enfrentados en posición vertical. Se prescinde de la postura horizontal habitual, que es posible también tuviese un aire combativo, pero más plano. El afiche, con la colocación de la figuras y mirándose con desafío, nos aproxima al abismo de la infelicidad. Un descenso al infierno de la desconfianza y el desgaste que previene al espectador. Como diciéndole que los aspectos argumentales, en el terreno del amor y sus dificultades, agridulces, va a ser sinuoso y cara a cara.

El aviso está formulado desde la foto de promoción a modo de aviso pero las verdaderas e intensas (y creíbles) características de la película son su seña de identidad. Y el primer compás de la acción, situados en su vía constructora, transcurre en el interior de un cine y el personaje central, Ángela, está viendo una de las cimas de Roberto Rossellini, Te querré siempre (Viaggio in Italia,1954, Italia). Pequeña anécdota, pero inteligente referencia a la obra maestra de Rossellini, que bien analizada después de conocer el desarrollo del melodrama, se me antoja más poderosa y penetrante de lo que pueda imaginarse.

El amor y sus consecuencias, para lo bueno y para lo malo, no deja de ser una ruta serpenteante que se mueve entre libretos hilvanados sobre cuestiones sencillas intentando dejar una sensación de alivio y confortabilidad y pautas para conformar entramados de tono desapacible y tempestuoso sobre el inabarcable universo de las relaciones de pareja.

Ángela y Antonio forman un matrimonio, tienen una hija, que llegado al punto de la conquista social y un estatus cómodo en el terreno económico, su burbuja se ve atacada por una serie de brumas, entre ellas la incertidumbre laboral de Antonio, que afectan a la unión y obligan a un ajuste de la situación. Acuerdos/desacuerdos que se producen en un momento de crisis. Las crisis pueden ser pasajeras, aliviadas por sesiones de sexo reparador, que parchean el choque, pero a la larga no evitan el hartazgo y el cansancio. Es decir, el deterioro. Una erosión que puede ser irreparable.

En ese sentido, la película de Taberna, escrita con amargor, por cierto, muy apropiado, coquetea en términos de drama con Secretos de un matrimonio (Scenar ur dttäktenskap, 1974, Suecia) de Ingmar Bergman, en una esfera menos rigurosa y con una dramática más ligera de peso, pero que se adentra en los claroscuros de la relación con cierto colmillo.

Nosotros expone los vaivenes, las crestas y los valles en un matrimonio que empezó con el gas a tope de los impulsos iniciales, cuando todo es bello y apasionante, para rebajar el ímpetu poco a poco hasta llegar a un estadio donde surgen las discrepancias, los brotes dialécticos enfrentados y la aparición de terceras personas. Este último giro quizás demasiado forzado y esquemático.

Desde mi punto de vista, Helena Taberna, muy atenta a pequeños detalles de minuciosa parsimonia enfrenta a dos personas como espejo de algunas realidades que se dan hoy en día en el fragor del insondable e inacabable sentimiento (cambiante) del amor.

La directora navarra borda una historia común de erosión. Un avatar que llega un momento que sientes que todo se ha terminado y la ruptura es inevitable. Puedes intentar reflotar la crisis con excursiones a la playa para escapar de la asfixia y el desaliento. Cuando una relación está agujereada y por su grieta se escapa la ilusión, el cariño, la confianza, el respeto, entre otras emociones, no hay nada que hacer. El asunto se va a pique.

De estas cosas de la vida, de la rutina, de las costumbres, del trabajo, de compartir momentos y de buscar la satisfacción mutua y el paso del tiempo es de lo que habla Helena Taberna. Alude a otros apuntes que quedan como anotaciones al margen. Complementos que ayudan a equilibrar una historia cercana, sensible y humilde.

Tráiler de la película:

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Ficha técnica:

Nosotros ,  España, 2025.

Dirección: Helena Taberna
Duración: 94 minutos
Guion: Helena Taberna y Virginia Yagüe
Producción: Lamia Producciones, Vértigo Films, RTVE, ETB
Fotografía: Txarli Arguiñano
Música: Pascal Gaigne
Reparto: María Vázquez, Pablo Molinero, Isabel Ordaz, Jorge Usón, Ana Larrazábal y Miren Larrazábal

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