Prank!

Los quebecois (franco-canadienses) son conocidos por tener un gran respeto por la cultura francesa, reacios a todo lo que pueda llegar a venir de su país vecino del sur, Estados Unidos. De aquella región es oriundo Vincent Biron, director, guionista y también director de fotografía de Prank!, una película que se presenta con un estilo Jackass (el famoso programa de la cadena MTV), aunque un poco menos irreverente y con elementos de una historia más dramática.

Martin (Alexandre Lavigne) y Jean-Sé (Simon Pigeon) son dos muchachos bastante desvergonzados, quienes están en búsqueda de una cámara para filmar sus andanzas, muchas veces chistes de mal gusto (obviamente, si has visto Jackass o a Tom Green, no te sorprenderán). Allí es cuando se encuentran con Stefie (Étienne Galloy), un adolescente que tiene todas las condiciones para ser objeto de bullying. Pero no, en base a acompañarlos en todas sus aventuras, se gana la confianza de los dos irrespetuosos jóvenes y de la novia de uno de ellos, Léa (Constance Massicotte).

Prank! introduce algunos detalles interesantes, como la forma en la que rinde tributo a filmes clásicos, entre los cuales se encuentran películas de la talla de Depredador (Predator, John McTiernan, 1987), Contacto Sangriento (Bloodsport, Newt Arnold, 1988) y otra de John McTiernan, Jungla de Cristal (Die Hard, 1988). Jean-Sé actúa como lo hace Sick Boy en Trainspotting (Danny Boyle, 1996) al relatar películas, pero de una manera original, presentando imágenes caricaturizadas de las escenas que relata. Aunque esto demuestra admiración por el cine de los ochenta, también se despega de ese mote anti-estadounidense del que hablaba al principio con que se tilda a los quebecois.

Biron desarrolló su carrera principalmente como director de fotografía, en gran parte en la participación en cortometrajes. Este es su octavo film como director, siendo Prank! el primer largometraje que dirige. Las situaciones ridículas a las que se exponen los protagonistas dejan ver un excelente trabajo con los actores, así como en el rubro fotográfico se puede destacar su labor, resaltando las situaciones de tensión que viven los personajes al casi ser atrapados durante la ejecución de sus bromas pesadas.

El punto débil de Prank! es su guion. Si bien cuenta con muy buenas actuaciones, nunca nos quedan muy claras las motivaciones de los personajes, ni con qué dificultades se encuentran. Ni tampoco podemos saber hacia dónde van esas miradas que cruzan Stefan y Léa. Ni cuál es el objeto de las bromas que hacen los cuatro, ya que sus víctimas parecen estar alcanzadas por el destino y no por algún tipo de acción premeditada. Y por último, no podemos percibir una evolución de los personajes, ninguno de ellos deja de ser el mismo del principio al finalizar el film.

Como dijo el director Vincent Biron al comenzar la proyección de su filme en este BAFICI 2017, presentar esta película en un festival era algo que lo ponía nervioso, ya que hacerlo en un evento de tamaña magnitud era de por sí algo que lo predisponía a ello, pero que además esto era como presentarle a sus padres, una nueva novia… malhablada. La propuesta de Biron me ha dejado un sabor bastante agridulce, quizás esperando algo más que un intento de darle un contexto narrativo a una historia de cuatro adolescentes pretendiendo ser una simbiosis entre Johnny Knoxville y Remi Gaillard.

Tráiler: