Críticas
El precio de la fama
Pleasure
Ninja Thyberg. Suecia, 2021.
El mundo del porno en delicadas pinceladas, una simulación del sexo por momentos sugerente en planos consecutivos con poses donde prevalece lo masculino, lo explícito es solo aparente. Inteligente labor de Ninja Thyberg, no compromete la función de Kappel en lo grotesco del porno duro, la libera hacia la expresión desde lo actoral, y permite su lucimiento en términos de circunstancia vívida para una chica que se enfrenta por primera vez a la industria del sexo. Primeros planos y detalle, movimientos salvajes involucran al espectador en la experiencia a la manera de un simulacro de sexo explícito; es la sensación que permanece en la intensidad de movimientos y expresiones que apuntan directo a la cámara.
Una búsqueda de contenido claro, Bella Cherry, y la misión persistente hacia el futuro que no mira obstáculos; la decisión se respira a cada paso en retornos, nuevos intentos denotan la urgencia de un sentido en la horizontalidad del proceso, acelerado en pasos cortos, pero continuados.
Contrastes marcados por un concepto de belleza artificial, reflejos de una realidad que resiste a la industria en el juego de valores caducos a la hora del éxito. Lo profesional y, la delicadeza en la revancha, juegan en cuentagotas para matizar un resultado donde el riesgo es mitigado por las reglas del sistema. Bella Cherry en acción, aprendizaje silencioso que resulta en imágenes, contraste del glamour con la venganza. Maneras de sobrevivir a la agresión, que pueden costar caro a la hora de conservar vínculos auténticos; la amistad jamás opaca el punto de llegada, todo es parte de un juego de resistencia que conduce al éxito en soledad. Compañía artificial en medio del glamour, una pose que debe perdurar, quien no lo asuma pierde, quien no entienda paga el precio. Cuestión de opciones, la industria fija códigos que oponen el profesionalismo a la amistad. Lo impulsivo versus lo planificado que se asienta y aviene a las reglas del poder y la fama. Bella Cherry y Joy, una dupla en contraste desde la solidaridad que antepone la conveniencia.
Es la historia de una muchacha sueca que viaja a Los Ángeles con la intención de convertirse en estrella del porno. Un recorrido, no exento de sacrificios, a través de diferentes formas en el ejercicio del sexo.
Luminosas puestas en escena refuerzan el glamour, aun en ausencia de contexto, resabio que opera por asociación en el optimismo presente, más allá de las circunstancias. El lujo es exacerbado sin sobrecargas de mobiliario, el centro es el acto, toda la atención debe estar en lo que, a ojos vista del habitual consumidor, se deshace de lo tradicional para encarnar contenidos que trascienden lo meramente sexual. Una indicación al poder material es necesaria, se trata de manejos solapados en el límite de reglas de juego tácitas, solo descubiertas en el ansia por mejorar la posición.
Sofia Kappel hace gala de su belleza incondicional, es fuente de contraste en la explicación visual acerca de la persona común, de antemano o en tránsito hacia la artificialidad general. No solo es necesario brindar una imagen que cautive, también hay que saber interpretar y jugar los esquemas del set. Reducto de relaciones que dicen mucho acerca de las debilidades humanas. Bella y Ava, Joy y Bella, César y Joy; apariencias que esconden más que sutiles revanchismos; orgullo, soberbia, el poder de la fama, un ejercicio cruel que mata la ingenuidad de las personas, sobrevivirá el más apto, es el juego de la industria.
Joy representará la sencillez de implicancias afectivas, la solidaridad exigente, compromiso no cumplido en ausencia de madurez profesional. El mundo del como si, un ejercicio de insinuaciones que fija límites al ascenso. La presencia de algunas figuras significativas de la industria (Mark Spiegler, Evelyne Claire, Dana Dearmond) será el intento por preservar, en la ficción, la autenticidad de un mundo calibrado en la experiencia de las ganancias. Aun así, habrá requerimientos artísticos. Evelyn sabrá sortear con elegancia un papel donde el engreimiento y la soberbia contrastan con un modelo de éxito tan cauto como pragmático; Bella es el termómetro que regula la apariencia de lo sobrio en la revancha.
La búsqueda de apoyo frustrada introduce la noche, amanecer frente al mar, tiempo para tomar decisiones. Lo acuoso como transformación, símbolo de renacimiento, situación que solo impulsa hacia adelante, de eso se trata, el retorno no ofrece respuestas: “cuando se está en el baile hay que bailar”. Contraste con el optimismo luminoso, nos sitúa a pleno en la posibilidad del éxito más allá de pequeños percances (expulsión del alojamiento). La cámara opera en semicírculo en un cuasi-travelling circular, cubre las espaldas, apuntala en imagen completa que no ofrece retorno. Es Bella frente al mar en la delimitación de una posible inmersión transformadora mediada por la reflexión, ya no hay vuelta atrás.
El agua también puede ser instrumento de humillación, pero en un medio artificial. La escena de la inmersión involuntaria, en la fiesta, recorta posiciones, status profesional, poder asociado a la fama que despunta en la necesidad de humillación. Lo acuoso es represalia en la transgresión a un mundo protegido por ser fuente de ganancias. Serán diluidas en la presencia de Mark Spiegler. Su atuendo es la sencillez ocupada en temas más grandes que no obstan a la hora de mantener la afabilidad.
Un mundo con inteligencia propia, sutil disección del banal entretenimiento extendido a lo festivo; farándula especial que no adolece de frivolidad por antiartística; complejidad que requiere de miradas penetrantes en la investigación de lo aparente. El silencio de Bella se traduce en rápidas decisiones hacia la explotación del ejemplo, no por imitación, sino por aprovechamiento en extensión de acciones productivas. Ava es instrumento en la improvisada captación de fans; manera alternativa en la construcción de fama. El rival se vuelve aliado frente a la solicitud de la apariencia. Recordamos la escena de presentación en público, donde Bella se une a Ava para realizar poses eróticas. Algo que opera desde la lógica del momento, ausencia de planificación, respuesta de reacción profesional que opone a Joy como prototipo de interferencias emocionales distorsivas.
Un filme que convoca a sutiles disonancias; necesaria transformación de lo cotidiano en imagen ficcional, la reserva como modelo de subsistencia ante un sistema que exige respeto a las convenciones de la industria. Interesante enfoque que juega con la obviedad de lo no tan obvio, un ejercicio necesario que nos posiciona ante la complejidad del entretenimiento sexual.
Ficha técnica:
Pleasure , Suecia, 2021.Dirección: Ninja Thyberg
Duración: 107 minutos
Guion: Ninja Thyberg, Peter Modestij
Producción: Coproducción Suecia-Países Bajos (Holanda)-Francia; Plattform Produktion, Film I Väst, Flamboyance Films, Lemming Film, Logical Pictures, Netherlands Film Production Incentive, Svenska Filminstitutet
Fotografía: Sophie Winqvist
Música: Karl Frid
Reparto: Sofia Kappel, Kasia Szarek, Casey Calvert, Evelyn Claire, Maja Kin, Ester Uddén, Benjamin Schnau, Jason Toler, Yoshi Nurijumi, Bidisha Larsson, Dan Worthington, Pryde Pierce, Sean Stearley, Parker Stuart, Anthony Elias Contreras, Mana Afshar, Revika Reustle