¿Qué dirá la gente?

Iram Haq es una aclamada directora de cine de origen pakistaní. Nos narra la historia, inspirada en sus propias experiencias, de una joven mujer llamada Nisha, que vive y estudia en Noruega como parte de una familia de inmigrantes de Pakistán. Su padre tiene una tienda de comestibles, es un hombre de ideas muy tradicionales y rígidas, que está dispuesto a todo para evitar que sus hijos sean contaminados por las costumbres liberales y liberadas de Noruega. Nisha es un ser dulce y cariñoso, lleno de curiosidad y de inquietudes ante el mundo externo que se va delineando a medida que avanza en sus estudios secundarios. Es un mundo lleno de contactos y de tentaciones y aunque ella es esencialmente inocente y tímida, no deja de presentarse la ocasión para que suceda lo peor: que su padre la sorprenda en algunos juegos iniciales de romance con un muchacho danés. Nada ha pasado, pero su padre, que es inflexible y acusador, está seguro de lo peor y toma las medidas del caso para controlar a su hija y evitar los terribles chismorreos y el descrédito que, seguramente, van a ocurrir en el círculo de inmigrantes al cual pertenece la familia. Este es el primer episodio de temores sobre el ¿qué dirá la gente?, tema que se convierte en repetitivo y obsesivo asunto de la cinta.

Siempre se ha dicho que el Islam es una religión compasiva y misericordiosa, puesto que sus practicantes acogen a los que sufren y recogen grandes ayudas para los pobres y los necesitados. Sin embargo, al menos como la define frecuentemente el cine, incluyendo esta película, es una religión abundante en juicios, en definiciones y en preceptos, lo cual tiende a hacerla severa y propensa a fanatismos. Pienso que el principal elemento de la compasión profunda es renunciar a todo juicio, dando espacios a ponerse en el lugar del otro, experimentando la empatía, la cercanía y la compasión por los demás. Considero que de esto trata este filme: Por un lado, mostrar los elementos de misericordia y de compasión que naturalmente surgen de la vida familiar, cercana o extendida; de la vida comunitaria, sea de comunidades de inmigrantes o de comunidades que se esfuerzan por dar acogida, como es el caso de las comunidades escolares. Por otro lado, señalar cómo se destruyen tales lazos a base de juicios, de interpretaciones y de temores: El ¿qué dirá la gente? es una reflexión automática y directa sobre lo que está bien y lo que está mal y opaca toda posibilidad de amoroso y compasivo entendimiento.

Cuando las personas actúan bajo estos impulsos temerosos, aparece en ellas una nueva forma de inteligencia, que es de naturaleza reactiva, y se vuelven capaces de inventar todo tipo de estrategias, no importa que sean costosas, ilógicas o extremas, con el fin de responder a sus miedos e inquietudes. Estos sentimientos atrapan al padre de Nisha y, por extensión, a su familia entera, perdiéndose, inexplicablemente, toda oportunidad de diálogo, de entendimiento, de acogida. Las consecuencias prácticas son el destierro y la negación, castigos que se aplican con cierta facilidad dentro de las rígidas visiones del Islam y dada la innegable inferioridad y sumisión de la mujer en asuntos que tienen que ver con la decisión y la escogencia sobre muchos aspectos de su propia vida.

Tenemos entonces la ocasión de viajar con Nisha y su padre a Pakistán, a una ciudad perdida entre las montañas y donde vive la familia de su padre. Allí queda la joven prácticamente secuestrada, sujeta a las tradiciones de la vida cotidiana paquistaní, que ella va asumiendo con una mezcla de rebeldía y paciencia que nos hace reflexionar sobre lo que haríamos nosotros de estar sujetos a tales situaciones. Son grandes los contrastes entre Noruega y Pakistán en todo sentido, especialmente en el sistema educativo, en la vida hogareña y en la comida, por no decir en los asuntos culturales y religiosos; contrastes que afrontan cotidianamente millones de familias inmigrantes en todo el mundo y que, de alguna manera, nos hacen agradecer la relativa seguridad que disfrutamos aquellos que tenemos una patria segura y estable.

Sin embargo, en términos del amor y del romance juvenil en todas partes se tienen sentimientos parecidos y poco tarda Nisha en caer en una nueva e inocente trampa relacional que la expone a una humillación y a una tragedia mayor que la que había vivido en Noruega. Se desatan entonces acontecimientos imprevisibles, de nuevo en nombre del infaltable ¿qué dirá la gente? Surge como energía de equilibrio la profunda capacidad y humanismo de la joven que logra penetrar los espacios de la ignorancia, de las creencias y de los miedos, para que triunfe la vida sobre la muerte y se establezca la comunicación y la serenidad, sin que importe al final lo que diga la gente.

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